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Las lágrimas de Jennifer (1972)

Las lágrimas de Jennifer
94 min.
5,5
187
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Disponible en:
free
Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Cuando dos mujeres son asesinadas en un lujoso edificio, una hermosa modelo se muda a una de los apartamentos vacantes y empieza a ser acosada por un hombre enmascarado, su marido se vuelve inesperadamente violento y a su alrededor comienzan a sucederse asesinatos. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Intriga Thriller Giallo
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Italia Italia
Título original:
Perché quelle strane gocce di sangue sul corpo di Jennifer? (The Case of the Bloody Iris)
Duración
94 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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3
"Aquellas gotas de sangre sobre el cuerpo de Jennifer"
Parafraseando las palabras de un antiguo verso, y todo esto viene a indicar que la chica en cuestión, Jennifer, no está a salvo, ya que parece perseguirla sin descanso un asesino por las calles, ocultándose en las sombras, y ya han caído tres mujeres antes que ella.
Pero teniendo en cuenta los que están implicados en el caso, Jennifer va a morir irremediablemente y sin ser salvada por nadie...

"Las Lágrimas de Jennifer" fue una curiosa escisión que se dio en la carrera del italiano Giuliano Carnimeo, un director con una carrera enfocada en las comedias eróticas y mayormente en los "spaghetti westerns" (aunque por algunos "frikis" es reconocido por ser el artífice de "El Exterminador de la Carretera"), destacando en su haber muchas de las aventuras del pistolero Sartana, como "Yo soy vuestro Verdugo" o "Llega Sartana", y ocurrió ni más ni menos porque eso era lo que pegaba en aquel momento en tierras italianas, cuando cientos de directores se vieron impulsados por el éxito que generó el debut de Dario Argento, "El Pájaro de las Plumas de Cristal", viendo que se podría sacar jugo de aquel género, y que en realidad ya en los '60 tenía su popularidad ganada gracias a los films de Mario Bava: el "giallo".
Por supuesto hubo directores que supieron inmiscuirse con eficacia en esta especie de "thriller" a la italiana como Lucio Fulci, Sergio Martino o Umberto Lenzi, y otros que simplemente se dedicaron a copiar las ideas de sus coetáneos repitiendo los mismos tópicos y ofreciendo historias sin sustancia y con poco interés.

Tenía una premisa que podría haberse aprovechado mejor, la verdad, pero no, este "giallo" de Carnimeo, apareciendo acreditado como Anthony Ascott (todo sea para darle un toque más internacional y comercial al asunto), se queda en la categoría de aquellos que pudieron ser pero no fueron. Empieza de una manera muy interesante, con una chica rubia la mar de mona entrando en el ascensor de un edificio, atestado de gente, siendo apuñalada por un individuo del que desconocemos su identidad, y luego descubierta por algunos inquilinos del lugar.
El primero de una serie de asesinatos de mujeres donde se mete de lleno una guapísima modelo sin muchas luces llamada Jennifer, quien es constantemente acechada y atacada, no sólo por el criminal, sino también por un antiguo ex-novio que la introdujo en una especie de secta de "hippies" chiflados (como se puede ver, el argumento brilla por su sentido). De paso, para rizar el rizo, un comisario más pendiente de su colección de sellos que de atrapar al asesino, irá deambulando de aquí para allá sin hacer nada en absoluto.

Durante un cierto tiempo, Carnimeo coge el guión de Ernesto Gastaldi y juega con las claves del "giallo" ofreciendo todo lo que un fan de dicho género puede esperarse: violencia, sexo, sangre, desnudos, algo de misoginia y bastante sentido del humor. Incluso el hombre sabe regalarnos algunas escenas bien filmadas y presentadas con unos muy originales planos, donde vuelven a hacer acto de presencia técnicas tan típicas del cine italiano como los rápidos "zooms" o los movimientos mareantes de cámara. De primeras el suspense se desenvuelve aceptablemente, llegando a enganchar por su mezcla de clichés, incluso determinadas vueltas de tuerca que va pegando la trama resultan emocionantes e inesperadas...
Pero dicha trama se va desmoronando poco a poco, a medida que avanza, hasta culminar en un giro final que se hace incomprensible; la razón es la poca seriedad que alberga y los personajes tan inútiles y estereotipados que la protagonizan. Repite esa despampanante Edwige Fenech como víctima en un "giallo", aportando su increíble físico y su anodina manera de actuar, encarnando a la protagonista; la siguen Giampiero Albertini como ese comisario sarcástico y abusador de poder, ese detestable fotógrafo que interpreta Oreste Lionello y esa Paola Quattrini que encarna a la odiosa de Marylin, un personaje de lo más desagradable, por imbécil, y que hasta cuando va a morirse tiene que meter la pata.

Y bueno, ni hablemos del ayudante del comisario, que no es más que un alfeñique que está ahí para hacer gracietas. Los únicos más o menos decentes son George Rigaud, en la piel del asesino, y uno de los actores fetiche del director, George Hilton, en el papel de Andrea, que con el poco tiempo que aparece pues se podría decir que está más que correcto.
Mil veces mejor se podría haber llevado esta película, pero en fin, al menos con ésta Giuliano Carnimeo demostró que el "giallo" no era para él. No obstante influyó en otros posteriores títulos del género, como "Desnuda ante el Asesino" o "Crímenes en Portada", de Lamberto Bava.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Flojo
Flojo, irregular, decepcionante y bochornoso Giallo, echando a perder una propuesta interesante que podría haber dado para algo mucho más llamativo e interesante. Pobres interpretaciones y mala calidad técnica en su conjunto. Intrascendente y para olvidar.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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