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Los niños invisibles (2001)

Los niños invisibles
90 min.
7,0
225
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Sinopsis
Tres niños se obsesionan con la idea de hacerse invisibles. Para poder lograr este objetivo deben robarse una gallina y sacarle la molleja, sacrificar un gato y extraerle el corazón y quitarle a un escapulario la foto de la Virgen del Carmen para colocar allí las vísceras de los animales sacrificados. A medianoche de un día de luna llena en un cementerio, el escogido para este experimento deberá ponerse el escapulario, y así, con la ayuda de las fuerzas de oscuridad, logrará hacerse invisible. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Fantástico Infancia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Colombia Colombia
Título original:
Los niños invisibles
Duración
90 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Colombia-Venezuela;
Links
7
Marta.
406/29(29/11/21) Buen drama colombiano dirigido por dirigida por Lisandro Duque Naranjo, con guión propio junto al el Premio Nobel de Literatura de 1982, Gabriel García Márquez, transpirándose el realismo mágico del autor de “Cien años de soledad” pro todos los poros de la historia, mezclándose con influencias de otros films, sobre todo noto elementos claros de “Cuenta conmigo” basada también en otra novela, en este caso del estadounidense Stephen King, tratando ambos relatos sobre los recuerdos de un escritor de su infancia, seguramente idealizada. Ello en un relato que es una oda a la infancia, a la ingenuidad, a la inocencia de los infantes, a sus sueños, a sus travesuras, a sus primeros amores.

En la década de 1950 en Colombia, el epicentro es un pueblo cualquiera (filmado el film en Ambalema-Tolima), una niña joven local ha sido seleccionada para representar al estado en el concurso Miss Colombia por primera vez, esto ha creado un gran bullicio y jolgorio, aumentado por la llegada de la televisión donde la gente la rodea cual si fuera un cine par a asistir a la ceremonia. Con este telón de fondo, la voz en off de un Rafael adulto (comienza así: "Contaré una historia sobre mi infancia de cuyos efectos todavía no he logrado recuperarme…"), nos cuenta la ‘aventura’ de su yo adolescente, un regordete de 12 años, Rafaelito (notable Guillermo Castañeda), que comienza a sentir picores de amor por su vecinita Marta Cecilia (Ingrid Cielo Ospina). Para poder estar cerca de ella sin que esta se dé cuenta roba un manual de magia negra que supuestamente hará que se vuelva invisible al realizar un ritual en el cementerio con la molleja de una gallina robada, el corazón de un gato y un escapulario (especie de medallón católico), para lo que pide ayuda de dos amigos.

La cinta te gana por su bonita puesta en escena que rezuma calor gracias en parte a la estupenda fotografía de Raúl Pérez Ureta (“Suite Habana”) , naturalidad, envuelta en el costumbrismo, por unas interpretaciones de los chavales cargadas de autenticidad, naturales, vivaces, con un reguero de escenas que se mueven entre lo enternecedor, lo humorístico e incluso la aventura. Todo lo vemos desde la visión de estos niños, el mundo filtrado por sus pueriles ojos, donde todo lo sobrenatural es posible, los adultos son algo al fondo. Donde la invisibilidad es la metáfora sobre como en la niñez podemos ser tan tímidos o inquietos que para enfrentarnos a nuestras obsesiones (aquí el amor) y poder introducirnos en lugares ‘prohibidos’ lo queremos hacer sin implicarnos (La voz en off de Rafael adulto nos recuerda que “Para verlo todo tenían que desaparecer…”), pasando desapercibidos, pero el mensaje del film es aleccionador en el sentido de que hay que afrontar de cara todo.

Se convierte la trama en una deliciosa inyección de melancolía, de nostalgia por esos años en que el mundo era más sencillo, una máquina del tiempo que nos hace empatizar con estos imberbes en sus andanzas con trazas de película de terror (el tener que como misión matar a un gato, hacer el conjuro en un cementerio a medianoche,...), donde la comedia brota con naturalidad. Haciendo del relato algo ameno, agradeciéndose un film que dure menos de hora y media, con lo que el ritmo es vivaz y ágil, para desembocar en un clímax satisfactorio, bien hilvanado en su idea, para que la catarsis sea una lección para niños. Aunque le epílogo me ha sido fuera de lugar.

Fue seleccionada como la entrada colombiana a la Mejor Película en Lengua Extranjera en los 75 Premios de la Academia, pero no fue nominada.

Temporalmente se sitúa el año de reinado de belleza de Amalia Navarrete, el ataque al corregimiento de Aures por parte de la insurgencia o las proezas del cuatro veces campeón de la Vuelta a Colombia en Bicicleta, Ramón Hoyos. Aunque esto solo será perceptible por alguien que sepa de la historia colombiana.

Me queda una película con sabor a realismo mágico propio del guionista y noble García Márquez. Sin ptrete4nder mucho alcanza ser un rato agradable de viaje a nuestra niñez. Fuerza y honor!!!
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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