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Entusiasmo. Sinfonía del Donbass (1930)

Entusiasmo. Sinfonía del Donbass
67 min.
7,3
307
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Sinopsis
Para su primer filme sonoro, Vertov tenía un propósito radical: explorar el sonido directo y sus posibilidades expresivas como nadie lo había hecho. Entuziazm es una obra única en la que los sonidos (en particular los industriales) dialogan con voces y músicas. (FILMAFFINITY)
Género
Documental Cine experimental
Dirección
Reparto
Documental
Año / País:
/ Unión Soviética (URSS) Unión Soviética (URSS)
Título original:
Entuziazm: Simfoniya Donbassa (Enthusiasm: Symphony of the Donbass)
Duración
67 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
7
Sinfonía filmada
Con "Entusiasmo" Dziga Vertov nos confirma algo que ya habíamos intuído al ver su genial obra maestra "El hombre con la cámara": el cine-ojo, alejado de los melodramas, del argumento literario y del teatro, eso sí, pero con una concepción musical del cine. Y estamos en momentos de vanguardias artísticas como el constructivismo o el futurismo, hoy poco comprendidas. Película admirada por Chaplin, tiene la particularidad de tratarse de un film sonoro, si bien el sonido no está grabado a la par que el sonido, sino que utiliza distintas obras musicales y tomas de sonidos en fábricas o el campo y les aplica a ellas también técnicas del montaje. Hay un evidente tono propagandístico en el contexto de los primeros planes quinquenales. Hay quizás un exceso de marchas en tono militar, pero además de los toques de música clásica, destaca sobre todo el tratamiento "musical" que se le da a los sonidos de los obreros en las fábricas, toda una innovación y atrevetimiento.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"Энтузиазм: Симфония Донбасса" (1931). Д. Вертов. "Entusiasmo: Sinfonía del Donbass" (1931). D. Vertov. Imagen vs. sonido en el documental revolucionario soviético. Francisco Huertas Hernández
Dziga Vertov (Давид Абелович Кауфман) (1896-1954) ha pasado a la historia como creador del кино-оки, Киноки (Cine-Ojo), una estética cinematográfica, caracterizada por la búsqueda de la objetividad en la plasmación de las imágenes, filmadas sin preparación previa, aceptando que la cámara capta la realidad mejor que el ojo humano, con la consecuente eliminación de guion, puesta en escena, decorados y actores. Nace así el documental (noticiario), puesto al servicio de la causa revolucionaria en la URSS. El montaje -como en todos los maestros del cine mudo soviético- une los instantes/fragmentos tomados de la realidad.

"Энтузиазм: Симфония Донбасса", realizada en 1930, es un ejemplo de esta estética. El documental sobre el primer plan quinquenal (1928-1932) es presentado como un film épico. El objetivo de este Plan era crear una industria pesada en la Unión Soviética sin ayuda de los países extranjeros, hostiles a la Revolución.

El aspecto más innovador de esta obra es el diálogo o antilogía entre el sonido y las imágenes. El equipo de Vertov se desplazó desde Moscú a la región del Donbass donde grabó durante un mes sonidos, cuando aún no disponían de grabadoras portátiles. Después, en 1929, se filmó la parte visual, donde el movimiento humano, y, sobre todo, maquinístico, es esencial. El cine sonoro había comenzado en 1928 de manera precaria. Y Vertov pretendía revolucionar el tratamiento del sonido: no usar más que registros reales, no de estudio. El cine como reflejo de la realidad social incluye también la parte acústica.

