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Un instante, una vida (1977)

Un instante, una vida
124 min.
5,6
522
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Trailer HD (INGLÉS)
Sinopsis
Bobby Deerfield (Al Pacino) es un exitoso piloto de coches de carreras. Sin embargo en su vida personal no sabe asumir un grave problema: su amada Lillian tiene una grave enfermedad, pero él, incapaz de enfrentarse a la situación, busca consuelo en Lydia, una seguidora suya...
Basada en la novela de Erich Maria Remarque de 1961 "Heaven Has No Favorites". (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Deporte Coches/Automovilismo Enfermedad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Bobby Deerfield
Duración
124 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de Erich Maria Remarque
Links
Premios
1977: Globos de Oro: Nominada Mejor actor - Drama (Al Pacino)
6
Singular historia de amor y emocionado canto a la vida
Producida y dirigida por Sydney Pollack, se basa en la novela "Heaven Has Not Favorites" (1961), de Erich Maria Remarque. Se rodó en París, Florencia, Le Mans, Montmeló, Bellagio y en los Billancourt Studios (París). Obtuvo una nominación a los Golden Globe (actor drama). Se estrenó el 29-IX-1977.

La acción tiene lugar en Francia, Italia y España, en 1976/77, a lo largo de varios meses. Narra la historia del piloto norteamericano de Fórmula 1, Bobby Deerfield (Al Pacino). A la salida del centro hospitalario donde se recupera un compañero herido, conoce a Lilian Morelli (Marthe Keller), muchacha apasionada y vitalista, de muchos amantes, enferma de leucemia. Entre ambos nace una amistad que deriva en romance.

La película enfrenta al protagonista y al público con el tema de la muerte, siempre difícil e ingrato. Bobby vive bordeando la muerte, que acecha a los pilotos de carreras de los grandes circuitos. Cuando un amigo y compañero muere accidentalmente en una carrera oficial, se ve sumido en un estado de profunda tristeza. Se refugia en las atenciones y el consuelo de Lydia (Anny Duperey), fan y amante. Las cosas cambian, cuando conoce a Lilian, enferma terminal, apasionada de la vida, que le enseña cómo afrontarla con alegría, optimismo y deseos de apurarla con intensidad. La vida es una cosa tan grande, que hay que aproveharla sin concesiones y sin excepciones. Incluso la vida de un enfermo terminal contiene tantos atractivos que no se debe renunciar a ellos. El vitalismo de Lilian le contagia la ilusión por la vida y la alegría de vivir que necesitaba para ser feliz. Son escenas destacadas del film la de los globos aerostáticos que sobrevuelan el lago Como y alrededores y la entrada a Florencia de Lilian y Bobby por un puente desde el que se ve el Ponte Vecchio y su reflejo en el agua. Florencia es el símbolo de la vida y la belleza, porque fue la cuna del Renacimiento, que disipó el oscurantismo medieval y abrió las puertas del mundo a una nueva era creativa, libre y tan inmortal como Dante, Miguel Ángel, Leonardo, Giotto y otros.

La música, de Dave Grusin, colaborador de Pollack en unas 6 películas, aporta una hermosa partitura que rebosa alegría, romanticismo y lirismo. La fotografía, basada en un dibujo excelente, usa una paleta de colores suaves y aprovecha la fuerza del claroscuro (blancos/verdes, cremas/marrones, pastel/rojo y negro). Incluye imágenes de gran belleza visual, que sitúan la estética del film en las coordenadas de los gustos del cine americano de los últimos 70 y primeros 80. El guión construye una historia de amor que deviene un canto sobrecogedor a la vida. La interpretación de Pacino es impecable. Le dan réplica una inspirada Marthe Keller y una más que atractiva Anne Duperey. La dirección sabe cómo hablar de la muerte para inspirar ansias de vivir.

Película de correcta factura y de gran interés para momentos de fatiga en los que conviene recuperar fuerzas y fortalecer la alegría de vivir.
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26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Un profundo mensaje, un gran problema...
"Cuando te arriesgas a hacer algo, la vida es más dulce". (Lilian a Bobby)

Bobby Deerfield (Al Pacino) es un frío piloto de Fórmula 1, con una vida fuera de las pistas, un tanto rutinaria y vacia, para él todo gira entorno a su única emoción: su profesión, pero es justamente a propósito de un terrible accidente en la competencia, en que él conoce circunstancialmente a una chica bastante peculiar (Marthe Keller, en un carismático personaje), quién con su forma de ser algo ingenua, pero muy fresca y sincera, se va ganando el corazón del completamente opuesto piloto. Le va mostrándo, entre "disparates" y actitudes aparentemente "infantiles", pequeños detalles que, personas como el rutinario Bobby, pasan por alto a lo largo de la vida, cosas como dejarse llevar por la emoción de un improvisado viaje, de dejarse encandilar por la mágia de una sincera sonrisa, de la alegría de tener siempre algo que contar, de tener siempre ese entusiasmo por competir en algo, del encanto de dejarse llevar por la imaginación a veces, etc, haciéndo que su existencia tenga mágicos detalles que antes no tenía, lo que Bobby no sabe, es que Lillen es una paciente de cáncer avanzado...
Dirigida por Sidney Pollack, es una película con muy buenas intenciones, pero que (para mí) adolece de un gran problema, está narrada con un ritmo muy, pero muy lento e incluso por momentos apático, (sólo animada por los personajes protagonistas) sin embargo -para un seguidor de Pacino como yo-, valía la pena pasar por alto esta pesada barrera, y meterme de lleno en la historia... lo logré, al final quedé con la sensación de haber visto algo al que el tiempo no le ha hecho muy bien, pero con un profundo mensaje...

Un llamado a los colegas de Filmaffinity en el spoiler!
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18 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
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