Amateur (2018)

La película 'Amateur' comienza siendo la cinta de baloncesto universitario tópica y típica. Joven jugador con un talento impresionante para el deporte quiere hacerse un hueco en el juego. Si bien comienza así, la historia contiene mucho más que un simple y único deportista; se complementa con un adolescente que se tiene que comportar como un adulto, y enfrentarse a las grandes decisiones que le esperan debido a su talento.

La película contiene unas excitantes escenas de partido que gustarán a todo aquel que sea adepto a este deporte, e incluso a aquellos que no. Estamos ante un metraje donde el deporte no es explicado, pero los conceptos utilizados para su entendimiento no resultan complicados; detalle del que muchas cintas del sector deportivo pecan en ocasiones. El grueso de la historia, pues, se centra en las escenas que ocurren fuera del parqué; del por qué se hace algo y de quien es el causante de lo otro. Para ello, la escenificación y, sobre todo la interpretación son un factor importante que hay que tener en cuenta.

Michael Rainey Jr es nuestro 'Amateur'; nuestro talentoso jugador. Para ello y para la credibilidad del mismo nos encontramos con una interpretación serena y donde su expresividad resulta magnífica. A su lado, un Josh Charles que se encarga de dar madurez y experiencia, colmando así un reparto por parte de los dos grandes protagonistas que se podría considerar notable. El resto de los personajes bailan entre la sobre actuación y el pasar sin demostrar nada que no hayamos visto ya por la cinta.

Es por estas interpretaciones y el equilibrio encontrado entre escenas deportivas y de fuera de la cancha que nos encontramos en 'Amateur' con una película que nos atrapa. Ahora bien... ¿dónde está la sorpresa para que no sea una película de baloncesto más al estilo 'Coach Carter'? En un aspecto que el cine parece olvidar en ocasiones pero que es indispensable: la sorpresa.

Es por ello que 'Amateur' nos proporciona cine deportivo que mantiene la tensión de una final, y que guarda más de una sorpresa agradable dentro de si.

Crítica para MAGAZINEMA.

Bien. No se moja en nada. No emociona. No aporta nada. Pero se deja ver. Lo peor que mientras más avanza la película, más se aboca a una situación que no tiene salida y produce un comprensible e insípido final.

Recomendable solo si no hay nada realmente mejor para ver o hacer. No se pierde nada si no se ve.

La película es solo recomendable para amantes del baloncesto (que espero que tampoco opinen que es una gran película) y para modernos que valoren más la estética y el vacío que el cine.