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Hamlet (TV) (2009)

Hamlet (TV)
182 min.
7,4
104
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Sinopsis
Adaptación de la BBC de la famosa obra de William Shakespeare, con el mismo reparto de la versión teatral y una puesta en escena que mezcla clasicismo y modernidad. La conocida historia se centra en el príncipe Hamlet de Dinamarca y su venganza sobre el asesino de su padre, que ha usurpado el puesto de rey. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Teatro Telefilm
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Hamlet
Duración
182 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Shakespeare: Hamlet
Premios
2010: Emmy: Nominada a mejor actor sec. en miniserie o telefilm (Patrick Stewart)
2009: Nominada Premios BAFTA TV: Mejor fotografía e iluminación
7
To BBC or not to BBC
¿Qué es más noble para el alma soportar
las flechas y pedradas de la televisión española
o armarse contra un mar de adversidades
y traicionarla con la British Broadcasting Corporation?

Dormir o gozar, nada más.

Y si gozando terminaran
las angustias y los mil ataques artificiales
herencia de la comodidad, sería una conclusión
seriamente deseable.

Dormir o gozar: gozar, tal vez soñar.

Sí, ese es el estorbo;
pues qué podríamos soñar en nuestro sueño televisivo
ya libres de la basura nacional,
es una consideración que frena el juicio
y da tan larga vida a la desgracia.

Pues, ¿quién soportaría los azotes e injurias de "Los Serrano",
el desmán "Física y química",
la afrenta de "Ana y los 7",
las penas de "Yo soy Bea",
la tardanza de los anuncios,
la arrogancia de los programadores,
los insultos que sufre la audiencia,
pudiendo cerrar cuentas uno mismo
con un simple ratón?

¿Quién lleva esas cargas,
gimiendo y sudando bajo el peso de esta vida,
si no es porque el temor al más allá,
la tierra inexplorada de las series británicas
como esta buena actualización de Hamlet
que nos hace soportar los males que tenemos
antes que huir hacia la caja tonta?

La comodidad nos vuelve unos cobardes,
el color natural de nuestro ánimo
se mustia con el pálido matiz del pensamiento,
y empresas de gran peso y entidad
por tal motivo se desvían de su curso
y ya no son acción.

Pero, alto: la bella BBC.
Hermosa, en tus plegarias
recuerda mis pecados.

Algo huele a podrido en la televisión española.

Hay más cosas entre la primera y sexta cadena, Horacio, de las que sospecha nuestro mando a distancia.
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35 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La tragedia hamletiana.
362/08/09/10/21) Atractiva enésima versión de la icónica obra homónima de William Shakespeare publicada en 1602, en este caso una adaptación televisiva para la BBC de la Royal Shakespeare Company que llevó a los escenarios en 2008 dirigida (aligual que en el teatro) por Gregory Doran, contando con un elenco (el de la producción teatral) encabezado por David Tennant en el papel principal del Príncipe Hamle , Patrick Stewart como el Rey Claudio y el fantasma del padre de Hamlet , Penny Downie como la Reina Gertrude, Mariah Gale como Ofelia , Edward Bennett como Laertes, Oliver Ford Davies como Polonius y Peter de Jersey como Horatio. Una versión austera con solo una escena exterior, trasladando la acción a la actualidad (de ahí que una de las muertes sea en vez de con un estoque de espada, por un disparo de revólver), con vestuario moderno (desentonándome el demasiado juvenil de Hamlet), con decorados frugales de adornos, mucho espejo y fondos negros reflectantes, creando una sensación de ambiente cerrado sin ventanas, donde no hay sol, proyectando claustrofobia climática, ello en pos de resaltar a lo importante aquí, pues la historia es la consabida tragedia, sin innovaciones en la historia, ni enfoques nuevos en su temática de conspiraciones palaciegas, con apariciones fantasmagóricas, magnicidios, locura, asesinatos, amagos de incesto (radiografiando la fina línea que separa el amor entre madre hijo del amor carnal), ansias de venganza, planes perversos con compañías de teatro (la meta-realidad con el teatro dentro del teatro para el teatro, o en este caso la tv), monólogos ardientes de sentimientos, y para coronarlo un akelarre de muerte durante el duelo climático. Aporta visualmente el para mí, discutible por desconcertante y desorientador elemento del salpicado de visiones a través de cámaras de seguridad en b/n (ya desde la aparición inicial del fantasma), quizás para romper la estadía teatral, cual para hacernos sentir voyeures (supongo), teniendo protagonismo estas cámaras cuando Hamlet da uno de sus monólogos a una de estas, incluso arrancándola; está el modo de visualizar Hamlet a Claudio durante la (manipulada) obra de teatro a través de una cámara Súper 8 de mano en tonos granulados; y el más acertado de algunas tomas sobre un espejo roto con el reflejo de protagonistas a modo reflejar alegóricamente lo fragmentado de la mente rota, ello aparece cual parte aguas a partir de un punto sin retorno de una muerte. Ello profundizando en la convulsa psique de un protagonista donde la demencia y la cordura son difusas en su mente.

Son tres horas de duración (la obra original dura aún más, siendo la de más duración del Bardo de Avon) viene empaquetadas, desarrollada con intensidad y tensión dramática. Pero como no hay relato o enfoque distinto, y nadie se va a sorprender por las muertes o giros, pues son los tropecientas veces vistos, nos atenemos a disfrutar sobre todo con las actuaciones, y en este caso estas son espléndidas.

David Tennant (para muchos el eterno Dr. Who de tv) da una actuación electrizante, desabrida, cargada de energía y vitalidad, con una expresividad y gama de sentimientos desbordantes de rabia, toda una gama de emociones que te cala, en un sinfín de vaivenes entre la ira y la locura que no sabes bien donde está en cada momento, lo cual da complejidad al rol, añadiendo dosis de humor a su caracterización (su sarcástico diálogo con Rosencrantz & Guildenstern [inanes Sam Alexander y Tom Davey]; sus respuestas durante el interrogatorio por la muerte de Polonio), siendo arrolladores los clásicos soliloquios, como el mítico del ‘Ser o No ser’, o cuando ‘sueña’ con matar a su padrastro (patra el intermedio); Patrick Stewart es Claudio con temple, majestuosidad, sibilino, sutil, matizado con remordimientos de culpa, teniendo su punto nihilista-divertido su momento final. También da vida al fantasma de su hermano asesinado, algo grimante pues hace suponer eran gemelos, añadiendo una capa de complejidad innecesaria; Oliver Ford Davies como Polonio da una interpretación cargada de sentimiento y fuerza; Penny Downie y su Gertrude resulta conmovedora en su conflicto interior que va germinando hasta ese final asumido por saberse sin salida; Mariah Gale encarna a una Ofelia que tiene un arco de desarrollo radical, de la angelical y enternecedora joven desorientada del inicio al delirio, esto la actriz lo expresa con enorme empatía, mostrándose frágil, voluble, un juguete que lo vemos romperse ante nuestros ojos; Peter De Jersey como el fiel amigo Horatio de Hamlet da un actuación cercana al homoerotismo, aunque algo blandito; Edward Bennett como Laertes da bien con su papel, sin más; Mark Hadfield como el sepulturero está en el lado de lo negativo, con una actuación caricaturesca y algo estridente.
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