Trailer (INGLÉS)
- Sinopsis
- Un pistolero llamado Ellison emprende una difícil misión: encontrar a un hombre desaparecido en México, pero allí tropezará con mil y una dificultades. (FILMAFFINITY)
- Género
- Western
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1958 / Estados Unidos
- Título original:
- The Last of the Fast Guns
- Duración
- 82 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Un western sorprendente a medio camino del cine negro
4 de junio de 2015
El artesano George Sherman nos obsequia con un western fronterizo, lejos de los spaguettis, con una trama detectivesca (la búsqueda de un hombre) y apoyado en unos magníficos exteriores y escenarios naturales. Realmente hay pocos tiros y sí mucho diálogo, más propio del cine negro que de un western, de hecho el filme es un mestizaje afortunado de ambos géneros.
Sorprenden los diálogos, llenos de reflexiones, más propios de un film de Leone. Como muestra un ejemplo:
-uno puede olvidar a una mujer, a una mina de oro, incluso el rostro de tu hijo, pero jamás olvidará el lugar de la tumba que excavó con sus propias manos...
Brutales diálogos. El reparto es sorprendente, por cuanto hay muchos rostros conocidos en papeles menores, destacando de todos ellos el magnífico, elegante e incombustible Gilbert Roland, actor del cine mudo, primer actor hispano de Hollywood, dotado de un magnetismo propio de Fairbanks o Errol Flynn, y que trabajó con grandes directores como Minnelli y Huston y protagonizó varios spaguettis en su ocaso.
Quizás desmerece el final, poco original y torpemente desarrollado, como con prisas, pero el resto de la película es ciertamente interesante y asombroso.
Sorprenden los diálogos, llenos de reflexiones, más propios de un film de Leone. Como muestra un ejemplo:
-uno puede olvidar a una mujer, a una mina de oro, incluso el rostro de tu hijo, pero jamás olvidará el lugar de la tumba que excavó con sus propias manos...
Brutales diálogos. El reparto es sorprendente, por cuanto hay muchos rostros conocidos en papeles menores, destacando de todos ellos el magnífico, elegante e incombustible Gilbert Roland, actor del cine mudo, primer actor hispano de Hollywood, dotado de un magnetismo propio de Fairbanks o Errol Flynn, y que trabajó con grandes directores como Minnelli y Huston y protagonizó varios spaguettis en su ocaso.
Quizás desmerece el final, poco original y torpemente desarrollado, como con prisas, pero el resto de la película es ciertamente interesante y asombroso.
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17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un pistolero ni respira ni sonríe
29 de marzo de 2013
Western con un cierto tratamiento crepuscular (por la referencia en el título del "último") que se convierte también en Western con intriga, por la búsqueda que hace un pistolero de una persona desaparecida tiempo ha por territorio mejicano. Un encargo que le puede proporcionar pingües beneficios.
Jock Mahoney mantiene el tipo ante su búsqueda contra corriente, con una serie de secundarios de gran peso específico que casualmente podrían ser recordados como los jefes en famosas series televisivas: Edward Platt, el jefe de Control y del súper agente 86; Lorne Green, el jefe de La Ponderosa en Bonanza; y la atractiva Linda Cristal, la jefa de El gran Chaparral. Series antiguas de los 60. Y también la siempre bienvenida participación del extraordinario Gilbert Roland, diciendo que es de Madrid (USA), y realmente con pinta de madrileño. Un tipo simpático que siempre te alegras de verlo.
Una bonita fotografía con escenarios montañosos y lugares con edificaciones coloniales españolas que suman un aire romántico a las escenas, acompañadas de guitarra y una melancólica música. Un misterio para un pistolero convertido en detective a la búsqueda de un tipo por todo Mëjico.
Jock Mahoney mantiene el tipo ante su búsqueda contra corriente, con una serie de secundarios de gran peso específico que casualmente podrían ser recordados como los jefes en famosas series televisivas: Edward Platt, el jefe de Control y del súper agente 86; Lorne Green, el jefe de La Ponderosa en Bonanza; y la atractiva Linda Cristal, la jefa de El gran Chaparral. Series antiguas de los 60. Y también la siempre bienvenida participación del extraordinario Gilbert Roland, diciendo que es de Madrid (USA), y realmente con pinta de madrileño. Un tipo simpático que siempre te alegras de verlo.
Una bonita fotografía con escenarios montañosos y lugares con edificaciones coloniales españolas que suman un aire romántico a las escenas, acompañadas de guitarra y una melancólica música. Un misterio para un pistolero convertido en detective a la búsqueda de un tipo por todo Mëjico.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
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