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Bilbao (1978)

Bilbao
95 min.
5,7
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Tráiler (ESPAÑOL)
Sinopsis
Leo, un psicópata, concibe una progresiva fascinación por Bilbao, una bailarina de striptease que para llegar a fin de mes ejerce como prostituta. Leo sigue a Bilbao a todas horas, estudia sus movimientos y termina por raptarla, como si se tratase de un objeto más que añadir a su colección erótica. Una historia de amor y posesión. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Thriller Prostitución
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Bilbao
Duración
95 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
"Por medio de una meditada y apasionada sucesión de primeros planos, el universo del turbador protagonista se comprime y espesa hasta alcanzar la contundencia del vómito. Experimento visceral y violento empeñado en alcanzar el límite"
[Diario El País]
9
Genial tragedia; milimétrica obsesión; inteligente joya.
Un año antes de que Iván Zulueta removiera y expandiera la capacidad expresiva del cine español con su "Arrebato", realizaba Bigas Luna la obra maestra de su carrera y una de las películas más insólitas, excesivas y geniales de la Historia del cine español. Enriquecida hasta lo insaciable por detalles de creatividad cinematográfica, es la simple crónica de una obsesión: Jové (qué soberbio, complejo e inmaculado trabajo el suyo), un erotómano obsesivo, coleccionista de todo tipo de fetiches, va concibiendo progresivamente una ilimitada fascinación hacia Bilbao (Pisano), una prostituta y actriz de "strip tease" hasta secuestrarla para incorporarla a su colección de objetos.
Partiendo de "El coleccionista" de Wyler, Luna traza su original relato literario (no olvidemos que la película parte de un cuento del propio Luna) en original y personal universo cinematográfico, con una aparente dejadez en la puesta en escena, en realidad un magistral ejercicio de estilo lleno de inteligencia y detalles.
Es ese rasgo, la inteligencia, el que prima aquí. No tiene guión propiamente dicho, todo es un monólogo interior de Jové, quién al lado de un cúmulo de símbolos y objetos suponen una irreductible, depurada y poderosa narración, tan sencillamente sofisticada, tan inteligentemente compleja como cualquier guión elaboradísimo. Así, una cámara de fotos, un trozo de salchicha, los recortes de prensa, una cinta de música, unas braguitas, la leche o un cepillo mecánico de dientes cobran desde su heterogeneidad la virtud de ser unos personajes más.
Pero no hay mayor y más sublime objeto en Bilbao que ella misma, la culminación fetichista y delirante, la cumbre obsesivo-erótica de Jové. Bilbao es una muñeca inmejorablemente platónica (como inmejorable es la elección física de Pisano para el papel: normal, rellenita, nada bella, antiplatónica).
Resulta demencial la obsesión de Jové: es capaz de cometer uno de los actos más abominables y valientes del ser humano, un secuestro, cuando en realidad él no es más que un personaje introvertidísimo, solitario recalcitrante, pero sobre todo terriblemente miedoso. Habría que hablar mucho de a qué género pertenece "Bilbao". Para mí es una tragedia brutalmente íntima, un poema trágico y doloroso, para nada un film erótico, sino todo lo contrario, es algo casi antierótico, pues soterra toda sensualidad al desarrollo y comprensión de la tragedia. Eso sí, contiene dos momentos sublimes de lo mejor del cine erótico en toda su Historia: el riego de leche que hace Jové sobre el trasero de María Martín y toda la parte en que Jové tiene colgada a Bilbao de las cuerdas, mientras la rasura el coño, siendo un acto que de puro morboso es muy hermoso.
"Bilbao" es la justificación de Luna a toda su carrera, una obra maestra total y absoluta de nuestro cine que casi nadie aprecia. Amo esta película.
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23 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
ENFERMIZOS COMIENZOS
La ópera prima de José Juan Bigas Luna (Barcelona, 1946) puede ser digna de cualquier aficionado debido a su sencilla exposición de imágenes. Rodada con una pobre fotografía (obra de Pedro Aznar), el realizador de “Son de Mar” (2001) aprovechó con unos asfixiantes y densos primeros planos un ambiente turbio y casi oscuro. También la cámara fija el rostro inexpresivo e inerte del actor Ángel Jové, aunque la añadida voz en off (del actor y director teatral uruguayo Mario Gas) transmite los profundos sentimientos que se ciernen en tan oscura personalidad.

Bigas Luna refleja, no de manera directa sino sugerente, la decadencia de una clase burguesa que se va evidenciando cada vez que vamos conociendo la complicada abstracción obsesiva del desheredado Leo (Ángel Jové), un hombre perturbado que vive con María (María Martín) que le hace de tutora y amante, a la vez del tío de él (Jordi Torras) que lleva las riendas de la empresa familiar; un matadero del que controla los beneficios a espaldas de Leo. Mientras María incita al chico, que la aborrece aunque no puede sentirse solo sin ella, a sus juegos y perversiones sexuales. Leo encuentra su única salida de escape saliendo por la Barcelona de noche, en locales de striptease, coleccionando recortes y obsesionándose cada vez más por Bilbao (Isabel Pisano), una bailarina y prostituta que quiere hacerse suya. Para ello empleará todo cuanto tiene a su alcance para seguirla, comprar y olfatear las mismas prendas de ropa interior que usa ella y haciéndose con otros objetos relacionados con su nombre; incluido una postal de la capital vizcaína.

No es un film erótico al uso, que empezaban a aparecer en esa época de transición y destape, ni tampoco se puede considerar un film experimental. Bigas Luna, que trabajaría con Jové en “Caniche”, rodó un film tan serio como transgresor como el que representa “Bilbao”, para mostrar los oscuros y morbosos pensamientos de un perturbado que, desde su inocencia, materializa en los más perversos actos de los que disfruta con una indiferencia compulsiva.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
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