Las mariposas disecadas (1977)

Siempre que hablo de películas mexicanas como esta (olvidadas, ocultas, raras, etc.) me intriga el porqué y cómo quedaron tan relegadas en la historia del cine. Hace algunos años la miré por TV (en ese entonces no había visto tanto cine como ahora) y aun así me quedé con la impresión de que estaba ante algo diferente. Pasado el tiempo y vista de nuevo, con más análisis, puedo decir que es una obra redonda. Difícil es encontrar opiniones acerca de "Las mariposas disecadas" en páginas o sitios especializados de cine de culto; teniendo en cuenta que aparece ni más ni menos que Silvia Pinal, la musa de Buñuel, esperaría uno que fuera un poco más conocida, si la hubiera firmado Buñuel hablaríamos de otra cosa. Hablando de Pinal, realiza una interpretación por demás sobresaliente; con una soberbia natural desborda perversión, angustia y locura por igual. El personaje que encarna (Casandra Fuller) está obsesionado con la belleza, (un ave, la juventud, las estatuas) desea preservar la pureza de cualquier manera, lo espiritual pasa a segundo plano para ella: "Dicen que la maldad siempre se refugia en lo feo, la fealdad oprime". Ya en el terreno de la historia, nos encontramos con una trama oscura, insana, tabú y políticamente incorrecta incluso hoy a día (esa puede ser una buena causa para que yazca en el olvido). La película posee un ritmo lento, no lineal, diálogos profundos, escenas algo perturbadoras y abyectas, música tétrica, una fotografía opresiva que le da un aire surrealista por momentos y que envuelve en una sensación de pesadilla delirante, de cuento de terror.

Estamos ante un claro ejemplo de cine maldito, controversial, simbólico, de joya oculta, de esos ejercicios cinematográficos que sorprenden por su extraña y arriesgada propuesta. Muchas gracias Sergio Véjar por esta maravilla retorcida que indaga en lo más recóndito del ser humano, gracias por regalarnos esta jodida obra maestra para los amantes del cine de culto más visceral.

Cassandra Fuller, una escritora que vive encerrada, en un inquietante y opresivo caserón, y que sólo habla con su canario y la empleada doméstica, tendrá una inesperada visita, de unos niños en su jardín...

(Continúa en spoilers)