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Retratos de soledad (2007)

Retratos de soledad
85 min.
3,9
220
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Sinopsis
Los protagonistas son personas que tienen serias dificultades para recuperar el control sobre sus vidas: Karen es una desdichada mujer que roba en centros comerciales para calmar su ansiedad. Bill es un hombre solitario que intenta pasar por la vida discretamente evitando todo tipo de problemas y riesgos. Travis, un antiguo compañero de Bill, siempre intentó hacerle la vida imposible. Gary, aparentemente el menos atormentado de todos, no es consciente del daño que causa a su pareja. (FILMAFFINITY)
Género
Romance Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Canadá Canadá
Título original:
When A Man Falls In The Forest
Duración
85 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Canadá-Estados Unidos-Alemania;
Links
Premios
2007: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes
2
Agujero argumental
Realmente es un film insoportable, de los que tendrían que venir con una pastilla para olvidarlo todo después de sufrir 85 minutos eternos de personajes completamente antipáticos y muy mal dibujados. Sin duda el de Sharon Stone se lleva la palma, es un personaje que aparece relativamente poco pero del que ni se nos explica mucho ni queremos saber más, tenemos a Timothy Hutton más perdido que un pato en un garaje y a Dylan Baker haciendo de tipo nerd inadaptado, papel que se le da muy bien dentro de lo insoportable. No hay por donde agarrar este pretencioso film de corte medianamente independiente que gusta de mostrar diferentes personajes con dramas mal explicados, inconsistentes, da la sensación de que Eslinger no quiere entrar más o arriesgar más porque no hay nada que contar. Nada.
Y esto pasó por Berlin como si tal cosa. Que lástima. Alerta roja: Película hueca.
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10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Nivel de truño: para suicidarse
“Retratos de soledad” es, en versión americana y con actores conocidos americanos, la típica película representativa del cine español de hace unos años, antes de que con los Amenábar, los Alatristes y los Faunos apostáramos por películas que llevasen al espectador al cine a entrenerse, evadirse y divertirse, no a aburrirse y pasar un mal rato. No hay drogas ni prostitución, eso sí, pero sólo por la censura de las autoridades sanitarias ante la posibilidad de un incremento en la tasa nacional de depresiones. Por si una historia de drama, cargo de conciencia y soledad nos parecía poco, Ryan Eslinger nos traslada a la claustrofobia de cuatro (¡nada menos que cuatro!) historias paralelas a cada cual con protagonistas más patéticos.

Gente sola por problemas de adaptación social, gente que se queda sola, gente que se encierra aislada en su desgracia o que se queda atrapada en un matrimonio solitario… Vamos, la peli ideal para ponerla en una tarde alegre que se quiera joder o para que afloren tendencias sociopáticas a poco que se vea con un estado de ánimo bajo. No sé… Salen caras conocidas como Timothy Hutton y ex-estrellas como Sharon Stone, que confirman con su presencia que sus carreras están de capa caída (ojalá sea temporal, aunque lo dudo), pero que pasan desapercibidos ante la carencia de un argumento más allá que lo solas que pueden estar algunas personas y de un objetivo más interesante que provocar mal cuerpo.

Puede que no tenga forma de truño y que no atufe como tal, pero lo es. Un deprimente truño, a pesar de su disfraz humano y cotidiano. ¿Quién puede pretender que alguien dedique 80 minutos a unas historias que podría ver, o incluso vivir, en algún compañero del trabajo, en algún vecino del edificio o incluso sin salir de casa? Si alguien tiene valor para ver esta película entera, que me diga si no habría podido rodarla él mismo cámara en mano y siguiendo 24 horas a algún conocido.

Insisto en que cada vez más, con todo el rollo indy, de la vuelta a lo básico, quién sabe si de la crisis, de la vuelta a lo humano y a lo esencial… el cine americano y sus estrellas están dejando a un lado el que yo creo que tiene ser el principio básico de toda película: dar al espectador un motivo para ir a verla y darle algo que no pueda tener en su vida cotidiana. En su lugar, están dando un giro hacia un cine simple de argumento fácil pero con mucha carga ideológica, política o de valores sociales… vamos lo que venía siendo nuestro cine hasta hace unos años. Que la cosa cambie, porque si no me veo sin poner en la tele nada que no sea Intereconomía o CNN+.
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6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
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