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Yo, él y Raquel (2015)

Yo, él y Raquel
105 min.
7,1
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Trailer HD (ESPAÑOL)
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Sinopsis
Greg pasa el último año del instituto de la forma más anónima posible, evitando todo tipo de relaciones, mientras en secreto hace extrañas películas con su único amigo. Esta situación cambiará cuando su madre le obliga a hacerse amigo de una compañera de clase con leucemia. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Comedia Comedia dramática Adolescencia Enfermedad Amistad Cine independiente USA
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Me and Earl and the Dying Girl
Duración
105 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2015: Festival de Sundance: Mejor película y Premio del Público
2015: Premios Independent Spirit: Nominada a Mejor guión novel
2015: Critics Choice Awards: Nominada a mejor intérprete joven (RJ Cyler)
8
Comedia desgarradora
¿Alguna vez os preguntasteis cuál sería el resultado de una película que aunara la chispa cómica de Edgar Wright, la extravagancia colorista de Wes Anderson y el cruel dramatismo de Clint Eastwood? Bueno, quizá nadie quisiese ver semejante filme pero la buena noticia es que tampoco hace falta. "Me and Earl and the dying girl" (o "Yo, él y Raquel" en nuestro idioma) es, sin lugar a duda, una de las mejores películas en lo que va de año -flaco halago- y con toda seguridad terminará en mi top 10 al final del mismo. El encargado de pulir semejante diamante es Alfonso Gómez Rejón mientras Thomas Mann, Olivia Cooke y RJ Cyler son los tres jóvenes protagonistas que le aportan el brillo y el carisma. La historia gira entorno a Greg, un adolescente inadaptado y acomplejado por sus autoimpuestas limitaciones que, en su último año de instituto, se encuentra ante la dantesca tarea de buscar su lugar en el mundo. Su amigo o colaborador -como Greg lo llama en la película- es Earl, con el que comparte una profunda pasión por los clásicos del cine. Todo en sus vidas es monótono y rutinario y nada ni nadie parece capaz de cambiar esto hasta que a Greg le obligan a visitar a una compañera de clase que padece leucemia.

Como decía anteriormente, el director muestra valentía y desparpajo no solo a la hora de presentarnos a los personajes y llevarlos a situaciones donde estos puedan desarrollarse y conectar con el público, sino también insuflándole oxígeno con una estética particular que por momentos recuerda a Wes Anderson ("Gran Hotel Budapest"). Pero, no se dejen engañar por su inexperiencia porque Rejón tampoco se acobarda a la hora de mostrarnos el lado más oscuro y doloroso de la trama y aunque su esfuerzo por otorgarle mayor dramatismo del necesario a la cinta no resulta del todo convincente ni coherente, no se le puede achacar el hecho de querer ser lo mas fidedigno posible con la novela en la que se basa. La duración es razonable, ninguna escena se siente fuera de lugar ni divaga del argumento principal, está bien editada y contiene numerosos guiños al séptimo arte que caerán simpáticos entre los cinéfilos. Las actuaciones son sorprendentemente buenas y digo que me sorprende porque, pese a su juventud, ningún actor se queda rezagado, todos ocupan la pantalla de manera ecuánime. Cada integrante de este terceto protagonista tiene gran personalidad y magnetismo ante la cámara. Aunque su gran trabajo también es secundado por unos secundarios de lujo que, a su manera, enriquecen el conjunto y le añaden matices a la trama principal. El guión, basado en una novela del mismo título, sobresale en muchos aspectos y fracasa en otros. No digo que sea a partes iguales, porque lo positivo pesa más que lo negativo, pero sí resulta frustrante y decepcionante algunas de las decisiones que toma el guionista sobretodo llegado el tercer acto. La fotografía es original y juguetona con los planos y con la posición de la cámara.

En conclusión, esta es una sorpresa con mayúsculas y es una de esas películas que pasa bajo el radar por su aparente simplicidad pero sorprende con una narración sincera, humana y realista sobre la vida de unos adolescentes que se unen por un capricho del destino, un fatal desencadenante como es el cáncer que terminará por formar un vínculo profundo y perenne. Recomendable para los curiosos y los amantes del cine independiente aunque no enamorará al que busque en ella pasar dos horas de entretenimiento desenfadado.
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66 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El anonimato camuflado o los altibajos redentores de un patito feo
Hay películas que funcionan durante la proyección como un engrasado artefacto de precisión y al terminar te preguntas cuáles son los logros de la cinta que te han permitido conectar de forma tan inmediata con la propuesta. Cuando además se trata de un género por el que siento una virulenta animadversión casi visceral… y por eso mismo me sorprende el buen sabor de boca que me ha dejado esta agridulce comedia de adolescentes suburbiales yanquis, llena de encanto, tópicos, buenas intenciones y edulcoraciones varias. Sin embargo, funciona a varios niveles, siendo el principal el excelente retrato de todos y cada uno de los personajes que pueblan su no tan plácido devenir.

Estamos ante un relato de aprendizaje: cómo desprenderse de una invisibilidad impuesta que te permite pasar desapercibido, te habilita a sustraerte de un entorno al que consideras hostil y del cual no participas sino de refilón, con disimulo, adoptando muchas pieles camaleónicas, dejándote siempre por definir, siempre por hacer, por miedo al rechazo, por pavor al compromiso. Es el colegio como antesala calamitosa a la universidad, otra trampa aún más compleja y difícil donde la cercanía de las personas se te puede volver aún más desagradable. Perder ese manto de invisibilidad protectora es salir a la vida adulta, con sus luces y sus sombras, con sus claroscuros y sus matices reveladores.

Como el título indica, tenemos tres personajes, por lo que podríamos estar ante un ensayo cuasi autobiográfico sobre el miedo a la vida, sobre el despertar a la realidad, sobre la necesidad de hacerse visible y buscar lo debido para crecer y madurar. Rehuir las dificultades, sortear los riesgos, quedarse en la indefinición permanente y continua para desactivar la ira de tus semejantes, eludir el peso de la responsabilidad para dejar todas las puertas abiertas sin decidirse por ninguna… eso es la adolescencia. Pero también es creatividad, lozanía, imaginación, combinación de elementos reconocidos para destilarlos en algo nuevo y revelador (ya sea utilizando el cine o cualquier otra fuente).

La frescura y lozanía de esta empresa contrasta con la gravedad del lance luctuoso de la muerte que sobrevuela las imágenes e impregna la narración casi desde el inicio y que proporciona algunos de los momentos más emotivos, serenos y emocionantes del cine reciente. Despedirse es crecer. Abrazar la pérdida es abrazar la vida. Estamos ante una pequeña joya que disimula su aquilatado linaje cinéfilo con esponjoso humor y juegos nada pueriles. Hay que mirar con mimo de dónde venimos para saber hacia dónde vamos. Una exquisitez.
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39 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
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