Maradona por Kusturica (2008)

Es muy difícil criticar esta película y ser objetivo. A Maradona se lo ama o se lo odia. Asi de simple, y creanme que aquí en Argentina es así. Maradona está mas allá del deporte. Me animaría a decir que hay un 20 % que lo ama, y un 80 % que lo quiere en obituarios.

Hace un par de años hubo un programa llamado Gen Argentino, donde se buscaba cual era el personaje que más representaba al argentino medio. Creo que ganó el general Jose de San Martín, un procer del 1800, liberador de varios paises latinoamericanos de la corona española. San Martín es nombrado como uno de los próceres mas intachables, honestos y fieles a la patria. Bla bla bla.


Lamento deslusionarlos. El pueblo es ruin, tiene defectos (miles), se droga, se emborracha, critíca hoy a alguien y mañana habla maravillas de ése al que ayer criticaba. El pueblo ríe, llora, se masturba, es pasional, ama a su familia (y dá la vida por ella). El pueblo ama a sus amigos, y a sus enemigos les dice lo primero que se le viene a la boca, sin importarle las consecuencias. El pueblo tiene ego, se cree inmortal. El pueblo miente, y al rato se arrepiente y dice la verdad. Y viceversa.

Pero amigos míos, el pueblo nunca esta del lado del poder. El pueblo nunca se caga en sus vecinos (en su maxima expresion de esa palabra). El pueblo nunca transa a expensas de sus semejantes.

Por eso, Maradona es el pueblo, y Pele no.

No sé qué espera la gente de un documental o cómo ellos lo habrían enfocado, me refiero especialmente a una de las críticas que he leído por aquí y a la baja puntuación recogida por el trabajo de Kusturica. A mí me ha llegado al alma y es que el director no se esconde, ni esconde a Maradona, sale con todo el arsenal. El problema es que hay veces que esperamos demasiado o no sabemos qué nos vamos a encontrar. Si algo bueno tiene este documental es que nos muestra a Maradona como un ser humano, lleno de dolor, frustraciones (un momento emotivo es el vídeo en el que pide perdón ante toda hinchada de Boca o el momento en que le dice a Kusturica: "¿Qué futbolista hubiera sido yo si no hubiera sido por la cocaína?". En líneas generales es un fantástico trabajo que te mantiene en vilo durante todo el metraje y que, a la vez que te deja con ganas de más, te muestra todo lo que quieres ver. Este es mi punto de vista.

Por lo que respecta al apartado interpretativo creo que el modo en que Kusturica representa al fútbol sirviéndose de la figura de Maradona como catapulta es hermoso, creo que es lo que todo el mundo siente un poco: el fútbol como vía de escape a la vida cotidiana, como lugar de socialización, como reflejo de las esperanzas y frustraciones llevadas más allá. Pero si llevamos todo esto más allá y vemos lo que representó la victoria de Argentina sobre Inglaterra (Guerra de las Malvinas), los grandes años del Nápoles (conflicto político-económico Norte-Sur en Italia)... Maradona dio esperanza a tantas personas que poco más se puede decir. Kusturica, según mi punto de vista, ha llevado a cabo el enfoque más crudo y humano que podía llevar a cabo. En cierto modo es un documental sobre el fútbol, la pasión que este despierta y, al mismo tiempo, la fuerza de la esperanza nacida de éste. Por no hablar del compromiso de Maradona con la causa política, otros se habrían retirado en su paraíso, otros habrían muerto, Maradona está ahí y sigue representando y sirviéndose de su tirón, de su recuerdo y de la memoria que dejó en la gente para contribuir a hacer un mundo mejor o lo que él considera que éste debería ser un mundo mejor.

Por todas estas razones es un documental genial que merece ser visto, valorado y tenido en las mejores filmotecas.