Testosterona (2003)

Me ha molestado bastante el tratamiento que hace del comportamiento de un estadounidense en la sociedad argentina. Estoy seguro que en Estados Unidos al guionista no se le hubiera ocurrido que el protagonista podía quitarle el arma a un policía, ni robar un libro en una librería y más hechos que por producirse cerca del final no describiré aquí. No quiero estropearles la sorpresa, aunque toda la película es un salto de sorpresa en sorpresa, pero en muchos casos forzadas e increíbles. Es un cómic, y como tal se planifica y se desarrolla y en ese caso se acepta el guión. Pero una película es un ente único y continuo, el espectador no va de viñeta en viñeta, y por lo tanto se necesita una unidad en la historia para que el espectador no se moleste y pueda producirse un rechazo de lo que está viendo. Yo quiero creerme una película o hacer que me la creo, pero no me gusta que me hagan comulgar con ruedas de molino. Con todo, la película está bien elaborada, escena por escena y la interpretación es correcta. Esto último es mucho de agradecer después de lo que estoy viendo en el cine de temática gay en el que parece que los tontos van a ser los espectadores que solo se conforman con cuerpos masculinos bien formados. Es una de las películas que se ven y adiós.