Recuento (TV) (2008)

Eso es lo que deberían sentir muchos norteamericanos al ver "Recount", al ver como la última gran democracia es vilipendiada y deliberadamente pisoteada. Es una vergüenza que ocurran estas cosas, que las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos sean tan fraudulentas como las de un país tercermundista. Los norteamericanos lo pagaran, no sólo durante 4 años, sino que después volvieron a elegir al mismo idiota como presidente.

"Recuento" trata sobre el proceso de recuento de las papeletas en las elecciones en las que George W. Bush fue elegido como presidente por un escaso margen de votos en el Estado de Florida. Al Gore y su equipo patalearon hasta que pudieron y se rindieron cuando el recuento total no fue permitido.

"Recuento" es un buen film producido por la HBO. Una gran película muy didáctica que sirve para que nadie olvide lo que pasó en aquellas elecciones, aunque, evidentemente desde un punto de vista más demócrata que republicano. En "Recount", Kevin Spacy encabeza a la maquinaria demócrata en la búsqueda de la "justicia" y el recuento final de votos, mientras que por parte de los republicanos, Tom Wilkinson será el encargado de llevar a los republicanos al triunfo final utilizando cualquier método posible. En el film se observa una gran lucha de poder, y se disfruta al ver la gran maquinaria política-propagandista de los dos partidos políticos. El film es una interesante y entretenida propuesta didáctica.

Una excelente apuesta televisiva de HBO (Sexo en Nueva York, Roma, Los Tudor, John Adams...) que narra el fraude electoral en la Florida del año 2000, que derivó en la dudosa victoria con la que George W. Bush comenzó su reinado. Contada asépticamente, con paralelos en los dos partidos, no se incide en maniqueísmo partidistas, sino en los hechos tal y como merecen ser contados. Además evita a los candidatos (aunque hay un par de puntos a favor y a un par de chistes a su costa), centrándose en los equipos políticos y jurídicos que lidiaron por unas papeletas más que dudosas. Casi un documental o un docudrama, los actores hacen excelentes papeles, casi de cine, destacando a Kevin Spacey por el lado demócrata y una excelente Laura Dern en el republicano. Merece la pena verse y luego buscar en algún libro el relato de los hechos para comprobar como la televisión americana no ha perdido por suerte el rigor periodístico y didáctico que tuvo otrora.