FireWorks (2017)

Vamos con Fireworks, dirigida por Akiyuki Shinbo y Nobuyuki Takeuchi, y producida por el estudio Shaft, los mismos que los de las pelis de Monogatari y la serie Madoka Magica, Nisekoi, El Leon de Marzo... vamos, un buen curriculum.

Nos cuentan la historia de unos compañeros de clase del pueblo de Moshimo. Norimichi Shimada y sus amigotes están deseando que llegue la noche para poder ver los fuegos artificiales. "¿Serán redondos o planos si los miramos desde un lado?" Esta es la pregunta sobre la cual orbitará toda la trama.

Por otro lado, la madre de Nazuna va a mudarse del pueblo porque vuelve a casarse, y claro, la niña, quinceañera, no quiere separarse de su ambiente, de sus colegas, y va a ser lo posible para quedarse en el pueblo.

Nazuna encuentra una esfera de cristal misteriosa en la playa que resulta que otorga la posibilidad de cumplir deseos. Cuando Norimichi, que está enamorado de Nazuna, coge dicha esfera y desea haber podido salir con ella, retrocede en el tiempo hasta el punto en donde perdió la apuesta frente a uno de sus colegas, y perdió la posibilidad de salir con ella.

Mas o menos, sin entrar en spoilers, hasta aquí puedo leer.

Mucho se ha dicho sobre esta película, para bien, y para mal.

Para bien, porque debido a su cálida acogida en las taquillas japonesas y algunos premios en festivales, se le ha catalogado como el nuevo pelotazo animado, al nivel de Your Name.

Y para mal, porque después de que muchos aficionados la hayan visto con las expectativas por las nubes, se han decepcionado.

Fireworks es un drama costumbrista de instituto, con un pequeño toque de fantasía que en realidad no es importante para la historia. Ni siquiera es algo que parezca preocuparles a los chavales.

Lo que aquí importa es la relación entre Nazuna y Norimichi, y la de ellos con sus amigos y familiares. Son adolescentes, y solo quieren pasárselo bien, y no ven mas allá de sus propios deseos ni les importan las consecuencias de sus actos.

El problema de la película es que la historia no es realmente muy interesante. No me llega a emocionar. No empatizo con los protagonistas ni con sus deseos. Realmente me apetece mas irme con los amigos de Norimichi a ver si los fuegos son planos o esféricos, en vez de seguir a la pareja.

Aun así la peli está bien, es entretenida. Visualmente es una delicia (excepto algunas CGIs que pegan el cante, como cierta escalera que se repite una y otra vez), la OST es estupenda, y te ries en algunos momentos.

No creo que se merezca ese 4,7 que tiene en Filmaffinity, víctima del hype. Mi nota es un 6.

Creo que es una peli que todo aficionado a la animación japonesa debe ver, aunque sea en formato doméstico un domingo tranquílamente.

Bonus track:

He visto esta peli doblada al castellano, porque es la versión que ponían en el cine de al lado de mi casa y pasaba de irme a verla a la quinta china teniendo ese cine cerca (XD).

He de decir que el lineas generales el doblaje me ha gustado bastante. Los chicos tienen esa forma de hablar irreverente y macarrilla de la juventud, y se nota muy buen rollo entre ellos. He distrutado escuchando sus discusiones.

La chica, Nazuna, en cambio, no me gustó su voz. No se como es la japonesa, pero su voz susurrada por momentos no me llegó a convencer.

El hecho de que cantara una canción en castellano me pareció un poco de vergüenza ajena y me sacó de la película totalmente. Debieron dejar esa parte en VOSE, igual que el resto de canciones. Mal en ese punto.

Los fuegos artificiales centran la atención de un grupo de chavales de una localidad japonesa. Contemplar semejante espectáculo pirotécnico es fundamental para Norimichi y sus colegas, que se enfrascan en un prologando debate acerca de si estos fuegos de artificio son redondos o planos. Sin embargo, cerca de ellos hay una compañera que se encuentra ante una mezcla de sentimientos. Nazuna trata de equilibrar su fuerte espíritu con la melancolía que le produce saber que muy pronto tendrá que mudarse de casa, ya que su madre se ha echado un nuevo novio. La relación entre Norimichi y Nazuna, tan inocentemente nipona, se verá alterada por un curioso elemento esférico que tiene la propiedad de alterar el curso de los acontecimientos.

FireWorks (Uchiage Hanabi, Shita kara miru ka? Yoko kara miru ka?) es el título de la película que responde a semejante línea argumental, en la que por cierto participa el conocido realizador japonés Shinji Iwai (conocido, por ejemplo, por Hana y Alice). Los directores de esta obra son, empero, Nobuyuki Takeuchi y Akiyuki Shinbo, que bajo un colorido estilo de animación tratan de poner en práctica una historia rica en cambios de escenario y situaciones. Historia que se ha comparado con la de Your Name, la gran obra de Makoto Shinaki y reciente éxito del cine de animación japonés. Es cierto que FireWorks comparte una misma base respecto a la mencionada cinta en tanto que ambas parten de un romance en el que los viajes espacio-temporales juegan un papel decisivo. Pero, dejando de lado ese detalle no tienen demasiado que ver una con otra ni cosechan el mismo resultado cualitativo, inferior en el caso de la obra de Takeuchi y Shinbo sobre todo por su predilección a caminar en círculos rodeando el mismo asunto.

En efecto, si algo se puede captar de FireWorks en sus minutos iniciales es que esta no va a ser una película demasiado sencilla de abarcar, al menos en un primer visionado. A diferencia de otras cintas que tratan la cuestión de los viajes en el tiempo con la premisa “¿qué cambiarías si pudieras volver atrás?” como pretexto básico para ejecutarla, el trabajo de Takeuchi y Shinbo no se caracteriza por su claridad expositiva a la hora de plasmar directamente ese tema, sino que intenta desarrollar la trama como si de verdad importase todo menos los propios viajes temporales. Dicho así puede resultar lioso y la realidad es que, efectivamente, lo es. Pese a que goza de un estilo visual muy bonito (aunque ciertos elementos diseñados en 3D pueden llegar a desmerecer el conjunto), la historia está bien planteada y los personajes aparentar ser criaturas a las que se le puede sacar cierto jugo cinematográfico, el film no sabe aprovechar esas bondades y se encamina hacia un relato muy confuso. Lo que en principio parecía desmarcarse como uno de los puntos fuertes de la obra, el hecho de no saber hacia qué punto se encaminará la trama una vez entra en juego la variabilidad del espectro temporal, deviene en un cóctel de escenas que hace detonar el ritmo narrativo y provoca cierto desasosiego.

Con todo lo señalado, lo cierto es que FireWorks deja más dudas que soluciones a lo largo de su hora y media de metraje. Quizá el problema pueda tener que ver con el hecho de presentar ciertos detalles a priori atractivos (como la confusión que rodea la vida de Nazuna frente a la apacible existencia de Norimichi) pero luego no terminar de explotarlos, como si los directores confiasen en que la fuerza y magnetismo de los viajes temporales acabaría por solucionar el entramado dramático de la cinta. No es así, sin embargo, y pese a que el film cuenta con varios aspectos interesantes, en su conjunto queda por debajo de la buena sintonía que han transmitido otros trabajos de la animación japonesa en los últimos tiempos.


Álvaro Casanova - @Alvcasanova
Crítica para Cine Maldito