Hollywoodland (2006)

Allen Coulter tiene en su haber una notable experiencia en la dirección de episodios de series de éxito y de un confirmado culto como “Los Soprano” y “A dos metros bajo tierra”.
En esta incursión, primera en el terreno del largometraje, ofrece un interesante planteamiento sobre el biopic y la misteriosa muerte de George Reeves (Ben Affleck), fundiéndolo con el cine negro siguiendo la línea de investigación de un desafortunado detective privado (Adrien Brody), que descubre numerosas conexiones en su vida con el caso que esclarece.

Otro punto a favor es la puesta en escena respaldada por la recreación de la época que retrata: el poder desmedido de los estudios y la ambición de los soberanos del reino, la lubricidad y manipulación de sus mujeres heredados de las peores femmes fatales del género y esos aspirantes a estrellas (tampoco nada castos) que esperan la oportunidad de acceder a formar parte del star system.
Pero lo realmente atrayente de “Hollywoodland” es el juego de roles y personalidades de sus protagonistas, encerrados en unos personajes que ninguno desea interpretar, pero del que dependen y son arrastrados hacía la perdición.

Sigue una línea argumental paralela bajo la ruta del flashback y dando las tres posibles versiones dejando al espectador que elija. Allen Coulter no se moja y precisamente es su principal error, “Hollywoodland” es tan creíble como etérea, similar al humo de un cigarrillo que se evapora lentamente: se hace un poco aburrida con la sensación constante de que sobran veinte páginas de su sólido guión.

La vendieron como una de las cintas que sonarían constantemente en las nominaciones de los Oscars y posiblemente se recuerde por ser la película que le de una segunda estatuilla a Ben Affleck (esta vez por interpretación y si le dejan Eddie Murphy, Jackie Earle Haley entre otros), que también descubrió “conexiones” mientras ponía el rostro a Superman.
¿O quién mejor puede interpretar a un pésimo actor sino es uno que ha estado nominado siete veces a los Razzies y ha ganado dos?


P.D.: Pensaba que Tomine volvería a casa por navidad. Pidieron su vuelta y regresó para votar y desparecer… El gran Txarly está en ¿huelga? y sólo se dedica a añadir críticas en su listado de favoritas, a Bloomsday le falta viagra literaria para que reaparezca su arte en forma de orgasmo intelectual, Kingo está al borde del ataque de nervios con el “fusilamiento” sistemático de sus acertadas críticas, GoVegetarian (el mejor fan que podría tener Takashi Miike o cualquier director) ya no nos maravilla con sus recomendaciones de cine oriental y el que escribe piensa seriamente en eliminar todas las suyas y “colgarlas” cuando regrese el de A Coruña.
Menos mal que Grandine, Listo Entertainment, Gisele, antonio1004, rizzo, Khaledia, Amor perro, Dromedario, Miquel y otros tantos siguen haciendo los deberes con matrícula y esta gran y adictiva página no se resiente en lo más mínimo... ¿o tal vez sí?, así que seré breve: “¡Volved coño!”

A priori con un director acostumbrado a rodar series (los Sopranos y Sexo en NY) y un guionista de serie B poco se podía esperar. Pues se equivocan, la película es una buena película de cine negro que quizás hubiese sido una obra maestra si tuviera otro protagonista (Adrien Brody, no Ben Affleck que es de lo mejor).
Bien narrada, con saltos temporales un poco confusos la historia mantiene el interés en casi todo el metraje. El problema que le veo es que tiene la manía de alargar el chicle de las subtramas hasta las 2 horas, cuando con 90 minutos hubiese bastado.
A pesar de todo merece la pena pagar la entrada