Desde el infierno (2001)

From Hell es una película que, por si sola, está bastante bien sin llegar a ser una obra maestra. Las interpretaciones dan la talla, los diálogos están bien escritos (claro que muchos están sacados del cómic), la fotografía y la ambientación están logradas, y algunos movimientos de cámara bastante curiosos dan dinamismo a muchas escenas. Los ambientes claustrofóbicos de Whitechapel en el siglo XIX están muy bien recreados, y en ese sentido sí recuerda bastante al cómic en que se basa.

Por lo demás, From Hell como adaptación del cómic original no está del todo mal. Naturalmente, se trata de una versión comprimida y reinterpretada de la obra de Alan Moore. Para comenzar, la diferencia más notable es que en el cómic de Moore, Jack es el protagonista, mientras que en la película el protagonismo se traslada completamente a Abberdine, que en el cómic también era uno de los personajes principales, pero ciertamente no el protagonista. De ésta forma, la visión de la historia cambia completamente, y no sabemos quien es el asesino hasta el último tercio de la película, una medida efectista estilo Hollywood que, sin embargo, no está mal ejecutada si olvidamos el infinitamente superior cómic de Moore. Simplemente, en la película no les ha quedado mal. Lo segundo, el personaje de Abberdine - que realmente existió y no se parecía nada a Johnny Depp- ha sido fusionado con otro de los personajes del cómic para crear a esa especie de detective psíquico. Así mismo, muchos roles han sido modificados, pasando a Elizabet Stride el vicio que en el cómic tenía Mary Kelley, por ejemplo.

Pero dejando de lado como tan alegremente se han pasado por el forro la mitad del cómic, esencialmente la historia es la misma, pero tocada más superficialmente. A pesar de todo, algunos de los mejores diálogos y escenas del cómic siguen presentes, lo cual siempre hace que la película tenga algo de interés para los que leímos la obra de Moore y Campbell. Por supuesto, no esperemos ver en la película más que unas pocas pinceladas de todas aquellas escenas absolutamente locas del cómic, después de todo la comercialidad prima sobre la fidelidad a la obra. Y para los que no han leído la obra original, la película sigue estando bien. A mí personalmente no me decepcionó, porque francamente no esperaba una adaptación fiel y profunda de la obra de Moore, sino una versión descafeinada pero no exenta de cierto nivel de espectacularidad visual y buenas actuaciones.

Conociendo teóricamente en profundidad la historia de Jack el Destripador, me dispuse a visionar "Desde el infierno", y éstas son las ideas que fui concluyendo de la adaptación del cómic de Alan Moore:
En primer lugar, es un grata sorpresa encontrar una puesta en escena, decorados, iluminación sobre todo, y vestimenta tan propios del año y lugar en que Jack obró con mayor auge, en Londres en 1888.
La penuria y precariedad con que las prostitutas vivían y eran explotadas producen el punto álgido al espectador en pocos minutos comenzado el metraje.
El ambiente es repelente (muy conseguido para la causa).
Y poco a poco será cuando ésas prostitutas irán reduciendo su protagonismo a causa de sus violentas muertes a manos de un hombre desconocido.
El personaje de Johnny Depp se identifica con un investigador que trata de soliviantar el grave problema desencadenado, y a una de las "señoras", de la cual se encariña.

Como opiniones positivas destacaré el ya mencionado logro de la iluminación y toda la escenografía, el siniestro Destripador, el cual en la historia real escapó en ocasiones de la policia en un margen de pocos minutos, y llegó a destripar a una de sus victimas en plena calle (tambien muy bien plasmado bajo mi punto de vista).

Pero considero trascendentales una serie de hechos en el filme: Jack el Destripador se caracterizó por su siniestralidad, su sigilo, su sangre fría (hay que recordar que poseía avanzados conocimientos en el campo de la anatomía), y sobre todo, porque mantuvo en jaque a la policia durante muchos años, hasta el punto en que no llegaron nunca a conocer su rostro, y ello fue motivo para barajar muchos posibles culpables, sobre todo en la prensa, pero que fueron en vano.
Y en la adaptación a la gran pantalla, le ponen rostro.
Para la gente que aun no la haya visto, no diré el nombre del actor que resulta ser tal personaje, pero en la película es identificado con la descendencia masónica y, lo que mas me llamó la atención, es descaradamente previsible (el espectador baraja un posible Destripador....y acaba siendo él. Simplemente.).
Por otro lado, el lazo de unión entre investigador y puta llega a su zenit cuando se produce un arrebato de sensaciones reprimidas sexuales (en un chasquido se apodera de ellos el amor), algo que debería ser improbable e ilógico, dada la algarabía social y el ambiente que se respiraba, que no favorecía en nada tal relación.
Como colofón, un intento de enmascarar las pifiadas sutilezas mostradas y relatadas, ahondando un poco mas en la mente del Destripador, que denota una locura transistoria que venía engendrandose tiempo atrás; a su vez, se demuestra que el investigador poco pudo hacer para detener al "carnicero".

En fin: una película que puede variar su degustación, bien si no sabes nada de ella antes de verla; bien si conoces detalles de la historia que no cuajan correctamente en el metraje.

Pero ustedes veanla, y juzguen.