Actrices (1996)

El planteamiento de "Actrices" es magnífico: una estudiante de teatro que va a realizar una importante prueba, entrevista a tres actrices para recabar información sobre "la Ribera" (un auténtico mito de la interpretación) y consejos. Con ello, Pons no solo busca el retrato del mundo de la actriz y de las tripas del teatro, sino que es una simbiosis de vida y teatro a través del retrato de tres tipos de mujeres distintas: una reconocida y en un maduro apogeo, narcisista y fría (Espert); otra, sepultada por el mundo de la televisión dónde conduce un programa basura, mujer que a través de la comedia salva el lado trágico de la vida (Sardá); la última, oscurecida por su trabajo de doblar películas, que autorenunció al mundo de la farándula, nostálgica y enferma (Lizarán). A las tres las une la envidia, las mentiras consentidas, los sentimientos, los reproches mutuos a la vez oxigenantes y a la vez egoístas y terribles, la falta de memoria de lo que uno no quiere recordar.
Guíado por un material sólido y un buen guión, Pons alumbra una obra que homenajea a las actrices y al teatro, que muestra el lado maravilloso y durísimo del mismo (ambos inseparables) y que contiene momentos de brillante intensidad dramática. El director catalán ha efectuado un reciclado notable y coherente en su cine -"Caricias", "El porqué de las cosas", "Amigo/Amado"- tras su mediocre etapa de "comedia catalana", y va adquiriendo dotes de artesano que conoce bien el oficio.
Qué duda cabe que precisamente "Actrices" es un trabajo portentoso de éstas. El trío Espert-Sardá-Lizarán es de órdago y Mercé Pons responde con holgura a ellas con una interpretación de espectadora del espectáculo de ellas dónde nunca se deja engullir y asoma la cabeza y se mete en el festín de forma considerable y admirable. "Actrices" es, pues, una radiografía de las actrices, de las intérpretes, del teatro, de la vida. Quizás son tópicos, pero son inagotables y aquí no lo parece.

El director catalán, Ventura Pons, lleva a la gran pantalla una obra teatral de Benet, de forma muy elegante y con gran estilo, gracias al reparto de divas de la escena con el que cuenta: Nuria Espert, Rosa Mª Sardá y Anna Lizarrán, quienes enseñan a la aspirante a actriz Mercé Pons, las ventajas e inconvenientes de la profesión.

Estas veteranas, a pesar de salir de la misma escuela sus carreras han seguido caminos diferentes; una triunfa internacionalmente, otra está absorbida por la televisión y la otra se dedica al doblaje. Cada una de ellas tienen distintas visiones de una misma realidad, puntos de vista que la joven irá descubriendo e interpretando, para así construir un personaje.

Un ambiente minimalistas, consigue que lo mas destacable sean las actuaciones de las brillantes protagonistas, todo un duelo interpretativo. Una historia donde prevalecen los diálogos, para el disfrute de los amantes del arte dramático, toda una lección.