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Morir de día (2010)

Morir de día
98 min.
6,7
105
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Sinopsis
Cuando se habla de la contracultura catalana de finales de los 70 y principios de los 80, hay un espacio en blanco que pocos se sienten dispuestos a rellenar: el de la llegada a España de la heroína, y las consecuencias que tuvo para aquellos que se lanzaron a experimentar a fondo su experiencia al amparo de la prometedora libertad de los primeros años de transición. Laia Manresa y Sergio Díes completan este espacio en blanco en Morir de día, a través de la historia de cuatro desaparecidos en combate: Pau Maragall (hermano de Pasqual Maragall y autor de la crónica generacional Nosotros los Malditos), Mercé Pastor (mujer de Pau Riba), el poeta y pintor Pepe Sales y el atormentado Juanjo Voltas. Con imágenes de archivo y la participación de los supervivientes, Manresa y Díes llevan a cabo de manera brillante uno de los últimos proyectos que Joaquim Jordá dejó en el tintero antes de su muerte: recordar a los amigos desaparecidos, y el aire intenso de unos tiempos llenos de posibilidades, de viajes a Formentera, de músicas dispersas y sustancias desconocidas. Morir de día, como el poema de Vicente Aleixandre que le da título, habla de quienes murieron en la búsqueda de la lucidez. (FILMAFFINITY)
Género
Documental
Dirección
Reparto
Documental
Año / País:
/ España España
Título original:
Morir de día
Duración
98 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
6
Barcelona underground.
Documental que sirve mejor de documento que de investigación, lo cual no es poco.

Deja constancia de la existencia de una gente, unos ideales y unos anhelos en Barcelona que fueron arrasados por la transición y la heroína. Muestra una parte de una parte de una parte de una generación que creyó hasta las últimas consecuencias en la libertad personal y en nuevos estilos de organización o no-organización social hasta que la realidad les pasó por encima en forma de olvido, sobredosis, elecciones, leyes, SIDA, olimpiadas y demás, pero sobretodo, por encima de todo, de incomprensión total por la mayoría de sus coetáneos, que los quiso dejar morir y jamás los entendió ni quiso hacerlo.

Tampoco parece que ellos pusieran mucho empeño en transmitir sus ideas a los demás, la verdad, quedando así relegados en una especie de guetto contracultural minoritario compartido por hijos de familias pudientes, automarginados y marginales, alejados del día a día de cualquiera. Una mezcla totalmente imposible de jóvenes hippies, anarquistas, comunistas, maoistas, trostkistas, punks, soñadores, concienciados sin afiliación, artistas y hedonistas.

Son sin duda un tema y un período interesantes y dan para mucho; creyeron que una nueva época vendría -una nueva era de verdad nueva- y la mediocridad y el sistema de siempre los aplastaron. Eso, y la heroína.

El documental en sí, pero, no añade una interpretación multiangular o novedosa del tema y se queda en un terreno asepticamente neutro, sin atreverse a ensalzar o denunciar o analizar. En una interpretación muy fría del término documental, expone y ya. Que sirva ello al menos para que no se olvide el paso de todos esos jóvenes por nuestra sociedad y quede constancia de una época extraordinariamente convulsa y difícil que aún no ha resuelto las preguntas que planteó.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Para personas especialmente interesadas en hippies, drogas y política.
El documental muestra una parte de las vidas de varias personas durante los años 70 y 80. En todas ellas se hace referencia a las drogas, los ideales hippies y anarquistas, la transición española y algunas otras cuestiones en relación a estos temas. Es interesante la forma en que se muestran estas cuestiones entremezcladas en un mismo documental
A pesar de ello, considero que aunque la forma de presentar el documental resulta en cierto modo novedosa su contenido no lo es, de hecho en ningún caso se están presentando puntos de vista diferentes a la historia ya conocida que aporten algo interesante a lo que el espectador conozca sobre el tema. En ocasiones se repiten las mismas historias dentro del documental aunque con otras palabras, lo que provoca en ocasiones un desinterés total en los testimonios que se presentan. No se trata de puntos de vista distintos sino de repeticiones.
Lo único que, para mí, resulta más novedoso es el momento en que se plantea que los primeros drogadictos en España fueron utilizados para probar medicamentos contra la multitud de enfermedades que provocan las drogas. Igualmente resultan interesantes los testimonios de algunos de los que vivieron aquella época y sobrevivieron.
Considero que es un documental para personas que estén especialmente interesadas en el tema.
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3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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