El relevo (1979)

Una película modesta y sin muchas pretensiones, pero realmente interesante, realizada de forma brillante e inteligente. Nos habla de cuatro jóvenes amigos, un tanto holgazanes y desnortados, que viven en un pueblo de Indiana y que no tienen muy claro de lo que hacer con sus vidas, bueno, con una excepción, Dave, aunque no tiene trabajo y tampoco tiene claro lo que quiere hacer en el futuro, siente una gran admiración por el mundo del ciclismo y en concreto por el equipo italiano, además es “Italomaníaco”, vamos que habla en casa a sus a sus padres en italiano, escucha a Rossini y Mario Lanza y no come más que fettuccini, linguini, zucchini y todo aquello que termina en –ini, ¡pero si hasta su gato se llama Fellini!

Estupendas las interpretaciones de sus jóvenes actores, pero realmente el que se sale es Paul Dooley en el papel de padre de Dave (Dennis Christopher, el fanático de las bicicletas y de todo lo que huele a italiano), borda el papel de ese padre que está harto de todo lo que termina en -ini.

Una película casi olvidada pero que tuvo un gran éxito en su momento, una de esas películas que tiene ese buen aroma a comedia de viaje iniciática, una buena y agradable crónica del "cambio", del cambio en una América a mitad de los 70, que no estamos demasiado acostumbrados a ver, porque el tipo de comedia juvenil que se llevaba entonces era de otro tipo (Pienso en cosas como “Desmadre en la universidad”, “Porkys”, etc). Un film sorprendente en muchos aspectos, en primer lugar funciona como una divertida comedia, pues tiene todos los ingredientes típicos de esta clase de películas: Están los “fracasados”, están los ricos, guapos y capacitados universitarios pijos, está el deporte sí, pero un estilo deportivo, el ciclismo, menos fílmico (y "patriota") que el tradicional rugby americano, beisbol o baloncesto, está además el primer amor de por medio, las riñas, las travesuras, los enfrentamientos sociales... y todo lo que estamos acostumbrados a encontrarnos en productos de similares características, pero lo que la hace distinta del resto está en la apuesta de su gran director, el tristemente fallecido Peter Yates, de querer rodar un film comprometido con la reflexión y, el valor existencial de sus personajes, sirviéndose del ciclismo como una mera excusa para narrarnos y mostrarnos otras cosas demasiado importantes como para tomárselas a coña, hablo de trabajo, inseguridad, esperanza, inquietudes, familia, amistad, futuro incierto, infelicidad...

Terminando de ver “Breaking Away” (1979) de Peter Yates con Dennis Christopher, Dennis Quaid, Daniel Stern, Jackie Earle Haley, Barbara Barrie, Paul Dooley, Robyn Douglass, entre otros. Comedia y “película de deportes” nominado a 5 Premios OSCAR: Mejor Película, director, actriz de reparto (Barbara Barrie), banda sonora, y ganando Mejor Guion Original; que sigue un grupo de 4 adolescentes en Bloomington, Indiana, denominados “cutters”, un término despectivo utilizado por los estudiantes para referirse a los pueblerinos que no van a la Universidad; y se usa para representar a los que trabajan cortando piedras en las canteras locales de piedra caliza; pero el verdadero núcleo simbólico de la historia es la relación entre uno de los muchachos, el “ítalo-maniático” y su padre; y alrededor del joven pululan los demás. El film obtuvo un éxito muy superior a lo esperado, sobre jóvenes indecisos ante el futuro, pero obsesionados en la práctica del ciclismo, que llegó a inspirar incluso una serie televisiva, mezclando una crónica costumbrista y una apología voluntarista que es narrada con notable sentido de la observación, aunque el conjunto no supera demasiado lo convencional; por lo que el director apuntala el discurso agridulce de fondo, realizando un balance entre la alegría de las pequeñas victorias, frente a la certeza de la derrota. El filme tiene muchos elementos de comedia sin caer en el patetismo de la actual comedia de adolescentes, y se centra solo en uno de los muchachos, por lo que se le cobra la factura de no indagar en las vidas de los demás… al tiempo que pone al deporte como el elemento que los une a todos en la comunidad. Del reparto, es curioso que Dennis Quaid no sea el protagonista, y destaca como el desorientado y furioso del grupo; mientras Jackie Earle Haley es el personaje orgulloso y reservado, pese a su aspecto desafiante, es el único que busca un “futuro” en el trabajo y casándose; mientras Daniel Stern es el único menos desarrollado, de desgarbado aspecto y torpeza natural; por lo que el protagonista es Dennis Christopher y su familia; que sueña con ser ciclista e italiano, y que se escuda en la fantasía para no reconocer su realidad. Su relación con su padre y madre es lo mejor del filme. Como dato, la carrera “Little 500” es una carrera real de ciclismo que ocurre cada año en la Universidad de Indiana; por lo que el equipo “Cutters” está basado en los campeones de esa carrera en 1962, el equipo Phi Kappa Psi; el ciclista legendario y aficionado de Italia, Dave Blase, que era un miembro del equipo, y fue la inspiración para el personaje principal. De hecho, el guionista Steve Tesich, era otro miembro del equipo Phi Kappa Psi; y el nombre Dave Stoller, es pues una combinación del nombre de Blase y el entrenador Bob Stohler. El verdadero Dave Blase puede verse en la película, como el anunciador de la carrera. El filme quedó votado como el #8 en la lista de las 100 películas más inspiradoras de todos los tiempos del American Film Institute en 2006; y nos muestra perfectamente ese paso de la adolescencia a la adultez, a través del deporte: “En algún lugar entre crecer y establecerse”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
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