Diligencia a Thunder Rock (1964)

La diligencia fue un sistema de comunicación con un coche tirado por caballos harto empleado en América como en Europa durante largo tiempo. Debe su nombre a la propiedad que mejor la definió: la puntualidad y la seriedad en el cumplimiento de horarios e itinerarios.
Pero con el nombre de "diligencia" conocemos también a la virtud cardinal caracterizada por la prontitud, el esmero y el cuidado en hacer algo. Forma parte de la caridad pues está motivada por el amor, de hecho procede del verbo latino "diligere" que significa amar. Diligencia, además, es la virtud que combate la pereza.
Y perezosa a más no poder se muestra esta "Diligencia" de Clark. Cinta lenta y premiosa con largos silencios que trata de llenar la banda sonora. A lo largo del metraje hay una evidente falta ritmo y de tensión emocional.
Y no será por falta de argumento, que le sobra como puede verse en spoiler. Buena parte del mismo se desarrollará en una de las postas, en un claro guiño a "La diligencia" (Ford, 1939), donde se entrecruzan los caminos y los amores de un sheriff honrado, un pistolero que necesita el dinero para pagar la operación de ojos de su hija ciega, un joven conductor de diligencias, Dan Carrou (Agar), y los Parker, una arruinada y destartalada familia con dos hijas que está al frente de la posta.
Muchos personajes y muchos temas. Demasiados. Sobra claramente todo lo relativo al pistolero que desaparece de escena sin muchas explicaciones, la efímera presencia de los banqueros mafiosos que son vistos y no vistos e, incluso, la tardía y intervención del viejo Ross. Hasta algunos indios aparecen por allí.
Por otra parte el desenlace se produce de forma brusca, sin la más mínima explicación que le otorgue un poco de credibilidad. Porque sí.
Lo mejor la relación entre las hermanas Parker. Leah de vuelta de las cosas explica a su atrevida hermana Julie (Goddwin) que "La vida es como una tienda de dulces, he tomado una golosina aquí y otra allí. Demasiado dulce no es bueno". También la importancia de tener siempre las ideas claras, pues "Para una mujer dudar es perder".
En fin, una película floja pero que si no hay otra cosa mejor que hacer puede verse.