Plano inicial: una chica ajusta unos auriculares de radio. Ella será el nexo en la yuxtaposición de secuencias posteriores. La "escucha" pasa a ser el centro de atención "diegético" y narrativo. Unos movimientos de cabeza y un primer plano-perfil del auricular hacen entrar al espectador en un mundo acústico que dialogará o entrará en conflicto con las imágenes. Un tic tac. Una sinfonía de fondo. Golpe de campana: una corona tallada. Unos ojos en primerísimo plano. ¿Por Dios, qué está escuchando esta mujer? Nuevo golpe de campana: plano picado de un santo de piedra y dos diminutas figuras humanas abajo. Fieles se persignan. Ahora sabemos que la corona pertenece a una Iglesia Ortodoxa, de la que vemos en contrapicado sus grandes cúpulas. Orejas que giran buscando la escucha. ¿Vertov quiere crear una experiencia "psicoacústica" en su montaje? Un efecto de esculturas con cruces que desaparecen, como la influencia perniciosa del clero contrarrevolucionario...

Un director -contrapicado- dirige una orquesta interpretando la partitura anunciada por la radio. La música suena con un tic tac (¿metrónomo?) de fondo. La campana se funde en el oído de la radiofonista con la orquesta. Un órgano. El plano de sus ojos es sorprendente: ¡unos ojos que escuchan! La historia del cine está llena de miradas que escuchan palabras de amor y dolor, sin embargo aquí, es un collage sonoro, una "arquitectura sonora" que introduce imágenes subsidiarias. La salida del templo de los fieles, en el montaje alternada con la mirada que escucha de la mujer de los auriculares, y con el duelo entre la música litúrgica y la festiva, simboliza el paso de la sociedad pre-revolucionaria religiosa a la nueva sociedad comunista. Hombres bebiendo vodka y emborrachándose. Mujeres persignándose y arrodillándose en la iglesia. Un caos sónico de gemidos. Pero esta alienación a través de la religión y el alcohol se transforma en un desfile con banderas comunistas del Komsomol, filmado en picado, y el humo y las sirenas de las fábricas. La mujer de los auriculares continua su "escucha" de un mundo que surge, y que el espectador puede ver, pero ella no. La manifestación va inundando la pantalla. El Primero de Mayo, probablemente. El montaje opone planos de la Iglesia y las campanas. Conflicto de mundos. El movimiento del desfile y la alegría de su música se opone al estatismo de los iconos y esculturas religiosas y las cúpulas y lo fúnebre de sus campanas. Este "Cine-Ojo" sitúa la cámara en distintos ángulos, no a la altura de nuestros ojos, sino de la ambición estético-política de su director. Y lo que la cámara selecciona luego es transformado en el montaje. Al igual que nuestros órganos sensoriales no perciben, sino nuestra corteza cerebral, eso hace el cine de Vertov: el montaje es el procesamiento cognitivo de los datos sensoriales, previamente seleccionados por la atención y el gusto por la armonía.

La segunda parte de esta "Sinfonía cinematográfica" comienza con los letreros donde leemos "Плян" (Plan). El Primer Plan Quinquenal (1928-1932). La industrialización de la Unión Soviética, necesaria para su supervivencia. "Hacia el socialismo". El film se ha convertido ya en propaganda. Pero Vertov es un genio del arte, y sus angulaciones, iluminación, encuadre y montaje experimental con sobreimpresiones e imágenes multiplicadas sobrepasa con creces la motivación política. Toda la segunda parte es una exhortación a cumplir con las metas del Plan Quinquenal en la extracción de carbón, la producción de acero y de trigo. Obreros que marchan al amanecer al trabajo entre nubes oscuras que pasan. Bellos planos subrayados con sonidos varios, alternados en el montaje con un plano cenital de una inmensa sala en la que toman asiento personas que no podemos distinguir. Minas de carbón...

"Энтузиазм: Симфония Донбасса" es fiel a su doble título: el "entusiasmo" (exaltación del ánimo producido por la admiración apasionada de alguien o algo, que se manifiesta en la manera de hablar o de actuar) colectivo en la construcción del socialismo viene a ser "materia" de la película, aunque su "forma" plenamente vertoviana tiende al arte de la armonía visual y sonora -incluso en su conflicto-, en un montaje que "inventa una realidad" más bella

Francisco Huertas Hernández
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