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El espectro del terror (1973)

El espectro del terror
81 min.
3,4
61
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Sinopsis
María Preston, una azafata de Iberia, vive con una amiga y compañera de trabajo. Desde hace algún tiempo, nota que alguien la está siguiendo. Se trata de Charly, un empleado del aeropuerto, que luchó en Vietnam; es un hombre desquiciado debido a la infidelidad de su mujer, que ha hecho nacer en él una destructiva misoginia. (FILMAFFINITY)
Género
Terror
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
El espectro del terror
Duración
81 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
3
Elorrieta se despidió con un 'giallo' crudo pero de guión romo
Más que en el terror, la última película que dirigió José María Elorrieta se inscribe en el 'giallo español' de los 70, ese subgénero que gente como Eloy de la Iglesia supo subvertir con muchísima gracia e intención y que, en cualquier caso, siempre suele ser interesante.

Y la cinta ante la que nos hallamos es técnica y formalmente bastante correcta (se nota que volvió a haber cierto presupuesto tras lo exiguo que debió ser el de la anterior, "La llamada del vampiro"), pese a la fama de desmañado y chapucero que por algunas otras pelis tiene Elorrieta. Y de hecho llama la atención también bastante por su modernidad y calidad la banda sonora. Y en el plano interpretativo, ver a Maria Perschy siempre es un placer, al igual que a un aún bastante joven Sancho Gracia (lástima que esté doblado), si bien ambos están algo perdidos en un guión romo y que no les da cancha. Porque lo que más brilla en el aspecto actoral, con gran diferencia, es la más que siniestra encarnación del estrangulador psicópata que realiza el uruguayo Aramís Ney.

Tal como solía corresponder a los 'giallos', las escenas de violencia se caracterizan por su seca crudeza y están bien rodadas, son típicas del género. Y ya dados a buscar apuntes sociológicos, de esos que a algunos tanto nos suelen divertir en estos filmes patrios setenteros y pretransitivos, la ambientación de ese mundo pretendidamente cosmopolita de azafatas, boites, prostitución y americanos de la base de Torrejón en la Costa Fleming es algo que se agradece, aunque sea por razones muy personales y subjetivas, ya que uno ha vivido allí (hay una serie de planos al inicio en que se identifica con claridad, por el rótulo de una boutique que aún existe, la calle que da nombre al barrio).

Pero la peli es roma, emasculada por un libreto al que le falta profundidad. Y si bien el actor que encarna al psicópata transmite muchísimo, a su personaje le falta trasfondo de guión, y no basta con que nos digan que es alguien traumatizado por la guerra de Vietnam a través de los sonidos que se agitan en su mente, o que se haga referencia a escabrosos sucesos pasados, como cuando se encuentra en una noche de borrachera con un compañero de (Ramón Lillo) al que también asesina en una brutal secuencia.

Y en cuanto a todo lo que rodea la investigación, o a la relación entre los personajes de Sancho Gracia y Perschy, las carencias son también más que evidentes. Por no hablar de la presencia, un poco de adorno, de algunos secundarios y subtramas, como el ligue entre el comisario (Víctor Alcazar) y la mejor amiga de la protagonista Perschy (la actriz Maritza Olivares, en los créditos May Oliver, que quedaba mejor para vender el filme fuera): "¿Y usted está casado?", le entra ésta en mitad de un interrogatorio. "Vamos a tomar una copa", responde él.

Ojo, que con esto no quiero decir que la peli no se deje ver a ratos. Y, pese a la nota que le pongo, no deja de tener alicientes si uno es "completista" de este tipo de cine.

Del mismo modo que es curioso constatar, si uno escarba un poco en la red, como allende nuestras fronteras es tanto o conocida, por fanáticos de estos subgéneros setenteros, que en nuestro propio país.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Muy floja, sólo se salvan las actrices, por bellas y sensuales
Pues en la línea del cine de José María Elorrieta, es decir, francamente flojo e incluso, en esta ocasión al menos, desmañado.
Mal narrada, los perfiles y estudios psicológicos de los personajes brillan por su ausencia y la intriga y terror se nos aparecen forzados, oscuros, sucios y faltos de sentido.
Oficialmente dura 81 minutos aunque yo he visto una versión de 73 minutos, por lo que me imagino que falta alguna escena más subida de torno, con más garra dramática.
Lo visto es, sobre todo, tedioso, aunque no llega a aburrir a las ovejas pero no hay nada en todo el metraje que se salve del suspenso, como no sean aspectos técnicos como la buena banda sonora y la indudable belleza y sensualidad de sus actrices, aunque la excelente María Perschy por mucho que se esfuerce parece en todo momento perdida en un (sub) producto fácilmente olvidable.
Muy floja, merece mi suspenso.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
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