arrow

Manos sucias (1957)

Manos sucias
92 min.
6,8
281
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Suscripción
Sinopsis
Miguel, de profesión camionero, quiere prosperar y comprar una estación de servicio por la que pasa habitualmente. Para conseguir el dinero, despeña un camión de una empresa rival. Sólo una persona conoce el delito, la camarera del restaurante donde se reúnen todos los camioneros. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Cine negro Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Manos sucias
Duración
92 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción España-Italia;
7
Conciencia culpable
“Manos sucias” es la primera película como realizador de José Antonio de la Loma (llevaba ya unos años trabajando como guionista), quien desarrollaría una ecléctica carrera cuyos títulos más conocidos están asociados al género quinqui (“Perros callejeros”, etc.), y que en esta ópera prima contó con la experta ayuda de Pérez-Dolz (realizador de la muy recomendable “A Tiro Limpio”), lo que explica la buena factura de la misma.

Aunque inicialmente la historia parece girar en torno a las rivalidades entre camioneros, pronto el argumento varía, centrándose en contar cómo Miguel, uno de estos transportistas, ambicionando una vida distinta, comete un acto criminal y llevado por su conciencia culpable, acaba uniéndose a la única persona que puede delatarle, y amparando a una de sus víctimas colaterales. Tal vez por tratarse de una coproducción hispano-italiana, es esta película uno de los mejores ejemplos de apropiación de los temas y el estilo de las producciones negras norteamericanas que puede encontrarse en nuestro cine.

El guión, eficaz y sin florituras, dibuja perfectamente el carácter de Miguel, un hombre que sabe lo que quiere –su ansiada gasolinera-, pero que después se torturará por la forma en que ha logrado su sueño. En cuanto a Teresa, resulta una clásica mujer fatal, y su relación con Miguel queda establecida en base al interés mutuo, sin que el amor tenga que ver en el asunto. De ahí que la tensión dramática vaya in crescendo en base a esa relación artificial e interesada, sensación que resulta sabiamente incrementada por el marco cerrado en el que tiene lugar, una aislada estación de servicio ubicada en una carretera secundaria, en medio de una paramera de impresión. Muy diferentes son los personajes de Andrés y de Pilar, que vienen a ser los opuestos absolutos de los anteriores, si bien tiene más sentido el papel del primero que el de la segunda, pues su presencia sólo se justifica en la medida en que contrasta con el carácter de Teresa, sin que tenga mayor relevancia en el argumento central.
La rudeza de algunas secuencias entre Miguel y Teresa, unida a las explícitas alusiones que propician ciertas miradas y situaciones, se explican por esa condición de coproducción del filme, pues de haber sido una película íntegramente española, sin duda se habrían visto atenuadas. No obstante, habría que visionar la versión italiana para cerciorarse en torno a este punto, pues bien podría haber diferencias entre ambas.

Como ya se ha dicho, la película está bien realizada, con una buena fotografía y una fluida narración visual, aciertos que deben mucho a Pérez-Dolz, quien oficiando como coguionista y como ayudante de dirección aportó su saber hacer, evitando que el filme parezca –como en realidad es- una ópera prima. Son muy destacables las secuencias de carretera entre los dos camiones –que recuerdan vagamente a las de la soberbia “El salario del miedo”, de Clouzot-, así como las localizaciones, que creo ubicadas en Aragón. Los intérpretes hacen un muy buen trabajo, destacando Nazzari, actor experto, que dota a su personaje de la ambigüedad necesaria, y cumpliendo bastante bien Katia Loritz, a la que siempre recordaré por ser aquella despampanante y rica señorita a la que José Luis López Vázquez adulaba en “Atraco a las tres” (“Fernando Galindo, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo”).

A modo de conclusión, una reflexión y un ruego. En los últimos años el cine español está revisitando el género negro exitosamente (ahí están las películas de Urbizu o de Alberto Rodríguez para corroborarlo), circunstancia que no puede sino alegrarnos a todos los que nos consideramos aficionados al mismo. Para muchos espectadores esto puede resultar novedoso, pero lo cierto es que nuestro cine ya abordó tales temáticas en las décadas de los cincuenta y sesenta, y lo hizo con buenos resultados, en ocasiones excelentes. Esperemos que este nuevo auge sirva para que nuevos aficionados se aproximen a las obras de estos períodos y, por qué no decirlo, para que la televisión pública tenga a bien recuperar de vez en cuando sus títulos más señalados.
[Leer más +]
26 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
No se puede forzar la felicidad.
Sorprende que una ópera prima resulte tan madura como este relato negro de José Antonio de la Loma, El guión aloja unos personajes tortuosos y angustiados que se ven obligados a hacer lo que no quieren a causa del frustrado derrotero que han seguido sus vidas. Sus psicologías están muy bien creadas y se expresan a través de diálogos naturales y precisos. La tensión entre esos dos esposos con mala conciencia y aislados en una gasolinera perdida en el desierto consigue una atmósfera completamente convincente. A cada paso, los protagonistas ven rotos sus sueños, como si un duende maligno les impidiera ser felices.
Ni el uno ni el otro pueden llamarse inocentes, a pesar de lo cual se reprochan sus respectivas miserias hasta provocar la tragedia final. Tanto la dirección de actores como el ritmo y la plástica de los planos alcanzan un nivel artístico muy profesional. De la Loma sabe aprovechar el silencio y la sordidez de ese desierto aragonés para subrayar el triste destino que espera a ese matrimonio que no debió celebrarse.
El desenlace es coherente, pero se narra de modo un tanto precipitado. Quiero decir que la película se despide de la historia con excesiva rapidez.
Cabe, finalmente, lamentar que un título tan valioso haya sido tan desconsiderado e incluso omitido en las historias del cine español. Es muy poco conocido y debería ocurrir todo lo contrario, pues bordea la obra maestra y, sin duda, se trata del mejor film de su realizador.
[Leer más +]
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Manos sucias
Fichas más visitadas