Días de otoño (1963)

Terminando de ver “Días de Otoño” (1962) de Roberto Gavaldón con Pina Pellicer, Ignacio López Tarso, Adriana Roel, Luis Lomelí, Graciela Doring, Hortensia Santoveña, Eva Calvo, Evangelina Elizondo, entre otros. Melodrama mexicano al estilo del “thriller psicológico”, está basado en el cuento “Frustration” de Bruno Traven, que se caracteriza por una descripción detallada del entorno, la presión social y la frustración de su protagonista, una pueblerina que llega a la ciudad a trabajar en una pastelería; por la presión social, construye toda una farsa que termina por atraparla. La película, muy adelantada y arriesgada para la época, pone a reflexionar sobre temas como la imposición de la mujer a tener familia, y la búsqueda del amor de un hombre como método para obtener la felicidad, además muestra una sociedad regida por el machismo y la sumisión de la mujer al hogar y a los hijos que debe tener; y se cuestiona el papel inferior de la mujer, e incluso se desafía al hombre a la hora de tomar decisiones, algo sorprendente para la época en que fue filmada. Luisa, la protagonista, además de ser bonita, hacendosa, trabajadora y confiable, está loca… y es debido a la presión social; pues ella lucha inconscientemente por ser, si no aceptada, al menos respetada, y es aquí donde entramos al punto feo de la película, pues toda la historia se basa en el temor al fracaso y a la burla que sufre, la cual prefiere construir y vivir una mentira, antes que soportar la idea de no ser una “buena mujer”; por lo que la trama llega al nivel de la psicopatía, donde se suma el miedo con problemas emocionales anteriores que resultan en el colapso emocional irreversible. Le puedo achacar el final, abierto, pues desconocemos qué pasará con Luisa, si cayó en la locura, o iniciará una vida con Albino. Técnicamente, se demuestra, como no podría ser mejor, el buen hacer de Roberto Gavaldón, un genio de la dirección, y la fotografía del gran Gabriel Figueroa, así como la hermosa banda sonora de Raúl Lavista; pero donde sobresale es el reparto: Pina Pellicer como Luisa, vive el gran drama de huir de la realidad monótona, gris, y limitada, y como actriz, se nota la profundidad emocional del personaje, de manera íntima e intensa, tanto desde la tristeza, el patetismo, la esperanza, el temor, la angustia, la ternura, la inocencia, el cansancio, hasta la sonrisa forzada que revela la mentira y el desencanto; y nos sobrecoge, hasta arrastrarnos a su atmósfera de lucha entre su asfixiante realidad, y su agobiadora ficción; mientras Ignacio López Tarso como don Albino es un papel muy secundario, que es difícil de valorar, porque no se logra desarrollar por culpa de un guión limitando su acción. Lo que realmente impresiona, es haber visto la gran actriz que fue Pina Pellicer, que con tan solo 5 películas, se suicidó 2 años después de esta producción, a la edad de 30 años, presuntamente a causa de una depresión. Nos queda un preámbulo de su futuro: “Un día acabará el olvido, o acabará la esperanza” Desolador.
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
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