Las aceras de Nueva York (2001)

Primoroso hexágono de sentimientos agridulces sobre las starbuckianas aceras de Nueva York. Es demasiado suave, superficial y rosa, pero me parece que refleja bien esa mala costumbre que las clases medias-medias/altas han acabado desarrollando con el paso del tiempo y la desaparición de los auténticos retos románticos: la de desarrollar una capacidad de racionalizar el amor inversamente proporcional al tiempo o ganas de practicarlo. Creo que estaréis de acuerdo conmigo en que algo huele a muerto en una sociedad en la que la gente disfruta más psicoanalizándose que follándose.

El cuadro de los seis protagonistas, jóvenes, guapos y modernetes está formulado con precisión matemática. Cada chico toca a dos chicas y cada chica a dos chicos, como se puede ver a continuación. La película es tan frivolona e insustancial que te da tiempo a hacer este tipo de combos mentales sin perderte nada reseñable.

Edward Burns- Heather Graham-Rosario Dawson.
Stanley Tucci- Heather Graham-Britanny Murphy
David Krumholtz- Rosario Dawson-Britanny Murphy.

Resulta divertido o extraño ver como unas personas que poseen tan sólido autoconocimiento de sí mismas, tanta cultura, educación e independencia, sean quienes causen su propio sabotaje amoroso. Mientras que otro personaje (el interpretado por Dennis Farina) que representa el lado contrario del espectro intelectual del hexágono protagonista y que podría considerarse incluso anticuado o retrógrado, es el que mejor partido le saca a esto de la vida, el sexo y la pasión.

No me queda claro aún si Burns se ríe de toda esta gente y sus neurosis estúpidas o se está limitando a autorretratarse. En todo caso, el acierto está en saber hacernos llegar la idea, aunque sea de una manera tan...olvidable.

Hay quien dice que el cine de Edward Burns se parece en cierto modo al de Woody Allen. Yo creo que todavía tiene mucho que aprender para alcanzar el talento de Woody. Aun así, hace películas bastante simpáticas, frescas y divertidas. Este es un buen ejemplo.
Un grupo de personas hablan de sus relaciones amorosas y sexuales en un enredo de personajes bastante ingenioso. Hay diálogos graciosos, situaciones facilmente reconocibles y unos personajes que se ganan al espectador.
Es un a pena, en cambio, que todo esto suene a visto mil veces antes. Tanto por su guión como por su estructura y desarrollo no consigue levantar el vuelo, porque pese al buen oficio, nada en la película sorprende.
Un grupo de correctos actores mantiene el nivel aceptable del relato, donde destaca la encantadora pareja que forman Brittany Murphy y David Krumholtz.