Generación Z (2015)

Pelicula de zombies = Visceras + lentitud + tragico final apocaliptico...
Por que no darle una razón de donde salen tantos zombies? Aquí por fin te la dan, una alternativa, si, pero te la dan... Buen ritmo de la película con momentos de tensión, y un final bueno... A toda esa gente que ve películas de zombies, de que se quejan? Esta por encima de la media en las películas del genero, tiene un buen ritmo y una historia mejor a la media... Que es lo que queréis? Mi sangre? Un titulo que recuerda a Dead Island y que ( y ya es decir ) hasta a mi novia la a mantenido en tensión un rato, con alguna cara conocida y todo...
Recomendable.
Y a toda esa gente criticona... Que al parecer " no " le gusta el género.... Dejad de ver este género.

Realmente, al muerto viviente tradicional le queda poco por hacer por nosotros.
Le hemos analizado, le hemos hecho testigo, le hemos dado sentimientos, razones y hasta alegorías políticas.
Ha pasado de ser un terror nocturno a ser metáfora de muchos problemas reales en el nuevo siglo, sin nunca perder la carne putrefacta o el hambre voraz

Incluso nos hemos burlado de él y convertido en objeto de parodia, porque así sucede con todo lo que se repite, que a fuerza de hacerlo pierde capacidad de sorpresa.
Le hemos convertido en un parque temático, uno barato y con altas posibilidades de ser disfrutado, hasta el punto de que cuando cualquiera lo ve aparecer en cualquier historia siempre espera a ver de qué manera creativa despedazará al pardillo y será rematado por el protagonista.
Es más una estructura que una verdadera amenaza, porque siempre se puede recurrir al clásico "una de zombies" aunque se hable de una venganza, un viaje o cualquier otra cosa.

'Generation Z' pone ese parque temático en imágenes, concibiendo una suerte de "parque jurásico" poblado por dichas criaturas.
Desde el principio se deja clara la distancia en que esta historia los mira: como simple carnaza para adinerados turistas, que desean reventarles la cabeza a distancia segura, cubriendo una necesidad tan básica como desahogarse. Obviamente, no se pretende ningún tipo de trascendencia y todo tiene un tono cercano a la parodia, de ahí que las implicaciones más macabras del relato queden bien ocultas, a la espera de ser reveladas.
Impresiona bastante ver a la fundadora del parque, frente a un zombie bien atado en una pista de baile, mirándole despectivamente, y proclamando que ahora empieza la fiesta para los humanos. El desahogo no es solo divertimento, también es dulce venganza ante la pérdida.

Pero, cuando el caos se desata, de repente todo eso desaparece: el aullido helador que nos dedica aquel zombie maniatado de repente emerge como un poderoso puñetazo en la mesa, de unas pesadillas que nunca debieron dejar de asustarnos.
Ahí está, probablemente, el mejor acierto que esta historia podría darnos, en forma de reivindicación de una figura a la que todavía deberíamos tener en cuenta, porque habla de nuestra naturaleza más egoísta y cruel. Los humanos tuvieron el error de menospreciar lo que ya tenían controlado, y se olvidaron de respetarlo, como siempre suelen hacer, como se ha visto a lo largo de la historia.
Se arroja, como quien no quiere la cosa, un trasfondo enormemente cruel sobre nuestra capacidad para dañarnos los unos a los otros, todo por el bien de satisfacer a una sociedad, alegremente ajena al sufrimiento de sus semejantes, que solo desea reventar unas cuántas cabezas por la misma razón.

De repente, el chiste ya no es tan gracioso. Es que ni siquiera era un chiste.
Era un planteamiento de la misma duda que acecha a la protagonista en toda la persecución: ¿tenemos sentimientos de verdad? ¿nos diferenciamos en algo de masas devoradoras de carne, nosotros que devoramos recursos, tratamos gente como ganado y encima tendremos la cara de sacarle beneficio?
Eso sí que es apuntar alto, para "una de zombies".