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La voz de la primera plana (1952)

La voz de la primera plana
83 min.
7,1
477
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Sinopsis
En Nueva York, a finales del siglo XIX, en la zona de Park Row nace el periodismo independiente cuyo objetivo es enfrentarse al periodismo condicionado por los intereses económicos. La lucha por la libertad de expresión le sirve a Fuller de pretexto para volver a tratar uno de los mitos de la fundación de los Estados Unidos. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Periodismo Siglo XIX
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Park Row
Duración
83 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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8
Dando cera a Randolph Hearst
Estrenada al año siguiente de la muerte del magnate, el mismo año que la fabulosa "el cuarto poder", esta joyita desconocida de Fuller nos habla de la lucha periodismo vs. sensacionalismo y de las tácticas de acoso y derribo que se gastaban los grandes periódicos para fulminar a toda competencia que hiciese pensar a sus lectores.

La película hace un magnífico recorrido por distintas figuras e hitos del periodismo americano: James Gordon Benett, fundador del New York Herald; Horace Greeley, fundador del New York Tribune, Benjamin Franklin y sus inicios periodísticos, la aparición de la linotipia (1880) y especialmente las encubiertas referencias a la prensa amarilla creada por Pulitzer y Randolph Hearst, este último encarnado en la figura de la directora del Star, quien no duda en utilizar todas las triquiñuelas que estén en su mano para reclutar al director del Globe, su rival y competencia directa, como ya hiciera Hearst en su momento.

Película modestisima en presupuesto con correctas interpretaciones y un emocionante final que suple sus carencias con magníficos diálogos tanto en forma como en fondo. Interesantísimo documento para bucear en los origenes del periodismo basura que hoy predomina, y también para reivindicar la figura de un todoterreno como Fuller, el director que probablemente ha definido mejor que nadie la esencia del cine: "Amor. Odio. Acción. Violencia. Muerte. En una palabra: Emoción"
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
De buena tinta
Apasionado e idealista alegato a favor de la prensa libre e independiente, esta película fue uno de los mayores fracasos comerciales de Fuller, quien no sólo la escribió y realizó –cosa habitual en su filmografía- sino que también la produjo.

Fuller siempre se ha caracterizado por la originalidad con la que se aproxima a los temas y argumentos de sus películas, incluso cuando estas se inscriben en los parámetros característicos de los géneros cinematográficos; así, sus filmes del oeste, al igual que los policiacos o bélicos presentan particularidades, ya sea en el tratamiento argumental o en la realización, que revelan la original personalidad del director.

En el presente caso Fuller aborda un tema muy sentido por él, ya que en su juventud fue reportero, circunstancia que inmediatamente se plasma en su conocimiento del medio y en el amor que siente por la profesión, cuando esta es ejercida desde la honestidad. Retrotrayéndose al pasado, a los años ochenta del siglo XIX, momento en el que comienza a desarrollarse el periodismo de masas, aborda la historia de la creación de un nuevo diario, “The Globe”, que rivaliza con el estatus reinante en Park Row, representado por el diario “The Star”. Esta contraposición se revela en el carácter idealista y emprendedor de quienes fundan el nuevo diario, empezando por su editor, que contrasta con la imagen que se nos ofrece del “Star”, que encarna el establishment, esto es, la concepción del periodismo como un negocio al servicio de los grandes poderes e intereses, siendo su propietaria reflejo de esta concepción. Mientras que el primero, Mitchell, dirige el diario con criterios periodísticos, la segunda, Hackett, lo hace siguiendo pautas empresariales, incluso cuando desata una auténtica guerra contra su advenedizo competidor.

La película cuenta con un buen guión, que en todo momento enfatiza eficazmente los dos modelos periodísticos y editoriales referidos, y que de paso hace una loa a los profesionales, a los auténticos periodistas y reporteros, que con su trabajo entusiasta e independiente son retratados como la más sólida base del periodismo. Por el contrario, algunas de las soluciones argumentales no parecen tan acertadas, pues la relación entre Mitchell y Hackett, aunque propicia buenos diálogos, resulta un tanto inverosímil, y la desaparición de un importante personaje, parece poco explicada. Por lo que respecta a los diálogos cabe decir que son muy brillantes, especialmente en el primer tramo de la película, rebosando humor e ironía, y que además permiten que el espectador conozca bien las motivaciones de los personajes principales, en general bien interpretados, aunque yo prefiera en este caso la labor de los secundarios a la de los protagonistas.

Algunos de los principales rasgos de originalidad del filme se encuentran en su realización; a destacar esos prolongados y magistrales planos secuencia ambientados en la barra del bar, que sirven para presentar a todos los personajes, y también los travellings filmados con grúa a lo largo de Park Row, llenos de dinamismo y con una perfecta puesta en escena.

Obra personalísima de su autor, merece la pena dedicarle atención en espera de que su idealismo, por ingenuo que pueda parecer, nos recuerde el importante papel de la prensa y de los periodistas, especialmente en estos días en los que las noticias parecen subordinarse o ser meros pies de página de los anuncios publicitarios.
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
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