El experimento (2010)

Definitivamente la falta de creatividad no tiene límites. El cine de los últimos años se ha llenado de remakes que no traen ninguna variación, un punto de vista diferente o alguna resolución que justifique su realización. Pero tal vez lo peor de este asunto es que se copian películas recientes, ni siquiera se trata de clásicos antiguos para las nuevas generaciones. El experimento puede ser una película interesante para los que no han visto la versión original alemana del 2001.
Mi pregunta es: ¿para qué repetir una película con tan sólo 9 años de diferencia con la original?

En 2001 una película alemana tuvo un éxito abrumador: "Das Experiment". Trataba de un experimento llevado a cabo por una organización para recrear las condiciones de la conducta humana en una prisión. Para ello eran elegidos unos ciudadanos a los cuales se los dividía en prisioneros y guardias. A los guardias se les otorgaba el poder de mandar y hacer cumplir las órdenes y a los prisioneros la misión de acatarlas.

La clave de todo radica en el sentido de la vida. Unos nacen para mandar y otros para obedecer. Cuando el que obedece no está de acuerdo con lo que le mandan se rebela, y comienza una lucha por el cambio. El más fuerte siempre se come al más débil. Lo mismo ocurre en un colegio, en una empresa, en una fábrica, en la policía, en el ejército... El problema de todo es que el que manda tiene que saber mandar, y el que obedece también debe saber obedecer, todo en su justa medida. De eso trataba la película.

Ahora, 9 años después se hace un remake americano que llegará a tener diez veces más público que aquella película, seguro, pero no aporta nada más nuevo a la idea original. Por lo tanto, en mi opinión, no encuentro razón alguna para realizarlo si no es por la falta de originalidad e ideas que contamina Hollywood hoy en día. Quizá las explicaciones al por qué de éste experimento quedan mejor explicadas en esta nueva que en la anterior (el vídeo con el que arrancan los títulos de crédito es bastante explicativo). Aún así, me queda la sensación de que en América deben pensar que el resto del mundo no sabe hacer películas buenas, así que cojo una que haya tenido éxito, la hacemos aquí y seguro que queda mucho mejor y más bonita. Pues creo que no es así.

La mejor interpretación es la de Forest Whitaker, que demuestra el cambio de personalidad que sufre una persona débil e insegura de sí misma cuando le otorgan el mando y el poder de decisión sobre otros. Adrien Brody sigue sin parecerme un actor creíble pero mantiene bien el rol de prisionero hippy pacifista que se rebela contra todo sistema piramidal de mando. El resto son copias de perros guardianes y corderos que siguen al rebaño sin más motivo que el de seguir a su lider, dado que los que obedecen y acatan las órdenes también tienen un lider que los guía. Todo en el mundo se rige por la ley del más fuerte.