Trailer (ESPAÑOL)
- Sinopsis
- Adaptación de la aclamada novela de Ann Holm. Cuenta la historia de un niño búlgaro de 12 años que, en tiempos de Stalin, logra escapar de un campo de prisioneros del este de Europa y de su increíble viaje posterior. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2004 / Estados Unidos
- Título original:
- I Am David
- Duración
- 95 min.
- Guion
- Música
"Un film de aventuras inusualmente inteligente, dirigido a los jóvenes sin perder el punto de vista adulto."
Robert Koehler
[Variety]
"Se supone que te tienes que poner sentimental con este conmovedor relato, pero no me creí ni un solo instante, y en ningún momento me identifiqué con el pequeño David"
Roger Ebert
[Chicago Sun-Times]
Sólo apta para menores de 12 años (4.0)
20 de abril de 2006
Esto, que en realidad es una miniserie de las que a veces echan por televisión a la hora del marujeo, es además una copia de "De los Apeninos a los Andes", de Edmondo de Amicis.
Pensada para niños, presupone erróneamente que éstos son idiotas, y no tiene ninguna vergüenza a la hora de mostrar situaciones más que inverosímiles fruto de la holgazanería de la escritora y de los guionistas, quienes no se han molestado en pulirlas. Ejemplos de enredos metidos con calzador son lo del rescate de la niña, la carga contra los manifestantes, lo del descubrimiento de todo el pastel a partir del libro, el reencuentro con Roberto (el tío del barco), etc. También mosquea bastante que en Bulgaria apenas se encuentre con complicaciones y que en Italia, donde nadie le conoce y supuestamente está pasando desapercibido, lleguen esas aventuras tan estúpidas que menciono.
El niño lo hace mal. No es precisamente un superdotado como Joel Osment o Dakota Fanning. Por mucho que lo pretendan, no tiene ni cara triste ni leches, sólo tiene una cara seria. Si ese chico ha estado en un campo concentración, yo soy astronauta.
Sólo se salva la música.
A los niños les recomendaría que vieran las películas de Jim Henson y de Miyazaki. Yo soy adulto y me siguen gustando. Algunas de ellas ni siquiera las vi de pequeño.
Pensada para niños, presupone erróneamente que éstos son idiotas, y no tiene ninguna vergüenza a la hora de mostrar situaciones más que inverosímiles fruto de la holgazanería de la escritora y de los guionistas, quienes no se han molestado en pulirlas. Ejemplos de enredos metidos con calzador son lo del rescate de la niña, la carga contra los manifestantes, lo del descubrimiento de todo el pastel a partir del libro, el reencuentro con Roberto (el tío del barco), etc. También mosquea bastante que en Bulgaria apenas se encuentre con complicaciones y que en Italia, donde nadie le conoce y supuestamente está pasando desapercibido, lleguen esas aventuras tan estúpidas que menciono.
El niño lo hace mal. No es precisamente un superdotado como Joel Osment o Dakota Fanning. Por mucho que lo pretendan, no tiene ni cara triste ni leches, sólo tiene una cara seria. Si ese chico ha estado en un campo concentración, yo soy astronauta.
Sólo se salva la música.
A los niños les recomendaría que vieran las películas de Jim Henson y de Miyazaki. Yo soy adulto y me siguen gustando. Algunas de ellas ni siquiera las vi de pequeño.
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20 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Penosa
16 de abril de 2019
Telefilm de bajo presupuesto que cuenta una historia sin pies ni cabeza de manera totalmente inverosímil.
La historia en su versión cinematográfica, principalmente parece no tener mayor objeto que pintar a los comunistas exactamente como si fueran nazis, mientra intenta hacernos creer que el niño escapa de un campo de exterminio en Bulgaria, donde es el único niño que hay en el campo, entre hombres adultos. Y todo eso ayudado por un militar con mando, de uniforme y acento ruso.
También tiene su acento místico que por cierto tampoco encaja con la realidad religiosa del momento que relata...
La historia en su versión cinematográfica, principalmente parece no tener mayor objeto que pintar a los comunistas exactamente como si fueran nazis, mientra intenta hacernos creer que el niño escapa de un campo de exterminio en Bulgaria, donde es el único niño que hay en el campo, entre hombres adultos. Y todo eso ayudado por un militar con mando, de uniforme y acento ruso.
También tiene su acento místico que por cierto tampoco encaja con la realidad religiosa del momento que relata...
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7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
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