arrow

Los lobos de Washington (1999)

Los lobos de Washington
96 min.
5,6
2.600
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Suscripción
Alquiler
Compra
Trailer (Español)
Sinopsis
Dos amigos pretenden timar a su antiguo jefe con un plan chapucero en el que involucran a un retrasado y al amante de la mujer del jefe. Llevados por la necesidad, la desesperación y la soledad, con la noche como escenario y la suerte en contra, se despellejan como lobos heridos. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Thriller
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Los lobos de Washington
Duración
96 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1999: Premios Goya: Nominado mejor actor revelación (Eduard Fernández)
1999: Premios Ondas: Mejor actor (Eduard Fernández y Javier Bardem)
1999: Premios Sant Jordi: Mejor actor español (Eduard Fernández)
1999: Toulouse Cinespaña: Mejor director, mejor actor por el Jurado Estudiantil (Alterio)
Estupendo drama sobre la ambición humana y las relaciones personales escrito por Juan Cavestany -antiguo corresponsal del diario El País en Nueva York-. Un thriller de nervio con gran reparto en el que vuelve a emerger, como jefe de la manada, un inmenso Javier Bardem.
[FilmAffinity]
"Sórdida, inteligentemente humanista, oscuramente lírica, violenta y generosa película"
[Cinemanía]
4
4
Positiva
0
Neutra
0
Negativa
6
CINCO LOBITOS…
Interesante y curioso guión, que propone una enrevesada trama negra protagonizada por unos personajes a los que claramente les queda grande todo cuánto les acontece.

EL ALCOHÓLICO ALGO TARAO: Aquí Bardem no es que interprete, es que hace magia. Lo suyo no son caracterizaciones, son mutaciones. Brillante, apabullante, se come la pantalla y a todos los que salen en ella, y esto, en esta película concretamente, es muy difícil.
EL AMIGO TRAIDOR: Magnífico Eduard Fernández, cuyo personaje decide un día hacerse codicioso y arramplar con lo que pille. Y digo decide porque en realidad el hombre no lo tiene tan claro y le cuesta obviar sus escrúpulos.
EL RETRASADO: Un divertido Ernesto Alterio, que otorga cierto tono cómico a su personaje muy medido y sin pasarlo nunca de vueltas. Pese a su tara natural, su inteligencia tampoco es que esté muy por debajo de la de los demás… sólo que éste es más inocentón, como un niño.
EL DÉSPOTA: Claro está, Pepe Sancho. Siempre de mala hostia y amenazando al personal, aunque mucho ruido y pocas nueces.
EL PRINGAO: El personaje de Alberto de San Juan es, si cabe, el más torpe de los cinco lobos, que más que lobos son corderos.

Aunque está producida por, entre otras, 2 cadenas de televisión, cuando uno de los protagonistas está viendo la tele, no sale Matias Prats presentando un telediario, como en todas las pelis que produce Antena 3, si no que vemos a Javier Cámara y a Ana Duato protagonizando una especie de Diario de Patricia. Una forma original y simpática de hacer un cameo.

Aunque no termino de encajar dos cosas:
- Demasiadas casualidades…. Forman parte de la estructura del guión y dan muy buen ritmo y nervio a la historia, pero joder…. que Madrid es muy grande y toda su red de carreteras adyacentes también, que hay muchos bares de carretera y muchas patrullas de la guardia civil, y un montón de motoristas… que tanta casualidad huele un poquito…
- Yo a María Pujalte no termino de verla… Primero por que la pobre tiene un personaje la mar de tonto, y luego… pues por que no la veo… serán cosas mías, pero por muy borracho que esté Bardem no le veo casándose con la Pujalte, como mucho les veo de vecinos… pero más allá no… ni de colegas de cañas me pegan estos dos. Y eso de que los amigos del marido también la codicien… que no lo veo, vaya.
[Leer más +]
25 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Ay, Dolores
La primera media hora es una maravilla. Eduard Fernández en plan crack, la trama se presume interesante, la ambientación poligonera se sale y los diálogos son ingeniosos, realistas y bastante cachondos.
Pero de pronto se montan todos en coches y vespinos, se apagan las luces en Madrid salvo las de las primeras plantas, la trama se dispersa, o más bien se desparrama, el de sonido y el de iluminación se van de farra y ya no se entiende ni se ve nada, más que farolas y lineas discontinuas. Sólo se distingue con claridad el horrible cartel de las Catalinas de Alfonso XIII frente a las cocheras de la misma calle cuyo techo, por cierto, se derrumbó un par de años después, sólo Dios sabe si por culpa de estos Lobos de Washington,
[Leer más +]
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Los lobos de Washington
Fichas más visitadas