Los no muertos (2003)

No es para nada una película clásica de zombis aunque tiene las 2-3 características elementales del género: plaga, zombis y supervivencia. A partir de ahí es una película totalmente diferente e increíblemente divertida.

Le doy un 8 por su originalidad, porque no dejan de sorprenderme durante toda la película, y porque es divertidísima.

IMPRESCINDIBLE para todo el que le guste el género y para el resto muy entretenida si la ven sin prejuicios y con ganas de reírse.

Acojona. Pero acojona el ñordo que me acabo de comer.
Que los actores sean malos, casi de segunda regional, y encima al director le de por trazar algunos personajes que den pie a la sobreactuación, que la fotografía sea una castaña tan poco atractiva como de iluminación lamentable y precaria, que la historia no posea más de dos líneas de guión y no haya atisbos de complejidad o un intento por ofrecer algo más al espectador, que las secuencias de acción sean tan charcuteras o más como las de cualquier peli de Lambert y no posean dinamismo alguno, o que los efectos especiales sean tan cutres que te veas capaz de identificar donde los hay y donde no, es algo que se podría pasar por alto, pero si es que además tenemos en cuenta que los directores (por llamarles de algún modo), no hacen absolutamente nada para que su propuesta tenga un punto macarra y divertido distinto y, para colmo, añadan una trama que deba ser tomada en serio, cuando está más claro que el agua que esa patochada no da ni para cinco minutos de telediario, la cosa ya empieza a ser grave.

Porque los señores Spierig no se deberían engañar: por muchas vísceras que aparezcan en forma de desmembramientos, aplastamientos y porrazos inverosímiles, por muchos tacos que unos tipos que deben ser fans de Tarantino o del Scorsese de sus mejores días nos quieran encajar en calzador, a media de taco por minuto, por más que intentes darle algo de fuelle al asunto añadiendo escasos momentos cómicos, si no tienes talento, no tienes talento: deja que otro escriba por ti, y dedícate a la parte técnica que, como ya he dicho, es, además, un auténtico, absoluto y completo desastre: una puta hecatombe, vaya.

Quien podría pensar, pues, que tras un cartel tan atrayente, y una idea que podría haber dado mucho más de sí, "Los no muertos" termina siendo carnaza de la de siempre: la que desparramas por el suelo inocentemente, como buscando fingir que en la película hay un toque gamberro que nunca conseguirás alcanzar, por más que sigas dejando el suelo cubierto de vísceras y sangre, puesto que si no sabes de que coño va el tema, lo único que podrás arrancar del espectador es una mueca de indiferencia, instaurada en una auténtica y verdadera cara de asco.