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Las aventuras del príncipe Achmed (1926)

Las aventuras del príncipe Achmed
65 min.
7,6
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Escenas
Sinopsis
El día en que se celebra en la ciudad el cumpleaños del gran Califa, aparece el poderoso brujo y presenta su obra milagrosa: un caballo que puede volar por los aires. El Califa quiere poseer a toda costa dicho corcel mágico. (FILMAFFINITY)
Género
Animación Aventuras Fantástico Antigua Arabia Stop Motion Siluetas Cine mudo
Dirección
Reparto
Animación
Año / País:
/ Alemania Alemania
Título original:
Die Abenteuer des Prinzen Achmed (The Adventures of Prince Achmed)
Duración
65 min.
Guion
Música
Fotografía
Animación
(B&W)
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Considerada en algunas listas como una de las 1000 mejores películas de la historia del cine, "Die Abenteuer des Prinzen Achmed" fue creada en un período de tres años por Lotte Reiniger, quien diseñó el guión de la historia, recortó las figuras y los trasfondos y configuró sus movimientos con ayuda de Alexander Kardan y Walter Türck. Su marido, Carl Koch, se ocupó de la dirección ejecutiva y el control técnico, Walter Ruttmann experimentó con las configuraciones del cine y creó la lucha con los demonios de Wak Wak, Berthold Bartosch compuso los movimientos de las olas para el temporal que sorprende a Aladino durante su huida. La propia Lotte Reiniger contó lo siguiente de los preparativos de ese ambicioso proyecto cinematográfico y las necesarias reflexiones dramatúrgicas en su característico estilo personal lleno de humor: "Desde hace siglos el Príncipe Achmed como personaje de las Mil y una Noches vivía feliz y contento con su caballo mágico, gozando de gran popularidad. Esa existencia pacífica se vio interrumpida un buen día cuando a una sociedad cinematográfica se le ocurrió la idea de utilizar sus aventuras y otras muchas similares de la misma fuente para la realización de una película animada. Con este fin hubo de 'renacer', como muchos otros compañeros de infortunio de otras fuentes literarias y, por cierto, con mucha más minuciosidad de la que suelen requerir otras filmaciones, donde se elige a intérpretes que se correspondan más o menos con el carácter del protagonista de la historia y se les enseña dicho papel. Pues tenía que ser una película de siluetas, por la sencilla razón de que el realizador de la misma, obsesionado con la idea, es decir, yo, no sabía hacer sino películas de siluetas… Si bien hasta la fecha sólo había hecho películas de ese tipo de diez minutos de duración, Las aventuras del príncipe Achmed debían durar más de una hora, por lo que para el guión tuvimos que emplear muchos otro argumentos del rico tesoro que albergan las Mil y una Noches. Al Príncipe Achmed mismo hubimos de dar una forma humana, dibujarlo, recortarlo, darle movimiento, iluminarlo, moverlo y grabarlo. Todo ello tuvo lugar en los años 1923 a 1926 en Berlín; fue el período que se necesitó para realizar la película. ¿Por qué? Porque por cada segundo de una película semejante deben tomarse 24 imágenes individuales. Y dejo a la capacidad algebraica del lector el cálculo de las imágenes necesarias para un opus de más de una hora de duración. Y no es ésta la única razón. A lo largo de ese trabajo hubieron de realizarse sobre la marcha y probarse constantemente nuevos inventos para representar la trama fantástica. Cuanto más duraban las tomas para el Príncipe Achmed, tanto más exigente eran sus deseos. El cine animado estaba haciendo en aquel entonces sus primeros pinitos, todavía no existía el ratón Mickey. Por cierto, sí que había artistas desperdigados que buscaban sus propios caminos" (Lotte Reiniger).
[FilmAffinity]
8
Técnicamente adelantada a su tiempo
Siempre es un lujo disfrutar de estas películas clásicas que son, en definitiva, los cimientos de un arte que ahora siguen miles de millones de personas. Un arte que es capaz de atraer a todo tipo de usuarios, con unos gustos totalmente dispares a otros, pero que en definitiva aman -o siguen- a un medio como es el cine. Particularmente, adoro la animación, así que he de admitir que el visionado de "Las aventuras del Príncipe Achmed" supone para mi, si cabe, toda una experiencia. Las altísimas expectativas que tenía se han visto totalmente cumplidas con esta maravilla de Lotte Reiniger, una obra artesanal pura, limpia, clara y directa enfocada para todo el mundo, no sólo niños.

La historia es tremendamente simple y nos muestra cómo un hechicero africano crea un corcel volador como regalo al rey de una ciudad. Su intención es usarlo como moneda de cambio y contraer matrimonio con la hija del patriarca. Así, se dirige a la ciudad, donde el Rey está celebrando su cumpleaños, y le ofrece el trato tras demostrar las habilidades del animal. Para facilitar el asunto, engaña a Achmed, hermano de la princesa, y le monta sobre el corcel, llevándole lejos del lugar, quitándose una posible resistencia de encima. A partir de este punto seguimos la historia de Achmed, de una bella princesa y del propio hechicero, enlazando hsata con el mismísimo Aladín. La historia tiene varios giros, el 90% innecesarios pero que a fin de cuentas son atractivos y alargan esta historia fantástica, este cuento alemán con un regustillo único a oriente, no en vano se basa en una de las historias de "Las mil y una noches", hasta un límite totalmente admisible.

Es cierto que hay algunas acciones que no tienen mucha lógica, y que hay otras tantas totalmente cuestionables, como el hecho de que Achmed entre en un sótano, siendo un desconocido, y que cinco doncellas se lo rifen y empiecen a pelearse por acostarse con él, entre otras cosas. Mujeres liberales las de China, sí señor. Más allá del guión -que es ciertamente simplón-, sería especialmente importante pararse a disfrutar de un trabajo artesanal colosal, 65 minutos de sombras chinescas fabulosas, con una animación que aún hoy en día se antoja fluidísima, con poco que envidiar a cintas 2D puras más actuales.

En definitiva, "Las aventuras del príncipe Achmed" es una auténtica auténtica joya dentro de lo suyo, la animación, una cinta sublime a nivel técnico, adelantada a su tiempo sin lugar a dudas, que sólo peca de tener un guión algo simplón. Más allá de eso, obligada tanto para fans del "género" como del cine en general. Pocas cintas clásicas se mantienen tan bien a día de hoy, máxime cuando este campo se antoja especialmente avanzado. La música, además, es sublime.
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28 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Pionera y deslumbrante
Una película que confirma al expresionismo alemán como uno de los periodos más fértiles e imaginativos de la historia del cine. Y encima es la primera película de animación. Impresionante.

La historia es ya extraordinaria porque la filma una mujer... en 1926. Y esa sensibilidad se nota al trasladar a la pantalla una historia escrita, ayudándose únicamente de unos recortes de cartón en forma de sombras chinescas. Me atrevo a pronosticar que jamás se volvió a realizar una adaptación tan mágica de las mil y una noches. De hecho, la película es una fabulosa manera de acercar a los más jóvenes al bello conjunto de relatos.

La escenografía tiene una paleta de colores espectacular y hasta los intertítulos y la grafía, detalles que pueden parecer nimios, están cuidados con mimo. La música es una de las más bellas que he escuchado, enfatizando impresionantemente cada una de las aventuras que se nos narra en 5 actos.

Un trabajo artesanal y atemporal que he encontrado gracias a la recomendación de mis almas gemelas. Muchísimas gracias por ello. No se la pierdan.
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18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
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