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La venus maldita (1967)

Sinopsis
Gustavo Fernández (Héctor Godoy) padece una delicada enfermedad de la que no quiere que nadie se entere. Al conocer a la enfermera Ana (Libertad Leblanc), en el hospital donde está siendo tratado, Gustavo se enamora de ella y consigue que acepte casarse con él... pero su madre y su mejor amigo, Rafael (Guillermo Murray), van a ser grandes obstáculos para el pequeño trozo de felicidad que él ansía que la vida le conceda. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Melodrama
Dirección
Reparto
Año / País:
/ México México
Título original:
La venus maldita
Duración
84 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción México-Argentina;
Links
6
La felicidad robada
Décima película protagonizada por ‘La reina rubia de la sensualidad’, Libertad Leblanc, y primera rodada a color con la dirección de Alfredo B. Crevenna. Las locaciones se buscaron en Perú (Lima, Cuzco, Machu Pichu) a donde la pareja protagonista va a pasar vacaciones y a vivir; y la historia parte de un guión escrito por Marcos Bronemberg y Rafael García Travesí.

La historia vuelve a tener a L.L. como una mujer que anhela la felicidad, pero quien tropieza con una serie de circunstancias que quizás le hagan la vida imposible. Aquí, es una enfermera de la que se enamora uno de sus pacientes… y atraída en principio por su dinero, pero convencida luego de que su amor es sincero y que ha llegado a quererlo, ella termina casándose con él aún a sabiendas de que su suegra la rechaza por la sencilla razón de que no hace parte de su misma clase social. Para empeorar la situación, de visita llega Rafael, el mejor amigo de su esposo, quien no tarda en sentirse atraído por la hermosa Ana, quien tampoco es indiferente a su presencia.

Tras “Una mujer sin precio”, esta es la segunda ocasión en que, el director Crevenna, reúne a la pareja Libertad Leblanc y Guillermo Murray, de quienes se dice que sostuvieron un romance que trascendía los platós… y quizás sea esa la razón por la que aparecieron juntos en tres películas, ya que la Leblanc no solo intervenía en la producción de casi todos sus filmes, sino que también se daba el lujo de imponer a los actores que quería como galanes.

En “LA VENUS MALDITA”, Murray es Rafael Carral, la suerte de amigo que cuando se enamora de lo que el otro posee -en este caso la mujer-, su personalidad se transforma y el Hyde que lleva dentro bien que puede salir a flote de un momento a otro. Libertad Leblanc, es esta vez la mujer con aspiraciones de preservarse digna, pero la va a tener difícil porque, tras haber conseguido sentir cariño por su esposo, es pasión lo que despierta ahora en ella el nuevo hombre.

El filme es un interesante drama del que pudo extraerse un mayor impacto, pero aunque ha sido realizado sin demasiadas exigencias, no obstante consigue resultar entretenido… y también va a demostrar, una vez más, los absurdos que tantas veces se cometen por egoísmo, por la falta de análisis y reflexión y, especialmente, por el loco afán de salirnos con la nuestra.

Con su presencia en esta película, Libertad Leblanc ya no era solo la actriz más sensual de Argentina, ahora era también, una de las divas más apetecidas en México.

Termino citando completo, el bonito poema del francés Paul Géraldy (1885-1983) que Ana lee a Gustavo cuando lo atiende en el hospital.

Meditación

Se ama al principio por azar,
por curiosidad, por juego,
porque creyóse adivinar
en un mirar furtivo, un ruego.

Como a sí mismo uno se quiere,
al notar que alguien lo prefiere
se ama a ese alguien -y eso no es justo-
por identidad de gusto.

Se cambian gracias, se conviene
en compartir todas las cuitas
y enseguida el hábito viene
de las mimosas fracesitas.

Frases que a fuerza de frecuentes
se dicen ya sin meditar…
Y entonces se ama simplemente,
porque la cosa es empezar.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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