Cutie and the Boxer (2013)

Cutie and the Boxer es un sencillo documental que muestra la vida cotidiana de una pareja de artistas japoneses en el Soho neoyorkino y repasa sus ¡40! años en común en la capital universal del arte.
Ushio Shinohara tiene 80 años pero muestra la vitalidad y el arrojo de un veinteañero; Noriko, su compañera, es el contrapunto lírico a la vehemencia desbordada de Ushio: ha soportado estoicamente sus desmanes, sus melopeas, y a menudo se ha sentido subordinada ante la vanidad y el ego del artista "genial" de boxing-paintings... pero Noriko está fajada en la batalla diaria con su fanfarrón -pero siempre emprendedor y divertido- marido y no se achica, porque ella es una artista con mundo propio.
La película tiene pues dos vertientes: por un lado nos muestra el action-painting y la vida de unos artistas plásticos en New York, y por otro la relación de pareja entre ambos, las dificultades y renuncias que conlleva esa dificil simbiosis que es la convivencia de largo recorrido.
Los dos personajes son entrañables y Heinzerling, director novel, construye con ellos una pequeña obra de arte que se paladea con deleite.
Otro gran documental, que muestra que éste es un género en plena ebullición.

No me esperaba nada de este documental, ya que a priori parecía el típico repaso a la biografía de un artista, en tono documental. Pero la historia contiene muchas cosas positivas, empezando por su banda sonora que mezcla unos sonidos modernos con una música japonesa.
Poco a poco nos identificamos con la vida de la familia Shinohara, que lleva 60 años viviendo en Nueva York, y cuyo protagonista se ha labrado una vida (desde su comienzo recogiendo cartones) para poder desarrollar su actividad artística. Al principio conocemos la forma original de hacer arte de Ushio, que pese a su avanzada edad continua innovando siempre dentro de un arte moderno. Para ello crea unas pinturas empleando sus puños en unos guantes de boxeo impregnados en pintura. Ese tipo de arte no es el que más me gusta, prefiero un cuadro impresionista, pero reconozco su originalidad y capacidad de innovar con algo diferente.
Sus últimos trabajos no tienen éxito y tiene que vender sus obras en la calle. El que antes fue una persona con un éxito relativo, en la actualidad tiene que ganarse la vida de forma diferente. Los tiempos cambian y hay que saber adaptarse a la nueva situación.
Pero de repente hay un giro, y se nos presenta el trabajo de su mujer, que también es una artista. Ese trabajo es hipnótico y representa mediante un comic la vida de los protagonistas. Los personajes de esas viñetas son " Cutie " y " Bullie " (esa es la explicación al título del documental). A través de estas viñetas vamos conociendo la historia de Ushio (" Bulie ") y Cutie (" Noriko "), desde que se conocieron y él era una persona muy creativa, pero con una adicción al alcohol.
De vez en cuando vemos imágenes de archivo de los protagonistas, incluyendo a su hijo Alex.
Por lo tanto no estamos ante una simple biografía sin ningún espíritu transgresor, sino un excelente documental moderno que, empleando un buen montaje, nos enseña la vida de los protagonistas de tres formas diferentes, las imágenes de archivo, los comics diseñados por Noriko y el presente de lo que están viviendo.
Terminas cogiendo cariño a esta familia tan peculiar, que ha labrado su vida mediante esfuerzo y creatividad, porque su hijo también tiene dotes artísticas, aunque no parezca que tenga tanto espíritu de sacrificio.
No quiero olvidarme de la fotografía. Se emplea una fotografía muy moderna, incluso utilizando una gran profundidad de campo, tanto en el interior de su vivienda como en su taller donde diseñan sus proyectos.
Su duración es perfecta, ya que es corta y concisa.
Recomendable para todo tipo de público, sean o no amantes del arte moderno.