El ensayo (2001)

Louise y Nathalie, Nathalie y Louise, no importa el orden porque la simbiosis se divide en partes iguales. Corsini despliega una obra de perfil bajo, de tonos apagados que solo se exacerban en determinados pasajes y la relación entre estas dos amigas poco a poco va tomando el sabor de una verdadera enfermedad.

Si analizamos en profundidad a ambas mujeres podemos ver que si bien las une un afecto muy fuerte y rayano en lo lésbico, este afecto toma diferentes matices en cada una de ellas. Nathalie parece la más liberal y resuelta de las dos, pero también es la más inestable a la hora de moverse dentro de su contexto, caótica, histérica a extremos casi bipolares, irresoluta e imprecisa para tomar un carril de vida. Su aparente indiferencia no es otra cosa que su bloque de hielo afectivo, bloque de hielo que Louise, más retraída pero mucho más determinante en su accionar, se encarga de romper pero solo en favor de ella. Louise es mucho más posesiva y egoísta, actua con verdadera "maldad" y por momentos al tener las riendas de la relación (a no confundir, Nathalie parece la más desenvuelta pero en algun punto es también la más sometida), ésta ingresa en terrenos thanáticos: ellas se anulan mutuamente, se fagocitan sin remedio.
Película muy correcta en su puesta en escena y en el tratado psicológico de los personajes, pero definitivamente pierde interés a medida que corre el tiempo por un ritmo demasiado abúlico, demasiado denso. La peli, sin ser compleja en su guión, se vuelve demasiado espesa para el que la ve. Un seis, sin dudas.