Gatos encaramados (TV) (2004)

Entretenido documental de Chris Marker donde busca el rastro de unos extraños graffitis con parecidos razonables de “Alicia en el país de la maravillas” o “Mi vecino Totoro”. El gato amarillo ha invadido Paris. Hasta el puente de “Hôtel du Nord” de Carné queda relegado a un segundo plano. El minino la lía. Algunos confunden el fenómeno en la red con pornografía por arte de los buscadores. Mientrás Le Pen o Le-Pain sale en la segunda vuelta frente a Chirac en el 2002 o Bush invade Irak. El mundo esta revuelto, pero el gato seguirá allí, plantando en las paredes.
El director de “Sans soleil” vuelve a dirigir su mirada sobre la vida que le rodea para ampliar las ondas resonantes que emergen. Así de una pared, sale un edificio, de ese edificio una calle, de esa calle un barrio y así hasta llegar a todo un país.
Radiografía, por otro lado, lejos de sus mejores trabajos aunque sabe leer claramente las emociones y los hechos que rodean a la gente en las calles. “Chats perchés” es un documental claramente político rodado en una época convulsa, y por lo tanto, interesante.

«Una antigua leyenda dice que el Duque Gediminas, fundador de Vilnius, una vez soñó con un lobo que aullaba en una colina. Un sacerdote interpreta este sueño de la siguiente manera: Debía construir una ciudad de la que se oyera en el mundo entero, así como oía al lobo aullar. Este film está dedicado al Sr. Chat y para todos aquellos, que como él, creen una nueva cultura.»

Me gusta mucho Chris Marker porque es un director que habla de cosas muy complicadas, pero lo intenta decir siempre de manera muy sencilla, para que los que no somos muy listos (o listas, jeje) lo comprendamos. A veces no me entero de muchas cosas, porque la memoria de este director es enorme, pero creo que de eso se trata: de intentar capturar bellos momentos entre todo el torrente de ideas e imágenes que propone.

Esta última quizás no es de sus mejores películas, pero siempre es muy muy bueno. Como los fans de Marker saben, es un gran amante de los gatos (¡como yo!), así que se decidió a filmar por París los graffitis que un artista galo realizó. Así Marker, el viejo intelectual, se encuentra (una vez más) con las formas artísticas más contemporáneas, y de paso nos damos un bonito paseo por París, esa ciudad tan bonita a la que espero poder ir algún día.

En el cine de Marker vivimos de instantes excepcionales y esta película, más tranquila de lo habitual, te lo proporciona, pues al verla tengo la misma sensación que una tarde de domingo en la que no hay que ir a clase ni hacer nada especial. ¡Muy chula!