La mentira (1970)

Una de las adaptaciones más fieles a la novela de Caridad Bravo Adams, es un culebrón clásico que se sostiene precisamente en lo que le da el título y en lo que ésta genera.
La trama no tiene mucho para dar, lo más interesante a nivel argumento son las contradicciones del protagonista, que se debate entre el odio que le tiene a la mujer que cree culpable por el suicidio de su hermano y el amor que siente por esta, luchando constantemente contra uno u otro.
El resto la verdad que no aporta mucho, la villana es típica de culebrón, retorcida, oportunista, hipócrita, ambiciosa, y la heroína, igual, fuerte, carismática, el antagonista masculino otro cliché, un personaje bueno, aunque manipulable y débil, ya para la época en que se hizo esta versión la historia había envejecido mal.

Dicen que el cine debe aspirar a mostrar la visión de DIOS, tiene que ser masivo en escala, épico en sus situaciones, deber ser el arte que imita la vida misma y la adorna.

La Mentira (1970) falla miserablemente en este cometido, pero ¿Por qué?

Basada en el melodrama o novela homónima de Caridad Bravo Adams, traslada de manera literal todos los vicios y clichés de una telenovela a la pantalla grande.

Un melodrama, novela, telenovela o culebrón como ustedes quieran llamarlo es casi una parodia de la vida misma disfrazada de drama, es exagerado, surrealista e impensable muchas veces.

En una telenovela sus protagonistas actúan de manera impensable, es decir se les despoja de todo raciocino en favor de la trama, Ejemplo: Si el villano finge su muerte a mitad de la misma y regresa poco tiempo después pretendiendo ser alguien diferente, los protagonistas lo creerán porque... solo porque sí, porque favorece al guión.

Y así uno de los mayores clichés de los melodramas es que: Los buenos son tan buenos que rayan en la estupidez y se dejan hacer de todo y los malos solo viven para hacer el mal y nadie les hace nada hasta el final del melodrama donde morirán, terminarán desfigurados o locos.

La mentira es una película mexicana de 1970 que tal cual lo habíamos dicho comete el error grave de trasladar el lenguaje de una telenovela a la pantalla grande por ende encontraremos que todos los personajes son unidimensionales y poco agradables, o sea no nos identificamos con ninguno de ellos.

La trama a grandes rasgos sin dar mucho spoiler es la de Demetrio San Telmo... “Si un nombre apropiado para un personaje de Telenovela” Quien está loco de odio puesto que su medio hermano Ricardo Silveira, codueño de una de las minas de oro más grandes del Matto-Grosso murió por culpa del desamor de una mujer misteriosa de la cual Demetrio solo tiene un pañuelo.

Es donde en una situación de confusiones, el unidimensional de Demetrio asume que la dueña del pañuelo es Verónica Castelo-Blanco...” Si, otro nombre apropiado para un personaje de telenovela” es la culpable y decide primero seducirla, luego casarse y llevársela al Matto Grosso y hacer de su vida un infierno viviente en venganza por la muerte de su medio hermano.

Por mi dinero Demetrio debería ser el protagonista, aquel por el cual deberíamos encariñarnos y entender que su confusión lo lleva a su sufrimiento y sentir empatía y un deseo de redención.
Pero en realidad es un personaje plano, vació que solo ocupa la pantalla para ser descortés con todo mundo, confrontativo, mal educado, rudo, unidimensional solo porque así lo requiere la trama. Y absolutamente nadie reacciona de manera lógica a su comportamiento hostil.

Verónica es Santa Verónica quien sufre abusos verbales, mentales, físicos, atropellos, humillaciones, vejaciones etc. Por parte de Demetrio, el socio de Demetrio, pero los soporta solo porque así lo pide la trama.
Las situaciones son inverosímiles, los motivos estúpidos y la resolución forzada en unos pocos minutos finales de la película, así que los que eran malos se hacen buenos como si les apretaran un switch, los humillados perdonan y olvidan solo porque si y los verdaderos malvados encuentran su final fatídico solo porque sí.

La mentira es un enlatado, una Telenovela metida a presión dentro de 97 minutos de puro melodrama de novela de súper mercado para el olvido.