- Sinopsis
- Cecilia (Ingrid Thulin) sufre una hemorragia interna cuando sólo lleva tres meses de embarazo. En la habitación del hospital conoce a Stina (Eva Dahlbeck), cuyo bebé nacerá con retraso, y a Hjördis (Bibi Andersson), que espera un hijo ilegítimo y ha intentado abortar. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Escenario único
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1958 / Suecia
- Título original:
- Nära livet
- Duración
- 84 min.
- Guion
- Fotografía
- (B&W)
- Compañías
- Links
Premios
1958: Festival de Cannes: 2 premios incluyendo Mejor director
Nidificar
30 de julio de 2008
Tres mujeres embarazadas, tres realidades distintas y un denominador común: El nido.
Bergman disecciona esas tres realidades con agilidad e intensidad.
-La mujer como dadora de vida que ante un aborto espontáneo se cuestiona la relación con su marido, y por ende la negación de una futura maternidad en una desgarradora confesión a la enfermera.
-La mujer como "madre", un deseo compartido con su marido, prototipo de nido-feliz.
-La mujer como albergue de un "alien" al que aborrece, con problemas y sin pareja.
Vida y muerte discurriendo con toda naturalidad en la habitación de un hospital.
Bergman disecciona esas tres realidades con agilidad e intensidad.
-La mujer como dadora de vida que ante un aborto espontáneo se cuestiona la relación con su marido, y por ende la negación de una futura maternidad en una desgarradora confesión a la enfermera.
-La mujer como "madre", un deseo compartido con su marido, prototipo de nido-feliz.
-La mujer como albergue de un "alien" al que aborrece, con problemas y sin pareja.
Vida y muerte discurriendo con toda naturalidad en la habitación de un hospital.
[Leer más +]
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Joya olvidada de la filmografía de Bergman.
5 de julio de 2012
Primera película de Bergman cercana a lo que el director denominaría "cine de cámara", con pocos actores, en un espacio físico reducido y en un tono profundo e intimista.
Se aleja bastante del halo teatral de sus trabajos anteriores ("Sonrisas de una Noche de Verano", "El Séptimo Sello" y "Fresas Salvajes") y, con un aire realista cercano al documental, avecina el tratamiento estético de su trilogía sobre "el silencio de Dios" situandose cerca de la antesala de "Persona". En ella podremos comprobar que muchos tics, que posteriormente aparecerán en películas como "El Silencio" (mi favorita) o "Persona", ya se encuentran presentes en este largometraje... como esos monologos femeninos tan del gusto del director.
El guión de "En el umbral de la vida" fue escrito por Ula Isakson, y revisado minuciosamente por Bergman, basándose en un relato propio de la escritora. Ambos volverían a trabajar juntos en el guión de "El Manantial de la Doncella" un año después.
Aqui Bergman nos muestra un brillante estudio sobre la vida, la muerte y, sobre todo, los miedos (a la maternidad, al aborto, al compromiso, al vacío, a la familia). La película posee una sinceridad brutal, con algún que otro golpe totalmente crudo y dañino muy propio del director, pero siempre dejando un halo de esperanza en su desenlace.
En su momento la película recibió grandes elogios por parte del público y la crítica, incluso Carl Bjokman (crítico de la época) reconoció que era lo mejor que Bergman había hecho hasta la fecha. Ganó tres premios en el Festival de Cannes de 1958 (Mejor Director, Mejor Actriz - compartido entre las protagonistas - y Mejor Guión) y después de un recibimiento aplaudido por todo lo alto, cayó en el mayor de los olvidos, ensombrecida por la nominación al oscar de "Fresas Salvajes" poco después del estreno de ésta, y el éxito mundial de "El Manantial de la Doncella" al año siguiente.
Todo el elenco de actores (a excepción de Eva Dahbeck) repetiría en la siguiente película del director, "El Rostro", rodada prácticamente a continuación. En el reparto destacan de sobremanera Ingrid Thulin y Bibi Andersson (cuyo papel estaba inicialmente destinado a otra Andersson: Harriet) que están brillantes en unos personajes magníficamente pefilados. El guión (con un pequeño bajón hacia la mitad) posee una gran profundidad psicológica, e incluso con alguna escena realmente enternecedora y emocionante.
Esta película muestra a un Bergman a punto de llegar a su cima artística. Un placer para los sentidos.
Se aleja bastante del halo teatral de sus trabajos anteriores ("Sonrisas de una Noche de Verano", "El Séptimo Sello" y "Fresas Salvajes") y, con un aire realista cercano al documental, avecina el tratamiento estético de su trilogía sobre "el silencio de Dios" situandose cerca de la antesala de "Persona". En ella podremos comprobar que muchos tics, que posteriormente aparecerán en películas como "El Silencio" (mi favorita) o "Persona", ya se encuentran presentes en este largometraje... como esos monologos femeninos tan del gusto del director.
El guión de "En el umbral de la vida" fue escrito por Ula Isakson, y revisado minuciosamente por Bergman, basándose en un relato propio de la escritora. Ambos volverían a trabajar juntos en el guión de "El Manantial de la Doncella" un año después.
Aqui Bergman nos muestra un brillante estudio sobre la vida, la muerte y, sobre todo, los miedos (a la maternidad, al aborto, al compromiso, al vacío, a la familia). La película posee una sinceridad brutal, con algún que otro golpe totalmente crudo y dañino muy propio del director, pero siempre dejando un halo de esperanza en su desenlace.
En su momento la película recibió grandes elogios por parte del público y la crítica, incluso Carl Bjokman (crítico de la época) reconoció que era lo mejor que Bergman había hecho hasta la fecha. Ganó tres premios en el Festival de Cannes de 1958 (Mejor Director, Mejor Actriz - compartido entre las protagonistas - y Mejor Guión) y después de un recibimiento aplaudido por todo lo alto, cayó en el mayor de los olvidos, ensombrecida por la nominación al oscar de "Fresas Salvajes" poco después del estreno de ésta, y el éxito mundial de "El Manantial de la Doncella" al año siguiente.
Todo el elenco de actores (a excepción de Eva Dahbeck) repetiría en la siguiente película del director, "El Rostro", rodada prácticamente a continuación. En el reparto destacan de sobremanera Ingrid Thulin y Bibi Andersson (cuyo papel estaba inicialmente destinado a otra Andersson: Harriet) que están brillantes en unos personajes magníficamente pefilados. El guión (con un pequeño bajón hacia la mitad) posee una gran profundidad psicológica, e incluso con alguna escena realmente enternecedora y emocionante.
Esta película muestra a un Bergman a punto de llegar a su cima artística. Un placer para los sentidos.
[Leer más +]
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre En el umbral de la vida