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System K (2019)

System K
94 min.
7,5
110
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Sinopsis
Documental sobre la vibrante escena de arte callejero de Kinshasa y un grupo de personas que llevan apasionadamente sus mensajes políticos a las calles, con la ayuda de humo, sangre, cera, residuos plásticos, música y sus propios cuerpos.
Género
Documental
Dirección
Reparto
Documental
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Système K
Duración
94 min.
Guion
Fotografía
Compañías
9
Crítica de System K por Cinemagavia
*Mensajes artísticos para hacer reflexionar

Renaud Barret nos presenta ahora System K tras el éxito del documental sobre el grupo musical “Benda Bilili” en el Festival de Cannes 2010. Dirige además de realizar la imagen y sonido así como su traducción y adaptación.

System K comienza con una procesión artística nocturna a modo de performance para luego mostrar el amanecer de las animadas y ruidosas calles de caótico tráfico de Kinshasa.

Nos da a conocer los principales creadores artísticos visitando sus estudios y mostrando cómo comparten apasionadamente sus obras con niños y adultos. Freddy Tsimba, Kokoko, Béni, Kongo Astronaute, Flory&Junior, Geraldine, Yas, Kill Bill, Strombo y Majestik participan con sus procesos creativos.

El montaje sencillo de Jules Lahana los engarza para mostrarnos el producto final en forma de inspirador y reivindicativo documental.

La producción es de Les Films en Vrac y La Belle Kinoise con participación del prestigioso canal francés TV 5 Monde.

La censura imperante en la República Democrática del Congo afecta a la libre expresión de artistas y creativos. La precariedad hace que expongan las creaciones directamente en las calles incluso a riesgo de ser detenidos.

Sus obras transmiten mensajes diversos para hacer reflexionar sobre temas cotidianos como la contaminación, la explotación laboral, la falta de agua corriente y electricidad o la falta de libertad. A través de sus creaciones o de sus mismos cuerpos comunican en las calles para hacer pensar y reaccionar a la población general.

*Nuestro trabajo se alimenta del caos

Los países ricos extraen sus materias primas del Congo y envían sus desechos electrónicos a éste país donde los artistas los usan reutilizándolos para sus creaciones. Ordenadores, teléfonos móviles y electrodomésticos en forma de basura electrónica es reciclada para plasmar sus obras o construir ingeniosos instrumentos musicales. Al estilo más “furero” del vanguardista grupo teatral catalán “La Fura dels Baus” pero en su caso obligados por la enorme precariedad.

Su trabajo artístico se alimenta del caos y los vertederos con una gran creatividad nacida de la carencia y el instinto de supervivencia. La necesidad obliga a aguzar el ingenio. Podemos así preguntarnos “¿dóndeempieza y acaba el arte?”. Nos responden que “el arte está en todas partes para quien tenga ojos para ver y que el público tiene que encontrar su propio significado”.

Freddy Tsimba, escultor y artista visual, reutiliza chapas de botellines de bebidas, casquillos vacíos de balas o machetes usados para la creación de sus obras. Flory & Junior reclaman a través de sus propios cuerpos agua potable y electricidad mediante performances que sorprenden al público en la calle. Para Kokoko “vivir en Kinshasa es una actuación en sí misma”

La música original del documental System K es de Liam Farrell, Xavier Thomas/Débruit, Bebson de la Rue y Kokoko. Composiciones muy creativas interpretadas con instrumentos hechos a base de reciclajes de teclados de ordenadores, circuitos y otros elementos electrónicos. Música mestizada entre lo étnico y las corrientes vanguardistas actuales acompañando y resaltando los mensajes espontáneos de sus canciones.

*El arte es un lujo en un país que sobrevive

Para los artistas callejeros “no hay tiempo que perder, hay que comunicarse pues la expresión es nuestra vida, viviendo en el día a día pues el futuro es muy incierto”. Kinshasa es una ciudad performance cotidiana, todo es actuación, arte en movimiento y arte vivo.

Geraldine es una de las pocas mujeres artistas, influida por los rituales y espiritismos con velas que le hicieron de pequeña. Se inspira de noche para crear. Pinta usando “el fuego es mi pincel y el humo mi color” para comunicarse con los espíritus.

El montaje de System K continúa mostrando más performances diversas como ceremonias públicas purificadoras. Como la de Yas que rueda sobre las aceras atado de tobillos y manos simbolizando el destierro que sufrió de pequeño al acusarle de ser un niño brujo. Una larga actuación nocturna de Majestik en “Baño de sangre” a modo de procesión desarrolla por varias calles usando su cuerpo como obra de arte en forma de sacrificio.

O la expresión desgarrada de Strombo en “No soy yo, es él”, artista cantante que protesta contra “los políticos que son los demonios por su mal gobierno”. Expresando también su ira por la explotación de los niños mineros en la extracción del coltán como esclavos tecnológicos para empresas extranjeras.

Arte expresivo reivindicativo que incomoda al poder por lo que los policías detienen tanto a creadores como espectadores de la caseta construida con machetes por Freddy Tsimba. Registran luego su estudio para intimidar y disuadir a los artistas callejeros críticos.

*Conclusión

System K es un muy interesante documental sobre la creación en Kinshasa y sus artistas callejeros que tratan de expresarse y despertar conciencias en las calles sobre las carencias y necesidades más básicas. La recopilación de obras y performances realizada por el director Renaud Barret sirve no sólo de documento testimonial sino también de inspiración para otros artistas de cualquier país.

Pintores, escultores, cantantes, músicos, “performistas” que nos aportan una riqueza creativa enorme reutilizando elementos de desecho para expresarse y comunicar sus inquietudes vitales.

Documento audiovisual testimonial para cualquier persona curiosa e inquieta que late con la vida más allá de fronteras culturales o geográficas.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La otra realidad
Excelente documental que se enfoca en el arte reivindicativo, una poderosa herramienta para despertar la conciencia y hacer crítica social. Es admirable cómo la flor de la creatividad crece en los suburbios de Kinshasa, capital de Congo, ciudad sufrida, pobre, sucia y violenta. Aquí es necesario ser creativo, incluso, para encontrar herramientas o recursos artísticos (pinceles, brochas, pinturas, instrumentos). Un documental necesario para aquellos que no quieran permanecer sordos al eterno grito de la África olvidada.
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