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The Pirates of Blood River (1962)

The Pirates of Blood River
87 min.
5,6
30
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Sinopsis
En un pueblo de refugiados hugonotes, Jonathan Standing es exiliado por su padre a una colonia penal de las inmediaciones por su relación impropia con una mujer casada. Esta colonia penal es invadida después por piratas que obligan a Jonathan a llevarlos de vuelta a su pueblo, convencidos de que alberga un gran tesoro. (FILMAFFINITY)
Género
Aventuras Drama Acción Piratas
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
The Pirates of Blood River
Duración
87 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
7
Una inesperada y reivindicable sorpresa
Tras pasar varios años relegadas a un segundo plano, en la década del cincuenta las películas de piratas volvieron a adquirir cierta popularidad gracias al estreno de la adaptación del clásico de aventuras escrito por Robert Louis Stevenson, “Treasure Island” (1950). El éxito de dicha producción generaría una oleada de cintas de corte similar, cuyo punto en común sería la presencia de aventuras en alta mar y una gran cantidad de acción de capa y espada. Fue así como a principios de la década del sesenta, los ejecutivos de la productora británica Hammer Films, pensaron que sería buena idea probar suerte con el mundo de los piratas, para así diversificar el éxito que habían obtenido con las cintas de horror gótico. La misión de dirigir “The Pirates of Blood River” recaería en las manos John Gilling , un director sobre todo recordado por su adscripción dentro de la nómina de la mencionada Hammer Films. El célebre estudio contó con su aportación en títulos más que estimables, aunque Gilling también realizó estupendas películas fuera de dicho ámbito de producción, como demuestra la magnífica THE FLESH AND THE FIENDS (La carne y el demonio, 1960) o la mítica, THE SHADOW OF THE CAT (1961), que algunos especialistas señalan como su mejor película.

Lo primero que destaca en el film de Gilling es la grandeza de su HammerScope, unido a ello la luminosidad de la fotografía de Arthur Grant. El uso de esa pantalla ancha, proporciona al conjunto del relato una sensación de totalidad, que no va en menoscabo de ese nada soterrado grado de crueldad que anida en el conjunto del mismo. Y es que, a fin de cuentas, el film de Gilling, plantea la oposición entre la débil frontera existente entre la intolerancia y el ejercicio de la violencia. Una y otra vertiente del comportamiento humano, se darán de la mano en un relato que posee la virtud de un ritmo magnífico, la notable prestación musical de Gary Hughes, y la sensación de asistir a un espectáculo ejecutado por un equipo técnico y artístico que no solo conocían las claves del subgénero en el que se adentraban, sino que lo asumían como si este se desarrollara entre manos expertas.

Por lo que se refiere al apartado interpretativo, el elenco está liderado por Christopher Lee, interpretando al Capitán LaRouche, con un aire de amenaza y sofisticación perfecto para su rol, vestido de negro, sin poder mover su brazo izquierdo y con un ojo oculto debajo de un parche. Kerwin Mathews no es tan creíble en su rol como hugonote inglés del siglo xv, pese a que dota de un innegable carisma a su personaje y se desenvuelve bien en las escenas de acción, su actuación no es precisamente memorable. Dentro del elenco secundario, se destacan Peter Arne y Oliver Reed, quienes interpretan a los dos piratas más viles y sanguinarios del grupo liderado por LaRoche.

Una de las propuestas menos conocidas de Hammer Films que personalmente se erige como una inesperada y reivindicable sorpresa. Especialmente recomendado para fanáticos de films de aventuras y piratas y perfecto para comenzar a explorar las obras de la Hammer que no son del género de terror. El film de Gilling es la mejor evidencia de que la Hammer era mucho más que una exitosa factoría de horror gótico.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Buena Cinta de Piratas
Buena película de piratas, donde destaca la actuación de Christopher Lee, como La Roche. Como buena película Hammer, cuenta en los secundarios con Michael Ripper, como uno de los piratas. Kerwin Matthews como el héroe de la función, en los tiempos en que era desconocida su homosexualidad, dato que hasta hoy yo desconocía. Las locaciones son estupendas, especialmente una escena en la parte inicial donde se ve el barco pirata fondeado en la bahía y van en bote haca él y se ven las aguas de un hermoso color turquesa. Eficiente dirección de John Gilling. Buena para pasar casi una hora y media de entretención. Rodada completamente en Inglaterra.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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