Yeti: La maldición del demonio blanco (TV) (2008)

¡Oh! ¡El abominable hombre de las nieves! ¡Corred corred, que os pilla y os mata! Patético. Esto me recuerda a otra gran película del mismo estilo, la aclamada "Abominable", con la diferencia de ocurrir en un bosque y no en el Himalaya (Himalaya, ja).

La película incurre en los mismo tópicos del género así que no hay nada que sorprenda, más allá de cuanto debe ser el nivel de ineptitud del guionista (muy bajo, queda demostrado). Además los actores dejan mucho que desear, como es lógico en este tipo de producciones. Los efectos son cutres y los saltos que pega el Yeti son cuanto menos cómicos.

Por supuesto, al final tenemos un final (valga la redundancia) típico y tópico para mantener el nivel. Un desastre de película, es el tipo de película que suelen poner los domingos por la tarde, por lo que es divertido ver si la próxima semana el bodrio será mayor o menor. Yo aún sigo trastornado por "Marabunta" y "Alerta cocodrilo", que superan a esta con creces en mediocridad.

Olvidando película en 3...2...

Hoy he sacado tiempo para visionar un filme que me recomendó hace tiempo un amigo. Me dijo que era un películon, una de esas joyas olvidadas por la industria cinematográfica. Sin duda, mi amigo estaba en lo cierto. ¡Qué maravilla!
La película comienza cadenciosa. Poco a poco vamos entrando en la historia que nos propone Paul Ziller, director fabuloso y desconocido por muchos, que no duda en imprimir su sello en esta portentosa obra.
El ambiente se torna irrespirable, himalayesco. Todo es hostil. El frío entumecerá tus huesos aunque no quieras. Y ahora voy a comentar la clave del largo. El yeti. ¡Qué yeti amigos! Qué derroche de realismo. Resulta atroz ver caminar a semejante ser por la tundra tibetana.
Un diez sin paliativos. Un saludo, amigos.