Hap and Leonard (Serie de TV) (2016)

Reconozco que tenía esta miniserie (ahora parece que puede tener segunda temporada) aparcada, en espera de un rato para echarla el ojo. Y ha sido una sorpresa, esperaba un rollo drama basado en la amistad entre un gay negro, ex veterano de Vietnam y un hombre blanco. Y me he encontrado con un thriller, que sin ser original es de lo más entretenido.
Leonard ( Michael Kenneth Williams) y Hap (James Purefoy) mantienen una extraña amistad, entre hombres tan diferentes, unidos sólo por una vida tranquila como jornaleros del campo en los años ochenta. Hasta que la ex de Hap, interpretada por la exhuberante Christina Hendricks, en su primer papel tras el final de "Mad men" les convence de unirse a una banda que busca el dinero robado por un criminal hacía años, y que la policía aún no ha sabido encontrar.

Una serie sencilla, sin pretensiones, pero que mejora bastante con los capítulos.

Hoy me apetecía rendir un mini homenaje a esas joyas de la pequeña pantalla que a pesar de tener una calidad técnica inmejorable, unos actores de lujo y una ambientación muy lograda, no consiguen hacerse un hueco entre tanta demanda a la carta como tenemos hoy. Aunque para ser justos, este tipo de cosas han pasado desde siempre y es que lo bueno se paladea más y mejor cuando ya no va a volver. Le pasó a Penny Dreadful (por mencionar alguna cercana en el tiempo) y seguirá pasando siempre. Esta crítica la tenía escrita desde 2016, pero como iba a hacer muchos cambios e iba a añadir información, lo más justo era despedirme de mis cuatro nada desdeñables «utilidades» en aras de mejorar la información y la redacción de la misma. Quería hacer hincapié en este punto para que quede claro que Hap And Leonard fue vista desde el primer día por ésta que escribe.
La serie está basada en las novelas que comenzó a escribir en 1990 Joe R. Lansdale (le gusta escribir sobre todo tipo de géneros: terror, misterio, western, aventura, crimen, etcétera, lo que recuerda a las famosas novelas Pulp de las que ya os he hablado en otras críticas); en este caso, el guion se adapta a dos de sus personajes, Hap (James Purefoy, que ya hizo historia en Roma), un tipo blanco, de aspecto rudo, al que le gusta la pelea, pero que al final resulta ser un romántico empedernido y que a pesar de su aspecto tosco, nos resulta atractivo y Leonard (Michael Kenneth Williams, Omar en The Wire), un hombre negro, abiertamente gay, con problemas de ira, no soporta el maltrato hacia nadie (y esto va a dar para muchas situaciones y líos con sus vecinos y la policía), sirvió orgullosamente en la Guerra de Vietnam y le gusta la música de blancos.
La ciudad ficticia donde transcurre parte de la acción es LaBorde, que está situada al este de Texas (importante la ubicación, pues está entre la América más profunda y la América negra –con toda su historia y misterios incluidos-).
Damici y Mickle, los creadores y encargados de la adaptación a la pequeña pantalla, desarrollan a nivel psicológico cada uno de sus personajes, incluyendo los secundarios , a los que no puedes evitar coger cariño, como la ex esposa de Hap, Trudy (Christina Hendricks, nuestra pelirroja de Mad Men); el fantástico Jimmi Simpson (Ex Convictos), que aquí es Soldier, un traficante de drogas en la primera temporada (ojo al vestuario del grupo de Soldier, incluyendo a la novia, no tiene desperdicio); nuestros queridos hippies también son inolvidables y más adelante lo serán Florida (Tiffany Mack), el detective Brian Dennehy y sus frases memorables o Cranston Johnson como el Detective Hanson.
Durante tres temporadas nuestros Hap y Leonard se las van a ver con hippies, yuppies, ex esposas, rollos, misterios en casas, maldiciones, blues, racismo y con el mismísimo Ku Klux Klan.
Estamos en los años ochenta y a pesar de que estos dos parecen un par de vaqueros a la antigua, los coches nos dicen la época en la que nos encontramos y es que tanto el coche de Hap -como el resto- harán las delicias de los fans.
Toda la serie despide ese olor a las novelas Pulp ( el término pulp hace referencia a la mala calidad con la que se fabricaban estos libretos: hechos con la pulpa que sobraba de la madera), que le daba al papel un aspecto amarillento, de mala calidad y que se vendían a bajo precio. A partir de 1910 se empezaron a poner más de moda, experimentando cambios a través de las distintas décadas y según se iban poniendo otros temas de moda. Al final terminaron mezclando lo erótico con el western, el misterio, el terror, el romance, la guerra, los romances inter planetarios, superhéroes y posteriormente también llegarían las pulp fiction gays y lésbicas (todo valía y todo se mezclaban) y a pesar de que muchos escritores (como Lovecraft) escribieron en este formato, se olvidaba el buen hacer para cumplir con la gran demanda que tuvieron durante décadas por un buen número de la población, así que interesaban más las historias que estuviesen de moda en ese momento y que todo fuese ágil y funcional. Aunque considero que si esto hacía que un mayor número de personas leyese, es bienvenido.
Por todo esto y por la magnífica banda sonora, os recomiendo Hap and Leonard que tenéis disponible en Amazon Prime Vídeo con las tres temporadas al completo. Un lujo para los amantes de una televisión distinta, original, con calidad y que ya es de culto.