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Abbott y Costello contra el hombre invisible (1951)

Abbott y Costello contra el hombre invisible
82 min.
5,8
166
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Abbott y Costello son dos detectives que reciben en su despacho a su primer cliente: un boxeador llamado Tommy Nelson acusado injustamente de haber matado a su mánager; un crimen que Tommy dice no haber cometido. Acompañado de los dos detectives, el púgil visita a un doctor, que le inyecta el suero de la invisibilidad, para que así pueda demostrar su inocencia... (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Fantástico Parodia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Abbott and Costello Meet the Invisible Man
Duración
82 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Grupos
Adaptaciones de H.G. Wells Abbott y Costello El hombre invisible (Universal)
Links
7
EL HECHIZO DEL HOMBRE INVISIBLE
A menudo las películas de Abbott y Costello sólo complacen a quienes consiguen adaptarse a su peculiar sentido del humor pero en esta ocasión un argumento más sólido y un ingenioso desarrollo de la trama amplían el espectro del público potencial.
Además el hombre invisible -H.G. Wells- siempre ha generado un hechizo especial.
La historia resulta entretenida, variopinta y, en el esperado contexto de parodia, su argumento reclama atención, las situaciones están construidas de forma coherente, el guión apuesta por lo eficaz y su acierto en la vertiente cómica es indudable.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
No me chilles que no te veo
Abbott y Costello, para mí, estarán siempre indefectiblemente unidos a la señalada fecha en que los conocí, que fue bastante tarde. Hablo del fatídico día en que el coronel Tejero tomó el palacio del Congreso y dejó en vilo a los habitantes del país, acerca del futuro que les aguardaba.
En un ejercicio de contrición tardía, tengo que hacer una confesión, sobre todo porque estoy seguro de que no fui el único chaval en vivirlo así.
Además de ser inmediatamente dispensados de nuestras clases en el colegio, nuestros mayores, en claro ejercicio antipedagógico, llenaron la parrilla de la televisión de impresionantes ofertas lúdicas, que interrumpían cada poco tiempo con los partes actualizados de las noticias, en lo que fue, para nosotros los chavales, la mejor jornada televisiva de la Historia, consiguiendo así que, ignorando vilmente los rostros de preocupación de nuestros mayores, deseáramos, con callada y maligna satisfacción, que todos los días se diese un golpe de estado en el país.
Naturalmente en nuestro grupo, también estaba el típico cenizo que, con horrible aire de suficiencia, se encargaba de recriminar nuestro descarado alborozo pero el que, como falso Judas, era luego el primero en celebrar a carcajada limpia el inesperado maná televisivo que nos había caído del cielo a los sedientos espectadores habitantes de su desértico panorama.
No recuerdo qué título de la saga emitieron. Lo que sí sé es que las carcajadas literalmente me ahogaban y las lágrimas corrían por mis mejillas como un auténtico río. En aquel entonces, adoré a este dúo cómico de los que no tenía noticia.
Posteriormente he visto algún que otro título de la saga. Ya no es lo mismo. No sé bien nunca que transformación se produce en nuestras personas que hace que, lo que apreciamos puramente en nuestra niñez, nos quede vedado para disfrutarlo igualmente en nuestra madurez. El resorte se oxida, algo así, y ya no te hace saltar igual.

Esta película, aunque también utiliza a uno de los personajes de La Universal, no tiene ese tono de parodia de terror como tienen otras. Esta cinta es, más bien, una parodia del cine negro, del drama pugilístico.
Y, desde luego, como parodia está muy bien realizada. Nuestros protagonistas hacen de detectives privados, solo que, su primer cliente, un boxeador exconvicto acusado de matar a su entrenador, les contratará para que le ayuden a demostrar su inocencia. El tema es que, aprovechando un suero de la invisibilidad ideado por un científico, se lo inyectará para así tener acceso a los tejemanejes de sus enemigos, los mafiosos corruptos que amañan combates en el ring y verdaderos causantes del crimen.
Esta trama de puro cine negro como ven, será el contenedor donde el dúo volcará todos sus gags característicos. Al mismo tiempo, la trama añadida de el hombre invisible servirá para exhibir algunos efectos especiales muy notorios para la época.
El resto del reparto no participa en absoluto de la comedia, es decir, ellos actúan con total seriedad. Esto hace que el contraste sea mayor y que todos los momentos risibles procedan de nuestro pequeño y barrigudo detective, la nota exagerada y discordante.
Los fans seguidores del dúo cómico, creo que encontrarán en esta película muchos motivos de jolgorio. Los no seguidores, también creo que podrán apreciar muchas partes de ella resueltas con gran pericia ( el entrenamiento con el globo de boxeo es de lo mejor, los spaguettis, el combate...) así como recrearse en los buenos efectos, (sigue fascinando como se va haciendo visible en la escena final), aunque tiene otras partes que, decididamente, ya no funcionan ni aun poniendo la mejor voluntad.
Al fin, como cualquier película al servicio de unos cómicos, la valía de ella tendrá mucho que ver con la afición de sus seguidores.

Me llama mucho la atención la cantidad de veces que los cómicos de cualquier época han construido algunos de sus mejores sketchs subidos a un cuadrilátero. Creo que cada cómico tiene el suyo. Es curioso ¿no?.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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