Inundación (Miniserie de TV) (2007)

"Inundación" es una ambiciosa superproducción inglesa que sigue al pie de la letra el clásico cine de catástrofes. La historia gira en la lucha contrarreloj de tres ingenieros para evitar que una inmensa inundación devaste Londres por completo. Robert Carlyle, Jessalyn Gilsig y Tom Courtenay son los protagonistas de esta épica aventura contra las fuerzas de la naturaleza. El guión no es malo, ni descabellado, consiste en la posibilidad de que el mar acabe arrasando Inglaterra por el entrante natural que tiene la isla, el Estuario del Támesis. El origen del desastre sería un enorme huracán, iniciado en Florida, que llega hasta las costas inglesas provocando el caos total, auténticos estragos en las infraestructuras de la ciudad y numerosísimas bajas en la población. La trama principal mezcla la tormenta letal con las también tormentosas relaciones entre los protagonistas, Rob Morrison (Robert Carlyle), un ingeniero que dirige una empresa de mantenimiento, su ex mujer Sam (Jessalyn Gilsig), directora del complejo de contención de la barrera del Támesis, y el padre de Rob, el profesor Leonard Morrison, cuyas teorías poniendo en duda la eficacia de la barrera provocaron el distanciamiento con su hijo varios años atrás. Los tres deberán dejar a un lado sus diferencias para resolver una situación que se les va de las manos y que podría acabar con la vida de millones de personas. En el aspecto técnico, hay que señalar que es muy difícil conseguir, sin invertir muchísimo dinero, unos efectos especiales creíbles y buenos en las inundaciones como pretende esta cinta. No obstante, a pesar de ser regularcitos y un poco cutres en algunos momentos, se hace un esfuerzo notable por dotar a las escenas de mucha agua, prácticamente lo rodea todo para dar la sensación de una gran inundación.

Para terminar, decir que "Inundación" se me hizo bastante pesada de ver y deseaba que terminara a mitad de la cinta, no es un Truñaco ni nada que se le acerque, pero producciones como "Huracán categoría 6" o "El día de mañana" están muy por encima en cuanto a interés por la historia, calidad de la trama principal y efectos especiales.

Me gusta el cine británico en general por sus buenas tramas y desarrollos de los personajes y situaciones dramáticas.
En Flood lamentablemente falta todo eso.
Con un buen comienzo, la historia atrapa en un primer momento, pero todo se desbarranca para llegar a una sucesión interminable de golpes bajos, con un guión que, al servicio de éstos, termina siendo ridículo e insólito. Uno termina preguntándose cómo los supuestos genios que nos presentaron al principio terminen tomando decisiones tan tontas. Pero si no, no hay drama ni lágrimas.
Una decepción total, mejor déjenle las catástrofes y los golpes bajos al cine de USA, que ya tiene mucha más experiencia.