El regreso (2013)

El Regreso. Venezuela 2013

En este youtube, puede verse el testimonio de una de las sobrevivientes reales de la masacre de la Bahía de Portete ocurrida en la Guajira colombiana el 18 de abril de 2004. Un comando de paramilitares irrumpió en un campamento wuayuu asesinando a más de 40 personas si contamos los cuerpos encontrados y los desaparecidos; violaron, torturaron y desmembraron a sus víctimas, la mayoría de ellas mujeres y niños, sembrando el terror y provocando el desplazamiento de más de 300 familias wuayuus al Estado Zulia en Venezuela y otras tantas a pueblos vecinos colombianos.

Sobre estos terribles hechos, erige Patricia Ortega su ópera prima “El Regreso”, donde podemos ver los acontecimientos desde los ojos de una niña wuayuu de 12 años que atestigua el asesinato de su familia y la masacre de su tribu, de la cual sobrevive y escapa “haciéndose invisible” para llegar finalmente a tierra de arijunas (extranjeros) en Maracaibo Venezuela.

Para Shüliwala, la pequeña sobreviviente, no hay Venezuela ni hay Colombia, ambas cosas son lo mismo, tierra de arijunas, su patria es la Guajira, indiferentemente si es el lado venezolano o colombiano, para ellos no tiene importancia, pues allí no llega la ley ni el apoyo de ninguna de las dos naciones, aunque legalmente tienen ambas nacionalidades, tienen su propia lengua, su propia cultura, y sus propios problemas.

Patricia Ortega no ahonda en los orígenes de la problemática, no tiene importancia, para una niña de 12 años que ha dejado su infancia abruptamente para enfrentarse a un mundo desconocido, no hay ninguna explicación para lo que ha pasado.

La película se divide en dos partes, una primera antes de la masacre para darnos a conocer al pueblo wuayuu, su cultura y sus costumbres, donde Shüliwala pasa una infancia feliz y una segunda después de la masacre, donde nos muestra que esos pequeños que viven en la calle no aparecieron allí, tienen un pasado, y un sueño que no imaginamos, el sueño de Shüliwala es el Regreso a su patria, a su tierra y a su gente, patria tan cercana pero a la vez tan lejana cuando se tienen doce años y no se cuenta con ningún medio.

No es fácil estar sólo y sin recursos en una tierra extranjera de lengua desconocida, pero allí (Maracaibo) Shüliwala, conoce a Bárbara otra niña de la calle y vemos el contraste y de las similitudes de una realidad que a primera vista parece igual pero que en el fondo puede tener orígenes muy distintos: una de ellas amada por su madre, por su familia y por su pueblo, pero desarraigada abrupta y brutalmente de su mundo, otra despreciada por su madre y olvidada por la sociedad a la cual pertenece; ambas, con orígenes e historias muy distintas, pero han llegado por esas cosas de la vida exactamente al mismo punto y desde ese punto se unen finalmente para intentar que el sueño de una de ellas se haga realidad: El Regreso.

La película está casi totalmente hablada en wayuunaiki, cosa que me gustó, porque le da más realismo, más del 70% de los wayuu habla sólo wuayuunaiki; tiene algunas tomas muy hermosas en especial la que deja ver los colores que dibuja el atardecer en el cielo sobre el mar y la inmensidad del desierto guajiro. Se le agradecer a Patricia no haber sido tan explícita a la hora de la masacre, sólo se ve justo lo necesario.

Excelente la actuación de Laureano Olivares, como el malo de la película (hasta rabia le agarré), muy buenos los trabajos de las dos niñas también, y muy buen trabajo de Patricia en el guión haciéndonos conocer o recordar a través de esta historia, una realidad muy ruda que lamentablemente ocurrió y sigue ocurriendo en distintos lugares del mundo.

Sígueme en twitter: @cinecito