Secretos del universo (Serie de TV) (2010)

Es una serie amena y fácil de ver. En ocasiones la voz de Freeman se hace monótona y algo cansina. La serie se basa en cuestiones científicas punteras actuales, para luego extrapolar grandes ficciones o situaciones posibles futuras. Me gusta el toque conciliador entre ciencia y religión.

Después de ver todas las temporadas de esta serie, puedo dar una opinión más fundamentada. Es una serie de izquierdas fomentada por la izquierda, por lo que, obviamente, tiene ese punto de vista y no tiene problema en admitirlo. Esto no quiere decir que sea "mala", pero está tan pringada ideológicamente que más que expositor de ciencia parece una tribuna ideológica. Es decir, está demasiado contaminada como para considerarla neutra. Tiende muchísimo a una ideología muy concreta.

De positivo tiene que te informa de las últimas investigaciones y descubrimientos a nivel cosmológico, biológico y tecnológico de la humanidad. Hay cosas que te ponen los pelos de punta (sobre todo los últimos episodios donde habla de biología), otras cosas que ya sabíamos y otros episodios donde se ve claramente que literalmente los guionistas se tiran a una piscina sin agua. Te prometen un lago artificial con cisnes cuando todo lo que tienen en realidad es una ciénaga que no llega ni al tobillo.

Es una serie, como digo, interesante para ponerte al día de las últimas fronteras tecnológicas y científicas de la humanidad, pero advierto que está muy peligrosamente escorada al modernismo humanista y con una hoja de ruta muy bien marcada. El rigor científico está supeditado a la hoja de ruta, y no viceversa. A todo esto, utilizan a Morgan Freeman más como un moderador de un debate a dos aguas (jugando a cierta ambigüedad "poli bueno" -"poli malo") que como un presentador a la usanza.

Este es un taburete al que le falta una pata, pero no lo digáis demasiado alto que algunos se ofenden.