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Ariane (1957)

Ariane
130 min.
7,2
5.935
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Sinopsis
La inocente Ariane Chavasse (Audrey Hepburn) es seducida por un playboy millonario norteamericano llamado Frank Flannagan (Gary Cooper). Pero éste ignora que el padre de la chica es el detective privado Claude Chavasse (Chevalier). (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Romance Comedia romántica
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Love in the Afternoon
Duración
130 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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Premios
1957: Globos de oro: 3 nominaciones, incluyendo mejor película comedia/musical
1957: Sindicato de Guionistas (WGA): Mejor guión comedia
7
Wilder:"Quise a Cary Grant para esta película"
Entrenida y, a ratos, bastante divertida comedia romántica de Billy Wilder, aunque en mi opinión en absoluto comparable a sus obras maestras. Esta película presenta ciertamente un emotivo romance combinado con momentos muy divertidos (especialmente los relacionados con el cuarteto de cíngaros), asi como un encantador retrato de la ciudad del amor, París.
El guión, primera colaboración Wilder-Diamond, es digno de sus autores, la fotografía excelente y en cuanto a los actores todos muy bien, menos uno. Y es que Gary Cooper queda muy mayor para el personaje que interpreta, y provoca que en ningún momento resulte creible su romance con Audrey Hepburn. Este es un fallo importante, que sin duda Cary Grant hubiera resuelto, ya que para creerte las locuras provocadas por el amor primero tienes que creerte que haya amor. Y yo no me lo creo. En definitiva, película aceptable y, en cierto modo, injustamente olvidada y desconocida, aunque, no dire fracasada, si por debajo de sus posibilidades.
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70 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
ARIANE LA FANTÁSTICA
Esta comedia romántica de ambiente parisino y ritmo pausado, iluminada por el encanto singular de Audrey Hepburn, es la primera de las fecundas colaboraciones entre Wilder y el guionista Diamond.

Ariane, una cándida estudiante de música, queda subyugada por la figura de un maduro playboy, Frank Flanagan, multimillonario americano que, mientras recorre el mundo atendiendo negocios, seduce a mujeres de toda edad y condición, sin preocuparse por los eventuales escándalos. Sus costumbres dan tarea a detectives privados allí por donde va. Uno de ellos, en París, es el padre de la estudiante (Chevalier).
En sus dossieres profesionales, repletos de informes sobre Mr. Flanagan, curiosea ella.
El amor romántico-soñador intenta triunfar contra corriente, en un contexto dominado por el estilo hedonista, hecho de relaciones efímeras y aisladas, coleccionables. Tan adverso medio obliga a Ariane a un complejo despliegue estratégico.
Se resistirá a ser convertida en conquista fácil y desechable, un trofeo en la pared del cazador.
Haciéndose valer, empieza por no revelar su nombre, que se quedará en la inicial. Para seguir, da rienda suelta a una ágil fantasía: inventa una identidad nebulosa y ficticia, capaz de competir en seducción con el galán a cautivar.
Creciéndose en la dificultad, alivia un miedo del espectador: que todo consistiera en un caso de inocencia arrollada por un casanova sin escrúpulos.

Las edades de los personajes, tan diversas, desequilibran un tanto el argumento.
Por otra parte, que Audrey Hepburn parezca más joven de lo que es (27), y que Gary Cooper (55) parezca más viejo, lo desequilibra un poco más (Cooper fue la segunda opción, tras la de Cary Grant, fallida).
Por momentos, el intérprete aparece demasiado mayor para encarnar a un seductor tan irresistible a los ojos de una jovencita virginal.
Ese inconveniente explica la frecuencia con que el rostro del actor sale en sombra.
Y probablemente el que, siendo “Ariane” un gran film, el público no lo respaldase.

Un cuarteto zíngaro que aparece con gran asiduidad ambienta los galanteos de Mr. Flanagan en el Ritz. Que interpreten casi exclusivamente la pieza “Fascinación” (los otros personajes la tararean a menudo, además), llega a volverlos monótonos.
Pero no sólo intervienen como músicos; también como bebedores, en la antológica escena de la mesita rodante, una de las varias escenas memorables que “Ariane” ofrece, como todas las buenas películas de Wilder.
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50 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
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