Indiscreta (1931)

La diva del cine mudo Gloria Swamson (quien pusiera un terrible y memorable autoepitafio en la joya wilderiana "El crepúsculo de los Dioses") en una de esas malas películas en la que demostró su inadaptación al sonoro, aunque bastante culpa tenían los propios argumentos de estos films.
Aquí se trata de una comedia folletinesca absolutamente insignificante y envarada, de pobrísima puesta en escena de McCarey y aburridísima. Es una obra muy teatral, enormemente vieja y anticuada, y hoy más parece un ejemplo de mal cine sonoro en sus albores que una película siquiera revisable. La presencia del prestigioso McCarey (que se enfangó en un servilismo anticomunista detestable) detrás de la cámara no arregla absolutamente nada la función.

Tanto Leo McCarey (un ser malvado, según John Huston en sus memorias) como Gloria Swanson llevaron como pudieron la llegada del cine seguro, ella sin renunciar a sus excesivos gestos y él empeñado en no mover la cámara e incluir números musicales, aquí dos absurdas canciones de la estrella gritando lo contenta que está. La excasa prestancia de los dos galanes tampoco ayuda e 'Indiscreta' solo se puede ver hoy como una curiosidad, una muesta de ese cine-teatro heredero de los felices años veinte y que tan mal ha envejecido.