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La ruptura (1970)

La ruptura
124 min.
6,4
370
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Trailer (FRANCÉS)
Sinopsis
Hélène Régnier (Stéphane Audran) abandona a su toxicómano esposo Charles (Jean-Claude Drouot), después de que éste dira una brutal paliza al hijo de ambos, enviándolo al hospital. Hélène decide quedarse en un hotelucho mientras acelera los trámites de divorcio. Pero tiene todas las de perder ante la influyente familia de Charles quien, pese a todo, podría quedarse con la custodia de su hijo tras una serie de maniobras... (FILMAFFINITY)
Género
Thriller Drama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
La Rupture
Duración
124 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Francia-Italia-Bélgica;
Links
7
Absorbente thriller que sumerge en un universo de peligros a una madre inocente e indefensa
Escrita y dirigida por Claude Chabrol, adapta al cine la novela "The Balloon Man" (1968), de Charlotte Armstrong. Filmada en Bélgica y Paris (Francia), es una coproducción franco-belga-italiana. Se estrenó el 26-VIII-1970.

La acción tiene lugar en una ciudad francesa de provincias en 1969/70, a lo largo de varias semanas. Narra la historia de Hélène (Stéphane Audran), que en el pasado trabajó como stripper, bailarina y animadora de barra de un bar. Casada desde hace unos 5/7 años con Charles Régnier (Jean-Claude Druot) y madre de un niño de 4 años, siempre ha sido despreciada y marginada por sus suegros, ricos y arrogantes, que nunca la han aceptado en la familia. Mientras Charles ha intentado abrirse camino sin éxito como escritor, ella ha hecho frente a los gastos familiares con su trabajo. El fracaso profesional, la incomprensión de los padres, la dependencia del trabajo de la esposa y la adicción a las drogas, llevan al marido a la enfermedad mental y a la práctica de la violencia doméstica. Cuando en un arrebato de enajenación lesiona gravemente al hijo, Hélène decide iniciar los trámites del divorcio.

Chabrol es el maestro francés del cine de misterio y suspense. Le inspira su admiración por Hitchcock y Lang. En la película desarrolla un relato, intenso y conmovedor, en el que la protagonista se ve afectada por la ruína de un matrimonio, que ha tratado de salvar por todos los medios a su alcance. Se ha de enfrentar, además, al problema de la curación de las heridas del hijo, en el que no observa mejoría pese a las indicaciones positivas de enfermeras y médico. Un tercer problema pone en tensión su espíritu, cuando los suegros tratan de arrebatarle los derechos de custodia del hijo y encargan a un amigo de vida poco ordenada que levante falsas evidencias que comprometan su buen nombre. El espectador es testigo de las maquinaciones de Paul Thomas, que crean un crescendo de perfidia y tensión, que desencadena reacciones imprevistas. El misterio viene servido por la ocultación del pasado de Charles y unas leves indicaciones sobre el de Hélène.

La música corresponde a una hermosísima partitura atonal, birllantemente disonante, que refuerza la atmósfera desquiciada del film. La fotografía, de Jean Robier ("El bello Sergio", 1959), ofrece imágenes objetivas y sinceras de la acción, que ganan la credibilidad del público e incrementan sus sentimientos de desasosiego. El guión construye un thriller absorbente, exento de exageraciones, enmarcado en un atrayente contexto de realismo y verismo. La interpretación de Stéphane Audran, ex-esposa y musa de Chabrol, desborda autenticidad. La dirección, que se mueve en un terreno que conoce y le apasiona, construye una pieza de suspense notable, punteada de humor, que destila aires europeos.

Película de misterio y suspense que aborda en 1970 temas tan candentes como la corrupción de menores, la drogadicción, la violencia doméstica y la intolerancia de unos personajes presuntuosos y maquiavélicos.
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Típica reseña encabezada con el título de otra película como por ejemplo No sin mi hijo
Lees la sinopsis y ves cosas como una brutal paliza, toxicómano, burgueses mezquinos, divorcio y custodia del hijo y te dices buah aquí Chabrol va a repartir bien.
Primera escena. El "actor" que hace de drogata parece un zombi del tren de la bruja. La escenificación es tan artificial que dan más ganas de reírse que no de otra cosa. Nada. Ni caso. Seguro que ese día estaban de resaca.
Pero después de ese mal trago, en vez de pasar a apuntar las taras de cada personaje, prosiguen recreándose en la pena de la pobre damisela, que de cansada que está casi desfallece en pleno hospital y es arropada por un médico estupendo que se la lleva en volandas. Y ahí te dices que es definitivo, que el enfoque de la película es cochambroso y que así es imposible que salga nada bueno.

El tiempo te da la razón ya que todo lo que entra en juego es pura morralla y siempre se opta por lo facilón. En vez de ser corrosivo y pintar un cuadro dónde todos los personajes tengan un lado oscuro y los burgueses sean peores por tener el poder, resulta que se prefiere el melodrama barato, la crítica de trazo grueso y de pólvora mojada, el maniqueísmo descarado y arroparse en un tejido moral tan pacato que bien podría tratarse de una película hollywoodiense. En "La Ruptura" los buenos, como ahora la sufrida madre o su abogado, son santurrones de moral irreprochable, idealmente limpios y generosos, y los malosos a penas sí llegan a zafias caricaturas. Ojo al dato:

- El personaje de Cassel es un vago, un torpe y un mentiroso al que sólo le falta llevar un cartel dónde se lea soy malo y me gusta. ¿Quién en su sano juicio le encargaría tamaña empresa a un pazguato como ése en vez de a un sicario profesional? ¿Y esa novia que lo único que hace es pasarse el día en bolas en su habitación y tirársele encima cada vez que lo ve? ¿Se quiere dar a entender la asociación sexo = perversión? ¿De qué colegio de monjas ha salido esa idea?
- El "importante industrial" sólo habla para amenazar, renegar o conspirar, es tan simplón que es raro que no le hayan hecho llevar una capa oscura y lanzar pérfidas carcajadas para que entendamos que ése es el gran malo.

Ésas no son armas para el temible azote de una sociedad falsa e hipócrita. Así no. Es imposible que después de ver una película así de meliflua haya alguien que le dé por reflexionar y que pueda ver fidedignamente qué es lo que anda mal en la sociedad europea.

(Continúo abajo sin spoilear nada)
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14 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
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