Escrito en el cielo (1954)

Lo loable de esta cinta es que se centra en las personas y de cómo llevan la situación de estar atrapados en un avión y en peligro. La trama trata de como un avión que parte de Honolulu con destino a San Francisco tiene un problema en uno de sus motores ya habiendo sobrepasado el punto sin retorno. Esto supone que el avión se estrellará tarde o temprano en el mar. John Wayne interpreta a uno de los pilotos del avión que hará todo lo que esté en su mano para que haya la mínima posibilidad de lleagar a tierra y aterrizar. Como ya he dicho, lo que más destaca del film es en los diferentes pasajeros del avión, cada uno con una personalidad muy marcada y cómo afrontan esos difíciles momentos ayudándose y apoyándose los unos a otros. Wayne está correcto, de hecho, ni siquiera aparece demasiado durante el transcurso de la película, que se apoya en el resto de sus personajes.

William A. Wellman es un gran director. Como los más grandes casi nunca defrauda. Dominador de muchos géneros sobresale en el western y en el cine de aventuras con películas como: "Incidente en Ox-Bow", "Cielo amarillo", "Beau Geste", "Caravana de mujeres", etc.
"Escrito en el cielo" no se puede comparar con las anteriormente citadas pero es un buen trabajo de Wellman. "Duke" Wayne, propietario de la productora "Wayne Fellows" se había quedado sin Spencer Tracy para el papel protagonista y decidió interpretarlo él. Y Wayne, como casi siempre, se come las escenas salga quien salga y logra, con su imponente presencia, el favor y la lealtad incondicional del espectador. Pero sabe apartarse a tiempo para que Wellman deje fluir lentamente (a veces demasiado) las historias de los pasajeros del avión porque, de lo que no cabe duda, es de que son ellos y sus circunstancias los verdaderos protagonistas de la película. En ellos podemos vernos reflejados: optimistas, celosos, avergonzados, tímidos, valientes, miedosos... Así que ellos (y por tanto, nosotros) variarán sus comportamientos a medida que crezca o disminuya el peligro que les irá acechando. Sólo un personaje mantiene el equilibrio emocional: el inválido interpretado por Paul Fix.
Dos errores, a mi juicio, estropean el resultado final del trabajo de Wellman. De un lado, la excesiva duración de la cinta y, de otro, la falta de naturalidad narrativa por parte de Wellman para enlazar el final del 'remake' de uno u otro pasajero con el presente dentro del avión, de la historia que "verdaderamente" se nos está contando. En estos detalles, la película pierde credibilidad, cercanía e intimidad.